10-10-2016, 11:14 PM
10 de octubre de 1911
Bandera de la guarnicion de Wuchang, donde se inicio la rebelion
El 10 de octubre de 1911, en China; comienza la histórica Revolución de Xinhai que pondría fin a más de 4.000 años de dinastías en China, siendo un proceso clave en la historia del gigante asiático.
La revolución comenzó cuando un grupo de campesinos de buena posición e intelectuales de las pocas grandes ciudades existentes en ese momento, fueron liderados por Sun Yat-sen, que buscaba establecer reformar de tipo económicas y políticas para que se cambiaran los métodos y la forma de vida de China llevándola hacia una democratización del país.
Dr. Sun Yat-sen
Sun Yat-sen había leído sobre la apertura hecha por su vecino, Japón durante la segunda mitad del siglo XIX por lo que deseaba que China se abriera al mundo, poniendo fin a los privilegios de sangre y así consolidar una nación con buenos vínculos en general con todos los países importantes del mundo.
Efectivamente, China poseía ya 400 millones de habitantes en ese entonces pero aproximadamente el 80% de sus habitantes vivían en el campo. La milenaria China seguía muy atrasada con respecto al resto del mundo y de hecho ni siquiera se había adaptado a las pautas de la división internacional del trabajo, quedando siempre relegada.
Los problemas de China llegaron desde 1842 cuando se perdió Hong Kong que fue arrebatada por los británicos en la guerra del Opio, y la dinastía Qing ya estaba muy debilitada, lo que se reforzó a partir de la rebelión de los campesinos del Reino Celestial hasta 1864 que se cobró la vida de 20 millones de chinos y la destrucción de gran parte de las cosechas. Los factores climáticos, la rebelión de los bóxers y el agotamiento de un sistema arcaico que ya no daba para más en un momento de industrialización general a nivel mundial terminaron de hacer el resto. El objetivo era claro, estos revolucionarios conformados por distintos grupos sociales querían instalar una República y romper con los más de 4.000 años de dinastías en China.
Soldados revolucionarios
Así, en 1911, la revolución estallo en varias ciudades y los intentos por reprimir no sirvieron de nada puesto que el descontrol fue total y gran parte del ejercito Qing se unió a las manifestaciones para poner fin al Imperio ante el terrible panorama de hambre y desolación que se padecía tanto en el campo como en las ciudades. El emperador Puyi de la Dinastía Qing abdicara en 1912, por lo que la dinastía pierde su último foco de poder y cae en manos de los revolucionarios, en lo que dará nacimiento a la República China.
Insurrección de Wuchang