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EL PODER NAVAL CHINO A LA CAZA DEL MERCADO LATINOAMERICANO
Con el respaldo que los importantes marcos de intercambio comercial entre China y los países de América del Sur imponen a la hora de negociar , la industria ha ido tejiendo, de manera lenta y constante, su rol de proveedor de sistemas militares en la región, un mercado en que el capítulo naval tiene hoy especial relevancia y que el gigante asiático no quiere dejar escapar.
Si empezamos por Argentina, hay que destacar el memorándum de entendimiento de cooperación en logística, firmado el año pasado por la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional de la República Popular China y el Ministerio de Defensa argentino. Por esa vía, se pusieron en marcha varios proyectos ambiciosos: la producción de vehículos blindados 8x8, la cooperación técnica para la construcción de un buque polar, seis remolcadores y cuatro lanchas de instrucción, entre otras posibilidades. Xi Jinping firmó durante su gira argentina,19 diferentes convenios y anunció grandes inversiones en la industria naval, negociándose la adquisición de buques y dragas chinas por 423 millones de dólares. En tiempos de Cristina Fernández, China casi había logrado vender sus patrulleras oceánicas -derivadas de las corbeta Type 056- P 18, similares a las que compró Nigeria, aunque no es probable que esas opciones se mantengan aún, con el giro político de Buenos Aires.
Las P-18 están entre las 4 alternativas pre seleccionadas por la Armada Nacional Uruguaya para dotarse de 3 OPV, con algunas modificaciones: equipos de comunicación occidentales, cambio de los motores originales MTU alemanes, por Caterpillar estadounidenses, posibilitando un mantenimiento de menor costo ,cambiándose los generadores y todo el sistema de propulsión, ejes, cajas de cambio, cajas de transferencia a Caterpillar, cañón 40 mm OTO Melara , ametralladoras 12.7 , con un sistema electroóptico de tiro con estaciones remotas operadas a distancia desde el interior del buque, etc.
Podrían financiarse con un préstamo pagadero a veinte años con unos cinco años de gracia, una parte de este negocio a través de intercambio de productos, condiciones financieras difícilmente igualables.
Del otro lado de la Cordillera el Ministro de Defensa chileno, José Antonio Gómez, concurrió al Servicio de Guardacostas chino y los Astilleros “Jiangnan”, junto al Jefe del Estado Mayor Conjunto, Vicealmirante José Miguel Romero, para conocer las capacidades y funciones de esta importante institución naval , para después concurrir a los Astilleros “Jiangnan” (Poly Technologies), organismo inaugurado el año 2005, de suma importancia en lo relativo a la Industria de la Defensa , que detenta tecnología de última generación.
En cuanto a visitas protocolares, ya en abril de 1997, la primera flotilla naval china visitaba América Latina. Incluyó los destructores misileros Harbin y Zhuhai y el buque de logística Nancang, e hizo escalas en México, Perú, y Chile, en periplos que, posteriormente y con otras escalas, se reprodujeron en forma periódica.
El principal objetivo chino en Sudamérica es Brasil, que seleccionó los astilleros Guangzhou Hantong Shipbuilding and Shipping Co. Ltd. para construir su nuevo buque de pesquisa hidro-oceanográfico “Vital de Oliveira”, con 3.500 toneladas de desplazamiento, 78 metros de eslora por 20 de boca y 4,8 metros de calado, disponiendo de 5 laboratorios- 3 secos y dos húmedos- ,incluyendo un vehículo para exploración submarina remota, capaz de actuar hasta a 4.000 metros de profundidad. Su autonomía es de 60 días a una velocidad de 10 nudos. La opción por el astillero chino, se dio por temas de balanza comercial y también la rapidez de entrega.
Resultado de un Acuerdo de Cooperación- inclusive económica- entre la Marina de Brasil, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Petrobras SA y Vale do Río Doce, el buque será empleado en la investigación científica para, química, biológica, geológica y ambiental, así como en la caracterización física de las áreas estratégicas del océano Atlántico Sur .
En lo que hace a los astilleros brasileños, hoy en grandes dificultades, China Offshore Oil Engineering Corporation (COOEC), un grupo que pertenece al mismo grupo de China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), socio de Petrobras en importantes prospecciones petroleras, podría ser el nuevo asociado en el gigantesco Astillero Río Grande ,ERG, especializado en plataformas y sondas petrolíferas, con un aporte inicial de 200 millones de dólares. China apuesta en un mercado económico hoy complicado , pero confiando en la fortaleza del gigante sudamericano y con la vista puesta en afianzar mercado en el conjunto de la región.
(Javier Bonilla)