[parachute]

Minas 7 de febrero de 2016.

Sr. Director de la Revista Semanal “Búsqueda”, Sr. Claudio Paolillo:

Por la presente solicito a Usted la publicación de la siguiente carta respuesta a la Carta al Director  publicada en el N°1852 de esa prestigiosa revista, bajo el título “Militares sin balas” y firmado por el Lic. Juan Carlos Perusso.

Agradeciendo desde ya su amable atención, lo saluda atentamente, con las seguridades de su mayor consideración :

Cnel.® Ricardo Milans

C.I.:1393403-2

 

Sr. Director:

En el último número de Búsqueda, el Lic. Juan Carlos Perusso se refiere al sonado caso del robo de 2 fusiles en una Unidad militar, haciendo algunos comentarios que entiendo son al menos injustos con nuestro Ejército Nacional.

En primer lugar está claro que el robo de esos dos fusiles, a partir de un ataque sorpresivo a un puesto de guardia, fue un caso excepcional, que no se había dado en el pasado, ni se dio en los días sucesivos, en la media docena de intentos que hubo. A esta altura las autoridades tienen claro que se trata de una organización delictiva que paga altas sumas por armamento de cierto poder de fuego.

Lograron el primer robo, que sorprendió a los militares, pero no lo pudieron repetir. También incidió el hecho de que los fusiles, en el puesto de guardia atacado, estaban con el cargador vacío (las balas estaban en otro cargador que los soldados llevaban en su cartuchera). Ello obedeció a una orden inusual, debido a una situación particular, lo que dio motivo a severas sanciones disciplinarias, el relevo de todos los responsables y la actuación de la Justicia Militar, que aún no se ha expedido. Qué más quiere el Lic. Perusso, ¿Qué los fusilen? En un país con las características del  nuestro, entiendo que las medidas tomadas con quienes impartieron esa extraña orden son muy duras.

Creo que es injusto emitir juicios tan drásticos por un hecho excepcional. Nuestros militares están diariamente en operaciones en Congo, en Haití, en la custodia de nuestras principales cárceles, y en esos ambientes hostiles no han perdido una sola arma, han cumplido la misión asignada con nota excelente, y solo han recogido el reconocimiento de todos por su profesionalismo y dedicación.

En definitiva, pienso que el corresponsal de Búsqueda exagera y razona con ingenuidad, a pesar de que al final de su misiva parece mostrar cierto encono de fondo con la Institución Militar, aludiendo al costo que significa para la Sociedad. Si de ahorrar se trata, hay tantas otras cosas a cerrar, achicar o mejorar, antes que afectar a una de las pocas Instituciones que en este país funciona bien, y responde cuando se la necesita.

Pero si pienso que el Lic. Perusso pudo caer en cierta ingenuidad, no es ese el caso del Jefe de Policía de Montevideo, Insp. Mario Layera, quien en diferentes entrevistas televisivas y radiales se refirió a la grave situación actual “ahora que los delincuentes tienen armas militares…”, buscando así, en cierta forma, justificar el visible recrudecimiento del accionar de las bandas delictivas en nuestro país, ante la evidente incapacidad policial para hacerles frente.

Sabe perfectamente el Insp. Layera que los dos fusiles militares no cambian absolutamente nada el poder de fuego del hampa en este país. Sabe muy bien que armas de poder letal superior a esos dos fusiles  están en poder de los delincuentes desde hace mucho tiempo. En el robo al BROU de La Paz, en el video registrado se ve un fusil, similar al robado en la Unidad Militar, pero también se ven varias Sub ametralladoras y pistolas muy similares a las robadas a la Policía.

Sin embargo las autoridades policiales  se encargaron de resaltar solo el fusil que podía provenir del Ejército. En estos días, el Director del Registro Nacional de Armas dijo que en los últimos tiempos fueron robados a particulares (civiles) al menos dos fusiles Steyr iguales a los del Ejército. ¿Cómo pueden entonces  algunos jerarcas policiales asegurar que se trata de un fusil militar? Parece que quieren extender al Ejército la responsabilidad del alto poder de fuego de las bandas criminales.

El Comandante en Jefe del Ejército dijo a Búsqueda la semana pasada que sobran los dedos de una mano para contar las armas que por año se pierden o son robadas a las Fuerzas Armadas. Me consta que es así. En los más de 30 años de servicios prestados al Ejército, una de mis principales preocupaciones fue siempre que no me faltara el armamento. Más de un compañero mío vio truncada  su carrera al ser procesado por la Justicia militar, porque perdió o le robaron su pistola, o le faltó un arma del depósito a su cargo.

Sin embargo vimos hace poco tiempo que en una Jefatura de Policía del interior faltaron más de 100 pistolas que estaban en cajas en un depósito. Se enteraron porque en Brasil cayó una de ellas y avisaron para acá. No sabemos si esto también está ocurriendo en otras dependencias policiales y aún no se han enterado.

Más de 100 pistolas perdidas y ¿hubo algún procesado?.  Compárese esto con las contundentes medidas recién adoptadas por el Ejército, por 2 fusiles…

Vemos también que diariamente le roban a la Policía pistolas, sub ametralladoras, carabinas, etc. La estadística dice que pierden en promedio más de una pistola diaria, pero para el Inspector Layera el problema son los dos fusiles que le robaron al Ejército… Dijera Beltrán: ¡Qué Tupé!

Saluda a Usted atentamente.

Coronel ® Ricardo Milans

C.I. 1393403-2