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Batallas y protagonistas de nuestro Ejercito.
BATALLA DE MANANTIALES

17 de julio de 1871




[Imagen: MANANTIALES-Portada-1140x641.jpg]
Batalla de Manantiales según Adolf Michau (Museo Histórico Nacional Casa de Rivera).

Un día como hoy, 17 de julio de 1871 se libró la llamada Batalla de Manantiales en el paraje de Manantiales de San Juan, actual Departamento de Colonia, en el marco de la Revolución de las Lanzas.
Las fuerzas enfrentadas eran las del gobierno colorado al mando de Enrique Castro y los revolucionarios blancos de Timoteo Aparicio.
En la madrugada del día 17 de julio de 1871, las fuerzas revolucionarias al mando del general Timoteo Aparicio marcharon en columna cerrada hacia la estancia de Suffren. Situada sobre la Cuchilla de Manantiales, al noroeste del Departamento de Colonia. Allí esperaron la llegada de las fuerzas del ejército gubernista que les venía persiguiendo bajo las órdenes del general Enrique Castro.

[Imagen: AparicioYCastro-1024x505.jpg]
Generales Timoteo Aparicio (Blanco) y Enrique Castro (Colorado)

DISPOSITIVO NACIONALISTA
La casa de Suffren era un casco de estancia, cuya construcción estaba rodeada por un perímetro de 16 cuadras por un zanjeado, lo que podría ser considerado en la época una obra de fortificación. Los blancos ubicaron su puesto de Estado Mayor en el mismo casco de la estancia, al mando del general Timoteo Aparicio, secundado en las acciones por el octogenario brigadier general Anacleto Medina. El coronel Justino Arechaga se ubicó al frente de la estancia, comandando una artillería compuesta por seis piezas de cañón de 6 libras y dos piezas de 12 libras. La infantería –ubicada en el centro- no alcanzaba los cuatrocientos hombres y estaba bajo las órdenes del general Basterrica. A la izquierda tomando como origen la estancia y un grupo de piedras, se extendían como un gran frente, las caballerías comandadas por Anacleto Medina, integradas por las divisiones de Mercedes, San José y Colonia, dejando el frente de batalla orientado al Este.

DISPOSITIVO COLORADO
Las tropas del general Enrique Castro se ubican en el terreno formando un arco a una distancia de unos 1.500 metros de la siguiente forma: la derecha al mando del general Nicasio Borges, compuesta por las Divisiones de Salto, Paysandú, Tacuarembó y Maldonado, y la infantería, intercalada. En el centro, la artillería dividida en dos baterías y el cuadro de oficiales bajo el mando de los comandantes Braulio Milán y Juan Rodríguez. A retaguardia del centro se ubicaron el parque y bagajes, al mando del capitán Marcos Cabrera, protegido por el Batallón San José. La izquierda la defendían el Escuadrón Escolta del Gobierno, el Batallón 2º de Cazadores, la división de Canelones, la división Soriano, el escuadrón Tajes y las fuerzas a las órdenes del teniente coronel Francisco Belén.

LA BATALLA
La artillería gubernamental rompe el fuego con tal precisión que con los primeros disparos desmontan la pieza de mayor calibre de la artillería revolucionaria. Los revolucionarios atacan duramente el flanco izquierdo siendo detenidos por el contraataque de toda la reserva del ejército gubernamental. Los blancos intentan un nuevo ataque, ahora por el flanco derecho, pero también fueron rechazados. En ese mismo momento el general Castro ordenaba un ataque general sobre las posiciones enemigas.  Las dos baterías de artillería marcharon haciendo fuego, avanzando terreno, en columna paralela con los batallones de infantería. En esas circunstancias, fuertes columnas de caballería blancas se lanzaron en furioso galope amenazando envolver la izquierda colorada. El general gubernista ordenó abrir fuego sobre el enemigo en la columna de ataque, frenando las fuerzas revolucionarias. Al mismo tiempo, las fuerzas del centro y derecha habían arrollado completamente al ejército revolucionario, forzando su retirada, tomándole toda su artillería y haciéndoles muertos y prisioneros.

MUERTE DEL GENERAL MEDINA
En la persecución de a la tropa que se retiraba del campo de batalla, los gubernistas avistan al anciano Gral. Medina y se lanzan contra el con ferocidad; su ayudante le gritó: “¡Dispare, general, que el enemigo está encima!” Medina, que estaba con su secretario de toda la vida, Jerónimo Machado, otro anciano a la sazón, respondió: “¡El general Medina no dispara, jovencito, siendo lanceado hasta morir junto con su secretario.

CONSECUENCIAS
Derrotado el ejército revolucionario, se retira habiendo perdido a uno de sus generales, Anacleto Medina. La moral de los revolucionarios era muy baja y ya no se volvería a recuperar, a pesar de que se produjeron otras batallas de menor intensidad, sobre el territorio uruguayo. El ánimo del pueblo en general, viéndose enfrascado en el medio de un conflicto que perjudicaba la economía y parecía no tener un fin fijo, era de buscar la paz y que volviera la tranquilidad a la república. Por eso, luego de que el Presidente Lorenzo Batlle terminara su cargo, y asumiera Tomás Gomensoro, se reabrirían nuevamente las negociaciones de paz, poniéndole fin al conflicto.
“Dulce et decorum est pro patria mori”
 
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RE: Batallas y protagonistas de nuestro Ejercito. - Artiguista - 07-17-2021, 09:43 PM

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