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Estados Unidos considera a Uruguay como un “amigo y socio” para fomentar la democracia en la región y ve margen para aumentar el comercio
Uruguay puede negociar un acuerdo con China, pero debe cuidar que respete “el orden internacional basado en reglas” y tener presente que el gobierno chino no siempre cumple con los “compromisos” asumidos, sostiene la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman
Wendy Sherman. Foto: Nicolás Garrido / Búsqueda
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Semanario Búsqueda



Nº 2148 - 11 al 17 de Noviembre de 2021
entrevista de Guillermo Draper

La agenda oficial en Montevideo de la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, casi no tuvo pausa. En un día y medio se reunió, por separado, con el presidente Luis Lacalle Pou, los ministros Francisco Bustillo, Azucena Arbeleche y Luis Alberto Heber. Con representantes del sector de energías renovables y organizaciones no gubernamentales. También tuvo espacio, el martes 9, para una entrevista con Búsqueda, justo antes de ir al aeropuerto para tomar un avión rumbo a Perú.
Sherman dijo que su viaje a Uruguay tuvo dos objetivos principales: visitar a un gobierno “amigo y socio” con el que comparte valores democráticos en la región y conversar sobre cómo “profundizar” el comercio bilateral en el marco del Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones (TIFA, por su sigla en inglés).
Consultada acerca de si es compatible que Uruguay amplíe su comercio con Estados Unidos al tiempo que negocia un acuerdo de libre comercio con China, la número dos del Departamento de Estado respondió: “Cada país tiene derecho a tener esos acuerdos, siempre y cuando esos acuerdos realmente respeten el orden internacional basado en reglas. Si no lo hacen, entonces es un problema. Es un problema no solo para Estados Unidos, sino también para Uruguay”.
Al respecto, Sherman sostuvo que China no siempre cumple con las reglas internacionales que en el pasado la ayudaron a crecer, ni con “sus compromisos” asumidos en un acuerdo.
A continuación, la entrevista de 15 minutos de Sherman con Búsqueda.
—Acaba de terminar su ronda de reuniones con autoridades del gobierno uruguayo, entre ellos el presidente Luis Lacalle Pou. ¿Cuáles son las prioridades de la agenda bilateral?
—Mantuve reuniones excelentes mientras estuve aquí en Uruguay con autoridades públicas, con la sociedad civil, con empresarios; ha sido una visita fantástica. Uruguay es un país, en lo que tiene que ver con la democracia, que tiene un impacto mayor a su tamaño. Es un país muy fuerte y comprometido con la democracia, los derechos humanos, el Estado de Derecho, y es un líder en el tema clima porque casi el 100% de su electricidad proviene de energías renovables. Entonces, Estados Unidos quería reconocer esa clase de liderazgo en esta región del mundo, en este hemisferio. Y es importante ir a ver a tus amigos, aquellos con los que trabajas bien, aquellos que quieren mejorar la democracia en la región. Esa fue nuestra principal razón para venir: profundizar y ampliar la relación que tenemos con un buen amigo y socio.
En segundo lugar, queremos hacer todo lo que podamos para ayudar a que el crecimiento siga en este mundo pospandémico. Sabemos que Uruguay quiere recuperarse, que superó una oleada muy dura gracias a un gran liderazgo y queremos ver qué podemos hacer para trabajar de cara al futuro. Como el presidente Biden ha dicho, para reconstruir el mundo de una manera aún mejor.
—Durante un discurso que brindó en Ecuador en octubre, el secretario de Estado Antony Blinken dijo que los ciudadanos de la región reclaman por una mejora en su situación económica y en sus derechos, y agregó que Estados Unidos “escucha ese llamado”. ¿Qué implica eso? ¿Cómo incide en la política de Estados Unidos hacia la región y, particularmente, a Uruguay?
—Como decía, se refleja en nuestros valores como la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho. Hay muchos desafíos aquí en lo que generalmente llamamos América Latina. Tenemos Venezuela, cuyo pueblo viene sufriendo desde hace mucho tiempo. Tenemos a Nicaragua, que recién tuvo una elección pantomímica, como la llamó el presidente Biden, y que en esencia hizo que se autoimpusieran en sus cargos autócratas, dictadores, probablemente no mejores que la familia Somoza que los sandinistas intentaron derrocar. Hay muchos desafíos en la región. Y es importante estar junto a Uruguay, que es la democracia más fuerte y que realmente vive esos valores. Mi sensación después de hablar con las autoridades uruguayas es que están intentando obtener resultados para su población, para que la democracia dé resultados a sus ciudadanos.

Wendy Sherman surante su reunión con Luis Lacalle Pou. Foto: Presidencia
—¿Cómo pueden trabajar Estados Unidos y Uruguay para impulsar la recuperación económica?
—Hablamos de mantener un diálogo estructural hacia adelante, para hablar de sectores donde podríamos aumentar el comercio y descifrar cómo podemos remover barreras para lograr ese objetivo. Hablamos de la importancia de las conversaciones en el marco del TIFA que empezaron en agosto por parte de nuestros representantes comerciales. Fueron las primeras reuniones presenciales con otro país del hemisferio, así de importante consideramos que es avanzar en las negociaciones comerciales con Uruguay. Y entiendo que hubo avances. Es un marco regulatorio sobre el que estamos trabajando que permite aumentar el comercio. Además, el presidente de Estados Unidos está mirando cómo hacer para sumar al sector privado y mecanismos como nuestra Corporación de Desarrollo y Finanzas, para ayudar a que los países encuentren proyectos que mejoren su economía en este mundo pospandémico.
—Una de las prioridades de Uruguay es firmar acuerdos comerciales con países fuera del Mercosur, pero Estados Unidos ha dejado claro que su agenda exterior no incluye ese tipo de mecanismos. En el marco del TIFA, ¿en qué sectores específicos se puede avanzar?
—El 70% de las exportaciones uruguayas de servicios de IT tienen como destino a Estados Unidos. IT, tecnología, salud, educación, audiovisual, farmacéuticas, son todas áreas donde podemos trabajar juntos. Debo decir que una cosa que me impresionó aquí, es lo que está haciendo su industria de renovables, cómo están trabajando en proyectos sobre hidrógeno verde, cómo están trabajando en temas de forestación y reforestación y moviéndose hacia el mercado de carbono. Uruguay tiene mucha capacidad para avanzar en cuanto al cambio climático y creo que eso será muy útil no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo.
—¿Es compatible este intento de profundizar el TIFA con Estados Unidos con la intención de Uruguay de firmar un tratado de libre comercio con China?
—Un TLC es un vehículo, pero hay varios vehículos para mejorar la economía de un país. Los países comercian y hacen negocios con otros países de todo el mundo. Cada país tiene derecho a tener esos acuerdos, siempre y cuando esos acuerdos realmente respeten el orden internacional basado en reglas. Si no lo hacen, entonces es un problema. Es un problema no solo para Estados Unidos, sino también para Uruguay. Entonces, el asunto no es si hay una inversión de un país en otro país; todo eso está bien mientras esté basado en las reglas y en el orden internacional.
—¿Los TLC de China están basados en esas reglas?
—Bueno, a veces. Tuvimos un acuerdo Fase 1 con China que fue negociado por la administración anterior y fue conocido por todos, pero China no cumplió con sus compromisos. Así que, usted sabe, con todos los países uno debe tener los ojos bien abiertos y asegurarte que entiendes no solo lo que es transparente, sino también si se está cumpliendo con los compromisos. Otra vez, cualquier cosa es posible entre países. China ha invertido en Estados Unidos y nosotros hemos invertido en China, pero es un mundo complicado en este momento y todos deberían reflexionar acerca de lo que hacen. Lo que estamos para hacer aquí nosotros es para aplaudir el liderazgo que Uruguay ha mostrado en torno a la democracia y las instituciones democráticas, en torno a una economía que crece y que quiere demostrar que la democracia ofrece resultados a su pueblo, y para ver qué podemos hacer para profundizar y ampliar el comercio y la inversión con Estados Unidos.

Foto: Nicolás Garrido / Búsqueda
—China es el principal socio comercial de la región. ¿Estados Unidos tiene como objetivo cambiar eso y volver a liderar esa tabla?
—Primero, no estoy segura acerca de sus datos. ¿En bienes? ¿En servicios? ¿En inversiones? ¿En PIB global?
—En bienes, principalmente.
—Bienes, principalmente. El futuro del mundo está en servicios, tanto como lo está en bienes. Y está en inversiones en diferentes áreas. Lo que el presidente Biden y el secretario Blinken han dicho es que, en lo que tiene que ver con China, vamos a competir vigorosamente, intensamente, con todos los países del mundo, porque, por supuesto, queremos crear empleos de calidad para nuestra gente. Ayudaremos a los países a hacer lo mismo por su gente, especialmente a aquellos países que comparten nuestros valores. Y vamos a fomentar que los países que no los comparten a que tomen la dirección que vaya a ofrecer resultados a su gente. Vamos a desafiar a China donde debamos, cuando no cumplan con el orden internacional basado en reglas que los ayudó a ellos a desarrollarse en un primer lugar. Y vamos a cooperar con China en temas como la salud global, el contraterrorismo, el combate al narcotráfico, en algunos temas de control de armas. Entonces, no es un mundo simple de es esto o aquello, sino que es un mundo complejo.