01-23-2020, 01:20 PM
Agrego algo más sobre la Batalla de Tacuarembó en el proceso de nuestra independencia.
22 de Enero de 1820 ,Batalla de Tacuarembó.
El 22 de enero se cumple un año más de la batalla de Tacuarembó, batalla que originó una de las mayores pérdidas de vidas patriotas en el proceso libertador.
Este proceso, liderado por Artigas desde 1811 hasta 1820, finalizará, luego de tres años de luchas tras el desembarco de los Treinta y Tres Orientales y su Cruzada Libertadora en 1825, con la creación del Estado Oriental del Uruguay en 1828.
La batalla de Tacuarembó librada el 22 de Enero de 1820 , marcó el fin de la lucha de los ejércitos artiguistas en territorio oriental.
La Revolución Oriental de 1811 se inició con la incorporación de Artigas a la Revolución de Mayo de 1810, abandonando las fuerzas españolas en Colonia y dirigiendose hacia Buenos Aires el 15 de febrero y con el Grito de Asencio (la Admirable Alarma), el 28 de Febrero, liderado por los caudillos Pedro Viera y Venancio Benavídez.
Semanas después, el 11 de abril, Artigas ya estaba en Mercedes pronunciando su célebre Proclama, y un mes más tarde se encontraba en las inmediaciones de Canelones, acampando allí con sus tropas, en donde habría de librar, el 18 de mayo, la Batalla de las Piedras.
Estos hechos dieron inicio a un proceso revolucionario de casi diez años liderado por el Jefe de los Orientales.
El resultado de la Batalla de Tacuarembó significó el golpe de gracia a una situación dificil de sostener desde que las fuerzas portuguesas al mando de Lecor, con la connivencia de Buenos Aires , invadieran la Banda Oriental. Los ejércitos artiguistas resistieron al invasor durante más de tres años en inferioridad de armamentos y de tropas. El 14 de diciembre de 1819 pareció cambiar la suerte, cuando Artigas logró derrotar a las fuerzas portuguesas al mando del brigadier Abreu en la Batalla de Santa María. Tras esta batalla, al replegarse hacia territorio oriental, Artigas decidió trasladarse con unos 200 hombres a Mataojo a salvaguardar a las familias allí acampadas, así como a reunir más caballadas.
Mientras tanto el grueso del ejército artiguista, unos 2000 hombres al mando del Coronel Andrés Latorre, libró algunos enfrentamientos menores y acampó el 20 de Enero
a orillas de las nacientes del Río Tacuarembó. Este sería el escenario de la trágica batalla del día 22, próximo a Paso Ataques (cerca de la Estación de ferrocarril Ataques), en el actual Departamento de Rivera, en el triángulo que conforman las desembocaduras de los arroyos Valiente y Aurora en el río Tacuarembó.
Hay quien señala que el Coronel Andrés Latorre podía haber incurrido en un error estratégico y que esto influyó en el resultado de la batalla. Latorre, valiente jefe artiguista que honraba su prestigio y coraje con numerosas cicatrices de heridas recibidas en combate, decidió acampar sus tropas en ambas márgenes del río, de muy escasa profundidad en esa zona. Esa decision si bien era necesaria para el descanso de sus hombres es señalada como un error desde el punto de vista estratégico.
En los dias previos a la batalla llovió intensamente y como consecuencia se dificultó abruptamente el escenario en donde se habrían de desarrollar los hechos. A las copiosas lluvias le siguieron unas rápidas crecidas del nivel del agua en la cuenca del río inundando las áreas contiguas. Las fuerte lluvias del 20 y 21 de Enero hicieron crecer río y arroyos, aislando las tropas que estaban de uno y otro lado. No obstante es probable que la derrota, con o sin lluvia, habría sido inevitable dada la disparidad de las fuerzas que se enfrentaban.
Los portugueses dirigidos por el brigadier Abreu habían sido derrotados por Artigas en Santa María el 14 de diciembre de 1819. El 22 de diciembre partió desde Porto Alegre, al mando del Conde de Figueiras, un fuerte y bien armado ejército , para unirse a las fuerzas del derrotado brigadier Abreu.
Figueiras con sus más de 3000 hombres, muy bien pertrechados buscaron a los indomables ejércitos de Artigas, hasta sorprenderlos en la madrugada del 22 de enero, en medio de la creciente del río y del barro. El factor sorpresa fue clave y los portugueses lo aprovecharon sin piedad. Los soldados al mando de Latorre y sus oficiales (Pantaleón Sotelo, Manuel Cahiré, Faustino Tejera, Ramón de Cáceres, Segundo Aguiar, Pablo Bulnes y José Llupes, ), no tuvieron tiempo de tomar sus armas, menos aún de montar a caballo, y fueron masacrados en su valeroso intento de defenderse.
Pantaleón Sotelo fue herido de muerte mientras luchaba tras arengar a sus tropas, y muchos otros no tuvieron otra opción que huir, para evitar una muerte inútil y cruel. Tales fueron los casos de Latorre y Cáceres, que llegaron días después al campamento de Mataojo, distante unas 20 leguas, llevando la desastrosa noticia a Artigas.
Fuentes : J. Fabeiro , J. Luzuriaga
22 de Enero de 1820 ,Batalla de Tacuarembó.
El 22 de enero se cumple un año más de la batalla de Tacuarembó, batalla que originó una de las mayores pérdidas de vidas patriotas en el proceso libertador.
Este proceso, liderado por Artigas desde 1811 hasta 1820, finalizará, luego de tres años de luchas tras el desembarco de los Treinta y Tres Orientales y su Cruzada Libertadora en 1825, con la creación del Estado Oriental del Uruguay en 1828.
La batalla de Tacuarembó librada el 22 de Enero de 1820 , marcó el fin de la lucha de los ejércitos artiguistas en territorio oriental.
La Revolución Oriental de 1811 se inició con la incorporación de Artigas a la Revolución de Mayo de 1810, abandonando las fuerzas españolas en Colonia y dirigiendose hacia Buenos Aires el 15 de febrero y con el Grito de Asencio (la Admirable Alarma), el 28 de Febrero, liderado por los caudillos Pedro Viera y Venancio Benavídez.
Semanas después, el 11 de abril, Artigas ya estaba en Mercedes pronunciando su célebre Proclama, y un mes más tarde se encontraba en las inmediaciones de Canelones, acampando allí con sus tropas, en donde habría de librar, el 18 de mayo, la Batalla de las Piedras.
Estos hechos dieron inicio a un proceso revolucionario de casi diez años liderado por el Jefe de los Orientales.
El resultado de la Batalla de Tacuarembó significó el golpe de gracia a una situación dificil de sostener desde que las fuerzas portuguesas al mando de Lecor, con la connivencia de Buenos Aires , invadieran la Banda Oriental. Los ejércitos artiguistas resistieron al invasor durante más de tres años en inferioridad de armamentos y de tropas. El 14 de diciembre de 1819 pareció cambiar la suerte, cuando Artigas logró derrotar a las fuerzas portuguesas al mando del brigadier Abreu en la Batalla de Santa María. Tras esta batalla, al replegarse hacia territorio oriental, Artigas decidió trasladarse con unos 200 hombres a Mataojo a salvaguardar a las familias allí acampadas, así como a reunir más caballadas.
Mientras tanto el grueso del ejército artiguista, unos 2000 hombres al mando del Coronel Andrés Latorre, libró algunos enfrentamientos menores y acampó el 20 de Enero
a orillas de las nacientes del Río Tacuarembó. Este sería el escenario de la trágica batalla del día 22, próximo a Paso Ataques (cerca de la Estación de ferrocarril Ataques), en el actual Departamento de Rivera, en el triángulo que conforman las desembocaduras de los arroyos Valiente y Aurora en el río Tacuarembó.
Hay quien señala que el Coronel Andrés Latorre podía haber incurrido en un error estratégico y que esto influyó en el resultado de la batalla. Latorre, valiente jefe artiguista que honraba su prestigio y coraje con numerosas cicatrices de heridas recibidas en combate, decidió acampar sus tropas en ambas márgenes del río, de muy escasa profundidad en esa zona. Esa decision si bien era necesaria para el descanso de sus hombres es señalada como un error desde el punto de vista estratégico.
En los dias previos a la batalla llovió intensamente y como consecuencia se dificultó abruptamente el escenario en donde se habrían de desarrollar los hechos. A las copiosas lluvias le siguieron unas rápidas crecidas del nivel del agua en la cuenca del río inundando las áreas contiguas. Las fuerte lluvias del 20 y 21 de Enero hicieron crecer río y arroyos, aislando las tropas que estaban de uno y otro lado. No obstante es probable que la derrota, con o sin lluvia, habría sido inevitable dada la disparidad de las fuerzas que se enfrentaban.
Los portugueses dirigidos por el brigadier Abreu habían sido derrotados por Artigas en Santa María el 14 de diciembre de 1819. El 22 de diciembre partió desde Porto Alegre, al mando del Conde de Figueiras, un fuerte y bien armado ejército , para unirse a las fuerzas del derrotado brigadier Abreu.
Figueiras con sus más de 3000 hombres, muy bien pertrechados buscaron a los indomables ejércitos de Artigas, hasta sorprenderlos en la madrugada del 22 de enero, en medio de la creciente del río y del barro. El factor sorpresa fue clave y los portugueses lo aprovecharon sin piedad. Los soldados al mando de Latorre y sus oficiales (Pantaleón Sotelo, Manuel Cahiré, Faustino Tejera, Ramón de Cáceres, Segundo Aguiar, Pablo Bulnes y José Llupes, ), no tuvieron tiempo de tomar sus armas, menos aún de montar a caballo, y fueron masacrados en su valeroso intento de defenderse.
Pantaleón Sotelo fue herido de muerte mientras luchaba tras arengar a sus tropas, y muchos otros no tuvieron otra opción que huir, para evitar una muerte inútil y cruel. Tales fueron los casos de Latorre y Cáceres, que llegaron días después al campamento de Mataojo, distante unas 20 leguas, llevando la desastrosa noticia a Artigas.
Fuentes : J. Fabeiro , J. Luzuriaga