02-13-2018, 02:26 PM
Regreso de Wilson Ferreira Aldunate al Uruguay
15 de junio. 21:30hs- Parte del Puerto de Buenos Aires hacia Montevideo el Vapor de la Carrera "Ciudad de Mar del Plata II", que en uno de sus viajes rutinarios transporta al líder nacionalista Wilson Ferreira Aldunate.
Ferreira viajó con otras 500 personas, en su mayoría uruguayos, periodistas internacionales y nacionales, dirigentes nacionalistas y sus familiares directos.
Ferreira Aldunate era consciente de que no dispondría del apoyo del Partido Colorado, ni de Frente Amplio, cuyo líder Liber Seregni se había negado a reunirse con él. Lo más probable era que fuese preso, pero su acto de coraje era innegable.
16 de junio- Según el libro "Orientales" de Lincoln Maiztegui:
"Poco después [del alba], de todas partes, comenzaron a surgir barcos de la Marina militar... De uno de los navíos partieron cinco lanchones llenos de marineros y hombres- rana con las caras tiznadas, como si fueran a entrar en batalla" (1).
Tales afirmaciones -pese a su carácter heroico- no pasan de la fábula, lo que puede verificarse sencillamente viendo las filmaciones realizadas por los propios dirigentes nacionalistas (2).
En realidad, las imágenes muestran claramente a la Lancha de la Prefectura Nacional Naval ROU-70 -una lancha de rescate, desarmada- abarloando al "Ciudad de Buenos Aires", cerca de las 10:40hs.
La Lancha 70 conducía al Prefecto del Puerto de Montevideo, C/N Carlos Gianni, quien solicitó permiso para abordar el Vapor de la Carrera, cosa que hizo acompañado por dos oficiales, aparentemente desarmados.
En una toma posterior se puede observar al barreminas ROU-4 "Pedro Campbell", claramente armado y con personal militar en cubierta, aunque siempre alejado al menos 100m del Vapor de la Carrera.
Si hubo otros buques involucrados en la detención del Vapor de la Carrera, las imágenes no los muestran.
Ya a bordo, el C/N Carlos Gianni solicitó que Wilson Ferreira Aldunate le acompañara, cosa a la que éste se negó pacíficamente. "Que no me bajo, no me bajo" - afirmó luego (3).
Ante la negativa, el C/N Gianni indicó que el "Ciudad de Mar del Plata II" sería desviado hacia Punta del Este, y que Wilson Ferreira y su hijo Juan Raúl debían permanecer en sus camarotes en calidad de detenidos, sin ninguna clase de violencia.
Finalmente el buque, supuestamente falto de combustible, se dirigió al Puerto de Montevideo. Allí, tropas armadas a guerra y parapetadas tras pilas de bolsas de arena y un muro de contenedores, vigilaban su arribo y bloqueaban el acceso a la escollera.
14:40hs- Después de atracar el buque, Wilson Ferreira y su hijo son escoltados ante el Capitán Montemurro. Poco antes de ingresar a la terminal portuaria, Ferreira Aldunate se dió vuelta y saludó con sus brazos en "V", entre los vítores de sus acompañantes, que luego entonaron las estrofas del Himno Nacional.
Nadie más fue detenido.
Los dos políticos nacionalistas fueron luego conducidos en sendos helicópteros Bell UH-1 a centros de detención diferentes: Wilson Ferreira fue conducido al Cuartel de Trinidad (departamento de Flores) y Juan Raúl Ferreira a Paso de los Toros, acompañados por médicos militares.
No hubo revuelta popular alguna. La multitud que aguardaba en Montevideo -formada por nacionalistas y algunos colorados y frenteamplistas- se había desperdigado al recibir la noticia de que el vapor de la Carrera se dirigiría a Punta del Este. Más tarde se supo que algunos blancos habían concurrido armados, y un enfrentamiento con las tropas del Ejército podría haber significado una matanza, según relató Alberto Zumarán (4).
"Carpincho"
Toda la operación militar -denominada por algunos "Plan Tero" y por otros "Operación Carpincho"- había sido elaborada cuidadosamente para evitar disturbios y derramamiento de sangre.
El Tte. Gral. Medina indicó más tarde:
"Por eso movilizamos tanta gente, con el ánimo de desalentar a la población en cuanto a la reacción. Que vieran que podía convertirse en algo cruento con heridos y muertos" (5).
De hecho, el discurso de Wilson Ferreira en Concordia había amenazado con una revuelta, por lo que las autoridades realmente no sabían si a bordo del "Ciudad de Mar del Plata II" llegaban o no personas o elementos subversivos armados. Una mínima precaución profesional sugería la presencia de elementos de la policía marítima, para determinar las verdaderas intenciones de los pasajeros, cosa que parece lógica, por otra parte. De ahí la presencia del C/N Gianni.
Si el Vapor de la Carrera no aceptaba las órdenes de fondear -demostrando una actitud evidentemente hostil hacia las autoridades- el ROU Campbell estaba autorizado por escrito a abrir fuego de cañón, primero delante del barco y luego sobre él, si fuese necesario.
Entretanto, un grupo de tropas navales debían custodiar el recinto portuario.
Supuestamente, el operativo contemplaba la posibilidad de detener a varios dirigentes nacionalistas, llevarlos a bordo de la ROU-70 y transportarlos hasta el muelle del Dique Nacional, en el Cerro. Allí, algunos helicópteros de la Fuerza Aérea los transportarían a Unidades militares.
Aunque ninguno de los militares parece haber demostrado simpatía alguna por los detenidos, en todo momento se comportaron con cortesía profesional, sin golpes, empujones, amenazas, ni exhibición de armamento. Los prisioneros ni siquiera fueron esposados.
Los militares, sin embargo, contemplaron la posibilidad de violentos disturbios o de un enfrentamiento en aguas uruguayas, según lo que declaró el periodista Gerardo Sotelo a Montevideo Portal, 30 años después:
"[Montevideo Portal]-Me llamó la atención que, pensando en el día de su regreso, los militares dispusieran todo un piso en el Hospital de Clínicas para los heridos, dando por sentado que iban a haber heridos.
[Sotelo] -"Es que la llegada de Wilson podía marcar un quiebre en la estrategia militar y una presión tal que permitiera que hubiera elecciones libres. No hubo un solo herido y no hubo un solo detenido -salvo Wilson y su hijo Juan Raúl-, pero está claro que quisieron amedrentar. Por otro lado, eran militares. En su lógica, debían planificar la eventualidad de que hubiese heridos, y a dónde llevarlos para que fueran atendidos. De hecho, en el Plan Carpincho, autorizan a la Fuerza Naval a que aumente la agresividad progresivamente. Es decir, que empiecen tirando bengalas y terminen a los cañonazos. Estaba previsto que bombardearan el Vapor de la Carrera" (6).
Sotelo venía en el Vapor de la Carrera como periodista.
Citas:
(1) Maiztegui; Op. Cit.; Pág. 820.
(2) Ver por ejemplo:
Se recuerdan hoy 30 años del retorno al país de Wilson Ferreira Aldunate; Canal 12 de Melo; 16 junio 2014. Youtube
https://www.youtube.com/watch?v=hgcfhTya19I
Y
Homenaje a Wilson Parte 2; 1971joven; 20 marzo 2008; Youtube
https://www.youtube.com/watch?v=DL0HXwZ7Gqc)
(3) Maiztegui; Op. Cit.; 821.
(4) Ídem; 823.
(5) Entrevista de Diego Achard a Hugo Medina; Citada por Achard; Op. Cit.; Pág. 272.
(6) Seré Curioso: Gerardo Sotelo; 26 de mayo 2015; Montevideo Portal.
http://www.montevideo.com.uy/Noticias/Sere-Curioso-Gerardo-Sotelo-uc272234
15 de junio. 21:30hs- Parte del Puerto de Buenos Aires hacia Montevideo el Vapor de la Carrera "Ciudad de Mar del Plata II", que en uno de sus viajes rutinarios transporta al líder nacionalista Wilson Ferreira Aldunate.
Ferreira viajó con otras 500 personas, en su mayoría uruguayos, periodistas internacionales y nacionales, dirigentes nacionalistas y sus familiares directos.
Ferreira Aldunate era consciente de que no dispondría del apoyo del Partido Colorado, ni de Frente Amplio, cuyo líder Liber Seregni se había negado a reunirse con él. Lo más probable era que fuese preso, pero su acto de coraje era innegable.
16 de junio- Según el libro "Orientales" de Lincoln Maiztegui:
"Poco después [del alba], de todas partes, comenzaron a surgir barcos de la Marina militar... De uno de los navíos partieron cinco lanchones llenos de marineros y hombres- rana con las caras tiznadas, como si fueran a entrar en batalla" (1).
Tales afirmaciones -pese a su carácter heroico- no pasan de la fábula, lo que puede verificarse sencillamente viendo las filmaciones realizadas por los propios dirigentes nacionalistas (2).
En realidad, las imágenes muestran claramente a la Lancha de la Prefectura Nacional Naval ROU-70 -una lancha de rescate, desarmada- abarloando al "Ciudad de Buenos Aires", cerca de las 10:40hs.
La Lancha 70 conducía al Prefecto del Puerto de Montevideo, C/N Carlos Gianni, quien solicitó permiso para abordar el Vapor de la Carrera, cosa que hizo acompañado por dos oficiales, aparentemente desarmados.
En una toma posterior se puede observar al barreminas ROU-4 "Pedro Campbell", claramente armado y con personal militar en cubierta, aunque siempre alejado al menos 100m del Vapor de la Carrera.
Si hubo otros buques involucrados en la detención del Vapor de la Carrera, las imágenes no los muestran.
Ya a bordo, el C/N Carlos Gianni solicitó que Wilson Ferreira Aldunate le acompañara, cosa a la que éste se negó pacíficamente. "Que no me bajo, no me bajo" - afirmó luego (3).
Ante la negativa, el C/N Gianni indicó que el "Ciudad de Mar del Plata II" sería desviado hacia Punta del Este, y que Wilson Ferreira y su hijo Juan Raúl debían permanecer en sus camarotes en calidad de detenidos, sin ninguna clase de violencia.
Finalmente el buque, supuestamente falto de combustible, se dirigió al Puerto de Montevideo. Allí, tropas armadas a guerra y parapetadas tras pilas de bolsas de arena y un muro de contenedores, vigilaban su arribo y bloqueaban el acceso a la escollera.
14:40hs- Después de atracar el buque, Wilson Ferreira y su hijo son escoltados ante el Capitán Montemurro. Poco antes de ingresar a la terminal portuaria, Ferreira Aldunate se dió vuelta y saludó con sus brazos en "V", entre los vítores de sus acompañantes, que luego entonaron las estrofas del Himno Nacional.
Nadie más fue detenido.
Los dos políticos nacionalistas fueron luego conducidos en sendos helicópteros Bell UH-1 a centros de detención diferentes: Wilson Ferreira fue conducido al Cuartel de Trinidad (departamento de Flores) y Juan Raúl Ferreira a Paso de los Toros, acompañados por médicos militares.
No hubo revuelta popular alguna. La multitud que aguardaba en Montevideo -formada por nacionalistas y algunos colorados y frenteamplistas- se había desperdigado al recibir la noticia de que el vapor de la Carrera se dirigiría a Punta del Este. Más tarde se supo que algunos blancos habían concurrido armados, y un enfrentamiento con las tropas del Ejército podría haber significado una matanza, según relató Alberto Zumarán (4).
"Carpincho"
Toda la operación militar -denominada por algunos "Plan Tero" y por otros "Operación Carpincho"- había sido elaborada cuidadosamente para evitar disturbios y derramamiento de sangre.
El Tte. Gral. Medina indicó más tarde:
"Por eso movilizamos tanta gente, con el ánimo de desalentar a la población en cuanto a la reacción. Que vieran que podía convertirse en algo cruento con heridos y muertos" (5).
De hecho, el discurso de Wilson Ferreira en Concordia había amenazado con una revuelta, por lo que las autoridades realmente no sabían si a bordo del "Ciudad de Mar del Plata II" llegaban o no personas o elementos subversivos armados. Una mínima precaución profesional sugería la presencia de elementos de la policía marítima, para determinar las verdaderas intenciones de los pasajeros, cosa que parece lógica, por otra parte. De ahí la presencia del C/N Gianni.
Si el Vapor de la Carrera no aceptaba las órdenes de fondear -demostrando una actitud evidentemente hostil hacia las autoridades- el ROU Campbell estaba autorizado por escrito a abrir fuego de cañón, primero delante del barco y luego sobre él, si fuese necesario.
Entretanto, un grupo de tropas navales debían custodiar el recinto portuario.
Supuestamente, el operativo contemplaba la posibilidad de detener a varios dirigentes nacionalistas, llevarlos a bordo de la ROU-70 y transportarlos hasta el muelle del Dique Nacional, en el Cerro. Allí, algunos helicópteros de la Fuerza Aérea los transportarían a Unidades militares.
Aunque ninguno de los militares parece haber demostrado simpatía alguna por los detenidos, en todo momento se comportaron con cortesía profesional, sin golpes, empujones, amenazas, ni exhibición de armamento. Los prisioneros ni siquiera fueron esposados.
Los militares, sin embargo, contemplaron la posibilidad de violentos disturbios o de un enfrentamiento en aguas uruguayas, según lo que declaró el periodista Gerardo Sotelo a Montevideo Portal, 30 años después:
"[Montevideo Portal]-Me llamó la atención que, pensando en el día de su regreso, los militares dispusieran todo un piso en el Hospital de Clínicas para los heridos, dando por sentado que iban a haber heridos.
[Sotelo] -"Es que la llegada de Wilson podía marcar un quiebre en la estrategia militar y una presión tal que permitiera que hubiera elecciones libres. No hubo un solo herido y no hubo un solo detenido -salvo Wilson y su hijo Juan Raúl-, pero está claro que quisieron amedrentar. Por otro lado, eran militares. En su lógica, debían planificar la eventualidad de que hubiese heridos, y a dónde llevarlos para que fueran atendidos. De hecho, en el Plan Carpincho, autorizan a la Fuerza Naval a que aumente la agresividad progresivamente. Es decir, que empiecen tirando bengalas y terminen a los cañonazos. Estaba previsto que bombardearan el Vapor de la Carrera" (6).
Sotelo venía en el Vapor de la Carrera como periodista.
Citas:
(1) Maiztegui; Op. Cit.; Pág. 820.
(2) Ver por ejemplo:
Se recuerdan hoy 30 años del retorno al país de Wilson Ferreira Aldunate; Canal 12 de Melo; 16 junio 2014. Youtube
https://www.youtube.com/watch?v=hgcfhTya19I
Y
Homenaje a Wilson Parte 2; 1971joven; 20 marzo 2008; Youtube
https://www.youtube.com/watch?v=DL0HXwZ7Gqc)
(3) Maiztegui; Op. Cit.; 821.
(4) Ídem; 823.
(5) Entrevista de Diego Achard a Hugo Medina; Citada por Achard; Op. Cit.; Pág. 272.
(6) Seré Curioso: Gerardo Sotelo; 26 de mayo 2015; Montevideo Portal.
http://www.montevideo.com.uy/Noticias/Sere-Curioso-Gerardo-Sotelo-uc272234
Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. - Marco Tulio Cicerón