10-09-2017, 08:36 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 10-09-2017, 08:45 PM por Artiguista.)
8 de octubre de 1969
El 8 de octubre de 1969, en una de las acciones guerrilleras más espectaculares e insólitas de la historia política uruguaya, varios comandos del Movimiento de Liberación Nacional –Tupamaros- tomaron por asalto la comisaría, el cuartel de bomberos, la central telefónica y las sucursales de los bancos Pan de Azúcar, de Pando y República de aquella ciudad cercana a Montevideo.
No fue, entonces, la “toma” ni el copamiento de una ciudad, sino el asalto simultáneo y coordinado a varios locales preestablecios.
Mirado a la distancia, puede deducirse que la acción tenía tres claros objetivos: realizar una demostración de fuerzas; montar un gran operativo de marketing nacional e internacional coincidiendo con el segundo aniversario de la muerte del Che Guevara, y recaudar fondos.
Este último se cumplió relativamente: En total los guerrilleros robaron unos 357.000 dólares, de los cuales 157.000 fueron recuperados por la policia.
La demostración de fuerzas no fue tal, ya que toda la operación resultó un fiasco y desnudó los problemas de organización e inexperiencia de los combatientes. Pero como fenómeno mediático fue un éxito y cumplió con creces el objetivo publicitario buscado.
El costo en vidas fue absurdamente alto, tomando en cuenta que se había pretendido realizar un operativo de precisión quirúrgica, que mostrara al mundo que los tupamaros eran capaces de adueñarse de una ciudad, robar sus bancos, inmovilizar a la policía y retirarse sin disparar una sola.
El 8 de octubre de 1969, en una de las acciones guerrilleras más espectaculares e insólitas de la historia política uruguaya, varios comandos del Movimiento de Liberación Nacional –Tupamaros- tomaron por asalto la comisaría, el cuartel de bomberos, la central telefónica y las sucursales de los bancos Pan de Azúcar, de Pando y República de aquella ciudad cercana a Montevideo.
No fue, entonces, la “toma” ni el copamiento de una ciudad, sino el asalto simultáneo y coordinado a varios locales preestablecios.
Mirado a la distancia, puede deducirse que la acción tenía tres claros objetivos: realizar una demostración de fuerzas; montar un gran operativo de marketing nacional e internacional coincidiendo con el segundo aniversario de la muerte del Che Guevara, y recaudar fondos.
Este último se cumplió relativamente: En total los guerrilleros robaron unos 357.000 dólares, de los cuales 157.000 fueron recuperados por la policia.
La demostración de fuerzas no fue tal, ya que toda la operación resultó un fiasco y desnudó los problemas de organización e inexperiencia de los combatientes. Pero como fenómeno mediático fue un éxito y cumplió con creces el objetivo publicitario buscado.
El costo en vidas fue absurdamente alto, tomando en cuenta que se había pretendido realizar un operativo de precisión quirúrgica, que mostrara al mundo que los tupamaros eran capaces de adueñarse de una ciudad, robar sus bancos, inmovilizar a la policía y retirarse sin disparar una sola.
“Dulce et decorum est pro patria mori”