10-13-2016, 02:51 AM
Saludo del Sr. Cte. en Jefe del Ejército en el día del Arma de Caballería
10.10.16 | Comandante en Jefe del Ejército
El 12 de octubre de 1825 en los campos de Sarandí, la caballería oriental al mando del bravo Brigadier General Juan Antonio Lavalleja daba al mundo un mensaje claro y contundente: los orientales unidos eran invencibles y estaban dispuestos a pelear por sí solos por su libertad.
Esta batalla decidió al gobierno porteño a aceptar la incorporación de la Provincia Oriental, con la consiguiente declaración de guerra del Imperio del Brasil, que daría lugar a un conflicto que terminaría, 3 años después, en nuestra independencia política.
Volvía ese día la caballería oriental a ser protagonista de nuestra historia, como lo había sido en la década anterior junto al más grande caudillo que dio este suelo.
Los herederos de aquellos heroicos soldados hacemos hoy un justo reconocimiento a aquel puñado de valientes que en aquella carga, ante fuerzas notoriamente superiores en número y armamento, pusieron de manifiesto los valores más altos del Soldado Oriental, e inspiraron a tantos otros Jinetes que en el correr del tiempo, con otros medios de combate y en distintas circunstancias, honraron el uniforme de la Institución que fuera fundamental en el parto de nuestra Nación.
Custodio de esa herencia, el Soldado de Caballería ha sabido adaptarse a los tiempos modernos, con la constante actualización que ello requiere, cambiando la monta y los aperos por los medios Mecanizados y Blindados, adaptando su técnica de empleo y su doctrina, pero manteniendo inalterado el espíritu de Sarandí, permitiéndole enfrentar los nuevos desafíos y amenazas, que se presentan en un horizonte cada vez más complejo.
Es el espíritu de entrega y la característica concepción del deber de los integrantes del Arma de Caballería lo que en gran medida contribuirá a nuestro decidido esfuerzo, en este momento tan particular de nuestra historia, por mantener la integridad, la cohesión y el profesionalismo de la Fuerza, respondiendo a quienes solo buscan nuestro debilitamiento, que el Ejército Nacional está de pie, inspirado en los héroes de aquel 12 de octubre y decidido más que nunca a cumplir con la misión histórica que le corresponde, le pese a quien le pese.
Con la confianza plena en la capacidad y compromiso de sus hombres saludo, en este día tan significativo, al Personal Superior y Subalterno del Arma de Caballería, cualquiera sea su situación de revista y el lugar en que se encuentren, dentro o fuera de fronteras, transmitiendo mi más profundo reconocimiento a su labor entusiasta, y exhortándolos a seguir forjando su rico historial con lealtad, disciplina, abnegación, valor y honor para la eterna gloria del Arma y de nuestro Ejército.
El Comandante en Jefe del Ejército
General de Ejército
Guido Manini Ríos
10.10.16 | Comandante en Jefe del Ejército
El 12 de octubre de 1825 en los campos de Sarandí, la caballería oriental al mando del bravo Brigadier General Juan Antonio Lavalleja daba al mundo un mensaje claro y contundente: los orientales unidos eran invencibles y estaban dispuestos a pelear por sí solos por su libertad.
Esta batalla decidió al gobierno porteño a aceptar la incorporación de la Provincia Oriental, con la consiguiente declaración de guerra del Imperio del Brasil, que daría lugar a un conflicto que terminaría, 3 años después, en nuestra independencia política.
Volvía ese día la caballería oriental a ser protagonista de nuestra historia, como lo había sido en la década anterior junto al más grande caudillo que dio este suelo.
Los herederos de aquellos heroicos soldados hacemos hoy un justo reconocimiento a aquel puñado de valientes que en aquella carga, ante fuerzas notoriamente superiores en número y armamento, pusieron de manifiesto los valores más altos del Soldado Oriental, e inspiraron a tantos otros Jinetes que en el correr del tiempo, con otros medios de combate y en distintas circunstancias, honraron el uniforme de la Institución que fuera fundamental en el parto de nuestra Nación.
Custodio de esa herencia, el Soldado de Caballería ha sabido adaptarse a los tiempos modernos, con la constante actualización que ello requiere, cambiando la monta y los aperos por los medios Mecanizados y Blindados, adaptando su técnica de empleo y su doctrina, pero manteniendo inalterado el espíritu de Sarandí, permitiéndole enfrentar los nuevos desafíos y amenazas, que se presentan en un horizonte cada vez más complejo.
Es el espíritu de entrega y la característica concepción del deber de los integrantes del Arma de Caballería lo que en gran medida contribuirá a nuestro decidido esfuerzo, en este momento tan particular de nuestra historia, por mantener la integridad, la cohesión y el profesionalismo de la Fuerza, respondiendo a quienes solo buscan nuestro debilitamiento, que el Ejército Nacional está de pie, inspirado en los héroes de aquel 12 de octubre y decidido más que nunca a cumplir con la misión histórica que le corresponde, le pese a quien le pese.
Con la confianza plena en la capacidad y compromiso de sus hombres saludo, en este día tan significativo, al Personal Superior y Subalterno del Arma de Caballería, cualquiera sea su situación de revista y el lugar en que se encuentren, dentro o fuera de fronteras, transmitiendo mi más profundo reconocimiento a su labor entusiasta, y exhortándolos a seguir forjando su rico historial con lealtad, disciplina, abnegación, valor y honor para la eterna gloria del Arma y de nuestro Ejército.
El Comandante en Jefe del Ejército
General de Ejército
Guido Manini Ríos
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".