12-30-2020, 08:22 PM
Les dejo otra nota de búsqueda:
Un avión veterano a la medida del Uruguay
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Nº 2104 - 30 de Diciembre de 2020 al 6 de Enero de 2021
Una de las duras enseñanzas que dejó la guerra de Corea a Estados Unidos en la década de 1950 fue la necesidad de contar con un nuevo concepto de avión de carga que fuera fuerte, versátil y que pudiera bajar casi en cualquier lado, con soldados, paracaidistas, un camión, un helicóptero, un presidente o camillas con heridos.
El avión construido resultó tan bueno que ganó fama en todo el mundo y más de seis décadas después se sigue fabricando bajo la denominación Super Hercules y se vende a un costo aproximado de 80 millones de dólares, una fortuna para los presupuestos locales.
El KC-130 H Hercules, una de las cerca de 40 versiones que existen, es una aeronave de origen estadounidense, fabricada por la Lockheed Martin, de construcción enteramente metálica, de ala alta, cabina presurizada, tren de aterrizaje robusto y retráctil, gran autonomía, gran capacidad de carga y reabastecedor de combustible en vuelo, impulsada por cuatro motores turbo hélice.
Los dos aviones comprados ahora a España por 22 millones de euros incluyendo un millón en repuestos, son de la década de 1970 pero cuentan con actualizaciones de cabina con tecnología del año 2000, equipadas con Glass Cockpit (instrumental de vuelo basado en pantallas), sistemas de automatización del vuelo (piloto automático) y sistemas específicos de operación militar.
El estudio realizado por la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) concluyó que, con la llegada de estas dos aeronaves, “el país mantiene el alcance logístico estratégico a cualquier punto del planeta” y podrá “trasladar pasajeros y carga, y mantener abierta la ruta logística de abastecimiento con la Base Científica Antártica Artigas y con el personal uruguayo desplegado en misiones de paz al servicio de las Naciones Unidas”.
La FAU destacó que “es posible socorrer a personas afectadas por desastres naturales en nuestro país y en países amigos, pudiendo transportar hasta 92 pasajeros o 74 camillas” y que “también es posible ampliar los tiempos de permanencia en el aire de las aeronaves que patrullan nuestro espacio aéreo y las fronteras en busca de tránsitos irregulares”.
El Hercules C130-H puede alcanzar hasta 18 horas de vuelo dentro del área de responsabilidad de búsqueda y rescate de 1.770.000 km2 que le corresponde a Uruguay. La gran puerta de carga y rampa permite el ingreso de importantes volúmenes y en caso de ser necesario, la carga puede ser lanzada en vuelo en zonas aisladas. Asimismo, permite desempeñar operaciones de hasta 64 paracaidistas.
La designación KC se desglosa en K (tanquero) y C (carguero), o sea un avión capaz de transportar volúmenes de carga importantes y además repostar a las aeronaves que son capaces de recibir combustible en vuelo.
La capacidad de reabastecimiento en vuelo de estos aviones provocó ironías en redes sociales y en la oposición debido al estado precario de las aeronaves de que dispone la FAU.
Antes de despegar de la base, los españoles retiraron un sistema de desvío de misiles con que contaba cada avión. Aun así, en la FAU consideran que la veterana plataforma está hecha “a la medida del Uruguay” sobre todo debido a la versatilidad y robustez. Otro punto a favor es que el país ya tiene 30 años de experiencia con esos aviones, cuenta con los técnicos y maneja muy bien las cadenas logísticas.
Un avión veterano a la medida del Uruguay
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Nº 2104 - 30 de Diciembre de 2020 al 6 de Enero de 2021
Una de las duras enseñanzas que dejó la guerra de Corea a Estados Unidos en la década de 1950 fue la necesidad de contar con un nuevo concepto de avión de carga que fuera fuerte, versátil y que pudiera bajar casi en cualquier lado, con soldados, paracaidistas, un camión, un helicóptero, un presidente o camillas con heridos.
El avión construido resultó tan bueno que ganó fama en todo el mundo y más de seis décadas después se sigue fabricando bajo la denominación Super Hercules y se vende a un costo aproximado de 80 millones de dólares, una fortuna para los presupuestos locales.
El KC-130 H Hercules, una de las cerca de 40 versiones que existen, es una aeronave de origen estadounidense, fabricada por la Lockheed Martin, de construcción enteramente metálica, de ala alta, cabina presurizada, tren de aterrizaje robusto y retráctil, gran autonomía, gran capacidad de carga y reabastecedor de combustible en vuelo, impulsada por cuatro motores turbo hélice.
Los dos aviones comprados ahora a España por 22 millones de euros incluyendo un millón en repuestos, son de la década de 1970 pero cuentan con actualizaciones de cabina con tecnología del año 2000, equipadas con Glass Cockpit (instrumental de vuelo basado en pantallas), sistemas de automatización del vuelo (piloto automático) y sistemas específicos de operación militar.
El estudio realizado por la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) concluyó que, con la llegada de estas dos aeronaves, “el país mantiene el alcance logístico estratégico a cualquier punto del planeta” y podrá “trasladar pasajeros y carga, y mantener abierta la ruta logística de abastecimiento con la Base Científica Antártica Artigas y con el personal uruguayo desplegado en misiones de paz al servicio de las Naciones Unidas”.
La FAU destacó que “es posible socorrer a personas afectadas por desastres naturales en nuestro país y en países amigos, pudiendo transportar hasta 92 pasajeros o 74 camillas” y que “también es posible ampliar los tiempos de permanencia en el aire de las aeronaves que patrullan nuestro espacio aéreo y las fronteras en busca de tránsitos irregulares”.
El Hercules C130-H puede alcanzar hasta 18 horas de vuelo dentro del área de responsabilidad de búsqueda y rescate de 1.770.000 km2 que le corresponde a Uruguay. La gran puerta de carga y rampa permite el ingreso de importantes volúmenes y en caso de ser necesario, la carga puede ser lanzada en vuelo en zonas aisladas. Asimismo, permite desempeñar operaciones de hasta 64 paracaidistas.
La designación KC se desglosa en K (tanquero) y C (carguero), o sea un avión capaz de transportar volúmenes de carga importantes y además repostar a las aeronaves que son capaces de recibir combustible en vuelo.
La capacidad de reabastecimiento en vuelo de estos aviones provocó ironías en redes sociales y en la oposición debido al estado precario de las aeronaves de que dispone la FAU.
Antes de despegar de la base, los españoles retiraron un sistema de desvío de misiles con que contaba cada avión. Aun así, en la FAU consideran que la veterana plataforma está hecha “a la medida del Uruguay” sobre todo debido a la versatilidad y robustez. Otro punto a favor es que el país ya tiene 30 años de experiencia con esos aviones, cuenta con los técnicos y maneja muy bien las cadenas logísticas.