07-17-2019, 10:46 PM
La "familia militar" como nicho electoral
Adolfo Garcé
BUSQUEDA
La extraordinaria votación de Cabildo Abierto, el nuevo partido creado en torno al liderazgo del general Guido Manini Ríos (destituido de su cargo de comandante en jefe del Ejército en febrero de este año), fue una de las grandes sorpresas de la votación del domingo 30 de junio.
Los sondeos de opinión pública vienen mostrando que la sorpresa podría repetirse en la elección parlamentaria por lo que su líder podría convertirse, en tiempo récord, en senador de la República.
¿De dónde vienen los votos a Cabildo Abierto? ¿Confirmará este excelente desempeño en octubre? La mayor parte de esos 50 mil votos son de la "familia militar". De hecho, es decir, más allá de sus intenciones (no tengo cómo conocerlas), Manini Ríos comenzó su fulgurante carrera política en setiembre del año pasado cuando se enfrentó con el Poder Ejecutivo por el proyecto de reforma del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas.
En ese momento, sostuvo que la reforma de la caja militar afectaba a las "dos terceras partes del Ejército", y cuestionó públicamente la interpretación sobre las consecuencias de la reforma realizada por el ministro Ernesto Murro: "Simplemente creo que no está bien informado. Si el señor ministro agarrara una calculadora y tomara los términos de la ley y la realidad de nuestros soldados, se va a dar cuenta de que lo que digo es así. El soldado va a tener que hacer más años para irse con la mitad" (de su salario).
Sus críticas a la reforma previsional le valieron 30 días de arresto a rigor. En ese momento, importantes dirigentes de la oposición respaldaron al general sancionado. Julio María Sanguinetti tuiteó: "Si un comandante no tiene la confianza del gobierno lo puede remover. Pero aplicarle 30 días de arresto a la máxima jerarquía del Ejército es simplemente un intento de humillación a las Fuerzas Armadas. En ocasiones hemos criticado actos del Gral. Manini. Pero en este caso tiene razón, porque sus dichos, respetuosos, simplemente defendían los derechos de sus subordinados, hoy en estado de pobreza".
Los senadores nacionalistas Álvaro Delgado, Javier García, Luis Alberto Heber y Jorge Larrañaga criticaron la sanción. El intendente Sergio Botana fue más lejos todavía: "El 18 voy a ir al aeropuerto a recibir al comandante Guido Manini con la misma actitud que fui al puerto (a recibir a Wilson) el 16 de junio de 1984".
También Edgardo Novick se solidarizó con el comandante sancionado: "Arrestamos a los que dicen la verdad y dejamos libres a los delincuentes", expresó.
Efectivamente, la reforma de la caja militar concretada en octubre del año pasado afecta a la "familia militar". Pero, además, los militares tienen razones de largo plazo para estar irritados con la "clase política" y para buscar "oxígeno" en partidos nuevos.
El presupuesto del Ministerio de Defensa Nacional muestra una tendencia declinante desde los años ochenta en adelante. Durante la dictadura los fondos asignados superaban el 3% del PIB. El presupuesto del MDN alcanzó su máximo en 1982: 3,71% del PIB. Desde la restauración de la democracia en adelante se redujo a la tercera parte.
Entre 2008 y 2015 pasó de 1,32 a 1,10% del PBI.
Los sueldos de los soldados son los más bajos de la administración central. En 2015, Jorge Menéndez, en ese entonces subsecretario de Defensa, reconoció que el "60% de los soldados están en situación de pobreza". En suma, sobran las razones para pensar que a Manini Ríos lo votan los soldados porque desde su cargo de comandante en Jefe del Ejército se atrevió a defender públicamente los intereses contantes y sonantes de las FFAA.
Si esta interpretación es correcta, las estrategias electorales de los partidos que aspiren a recuperar el voto de la "familia militar" tendrán que incorporar señales en esa dirección. No hay que sorprenderse, por tanto, si durante los próximos meses proliferan los discursos prometiendo mejoras en el presupuesto militar, y en los sueldos y condiciones de vida de los soldados.
Está muy claro que en ese "mercado" hay un nicho de electores políticamente significativo: hay un senador en juego.
Pero quiero agregar dos argumentos. En primer lugar, soy de los que piensa que Tabaré Vázquez hizo lo correcto cuando sancionó a Manini en setiembre del año pasado. Los uruguayos tenemos buenas razones para inquietarnos cuando los uniformados se extralimitan.
Sin embargo, el presidente debió "blindar" políticamente esa decisión buscando el apoyo de otros partidos para evitar lo que terminó ocurriendo: que los líderes de oposición vieran en este episodio una oportunidad para cuestionar al gobierno y para enviar señales de solidaridad hacia los soldados en tanto electores.
Ahora, tomando nota de los 50 mil votos cosechados por Cabildo Abierto, seguramente todos ellos (blancos, colorados, frenteamplistas) estén lamentando las decisiones adoptadas.
En segundo lugar, estoy convencido que debería estar expresamente prohibido por la Constitución que quien ha ocupado un cargo como el de comandante del Ejército pueda ser candidato a la Presidencia sin que medie un período razonable de tiempo (cinco años mínimo).
La Corte Electoral, interpretando el artículo 201 de la Constitución, está analizando si Robert Silva, integrante del Codicen, puede ser o no candidato a la vicepresidencia. Se discute, con cierta frecuencia, tomando nota de casos como los de Raúl Sendic o Carolina Cosse, si no debería estar prohibido integrar fórmulas presidenciales inmediatamente después de haber presidido un ente autónomo. Con más razón deberíamos regular la actuación electoral de los jerarcas militares.
Adolfo Garcé
BUSQUEDA
La extraordinaria votación de Cabildo Abierto, el nuevo partido creado en torno al liderazgo del general Guido Manini Ríos (destituido de su cargo de comandante en jefe del Ejército en febrero de este año), fue una de las grandes sorpresas de la votación del domingo 30 de junio.
Los sondeos de opinión pública vienen mostrando que la sorpresa podría repetirse en la elección parlamentaria por lo que su líder podría convertirse, en tiempo récord, en senador de la República.
¿De dónde vienen los votos a Cabildo Abierto? ¿Confirmará este excelente desempeño en octubre? La mayor parte de esos 50 mil votos son de la "familia militar". De hecho, es decir, más allá de sus intenciones (no tengo cómo conocerlas), Manini Ríos comenzó su fulgurante carrera política en setiembre del año pasado cuando se enfrentó con el Poder Ejecutivo por el proyecto de reforma del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas.
En ese momento, sostuvo que la reforma de la caja militar afectaba a las "dos terceras partes del Ejército", y cuestionó públicamente la interpretación sobre las consecuencias de la reforma realizada por el ministro Ernesto Murro: "Simplemente creo que no está bien informado. Si el señor ministro agarrara una calculadora y tomara los términos de la ley y la realidad de nuestros soldados, se va a dar cuenta de que lo que digo es así. El soldado va a tener que hacer más años para irse con la mitad" (de su salario).
Sus críticas a la reforma previsional le valieron 30 días de arresto a rigor. En ese momento, importantes dirigentes de la oposición respaldaron al general sancionado. Julio María Sanguinetti tuiteó: "Si un comandante no tiene la confianza del gobierno lo puede remover. Pero aplicarle 30 días de arresto a la máxima jerarquía del Ejército es simplemente un intento de humillación a las Fuerzas Armadas. En ocasiones hemos criticado actos del Gral. Manini. Pero en este caso tiene razón, porque sus dichos, respetuosos, simplemente defendían los derechos de sus subordinados, hoy en estado de pobreza".
Los senadores nacionalistas Álvaro Delgado, Javier García, Luis Alberto Heber y Jorge Larrañaga criticaron la sanción. El intendente Sergio Botana fue más lejos todavía: "El 18 voy a ir al aeropuerto a recibir al comandante Guido Manini con la misma actitud que fui al puerto (a recibir a Wilson) el 16 de junio de 1984".
También Edgardo Novick se solidarizó con el comandante sancionado: "Arrestamos a los que dicen la verdad y dejamos libres a los delincuentes", expresó.
Efectivamente, la reforma de la caja militar concretada en octubre del año pasado afecta a la "familia militar". Pero, además, los militares tienen razones de largo plazo para estar irritados con la "clase política" y para buscar "oxígeno" en partidos nuevos.
El presupuesto del Ministerio de Defensa Nacional muestra una tendencia declinante desde los años ochenta en adelante. Durante la dictadura los fondos asignados superaban el 3% del PIB. El presupuesto del MDN alcanzó su máximo en 1982: 3,71% del PIB. Desde la restauración de la democracia en adelante se redujo a la tercera parte.
Entre 2008 y 2015 pasó de 1,32 a 1,10% del PBI.
Los sueldos de los soldados son los más bajos de la administración central. En 2015, Jorge Menéndez, en ese entonces subsecretario de Defensa, reconoció que el "60% de los soldados están en situación de pobreza". En suma, sobran las razones para pensar que a Manini Ríos lo votan los soldados porque desde su cargo de comandante en Jefe del Ejército se atrevió a defender públicamente los intereses contantes y sonantes de las FFAA.
Si esta interpretación es correcta, las estrategias electorales de los partidos que aspiren a recuperar el voto de la "familia militar" tendrán que incorporar señales en esa dirección. No hay que sorprenderse, por tanto, si durante los próximos meses proliferan los discursos prometiendo mejoras en el presupuesto militar, y en los sueldos y condiciones de vida de los soldados.
Está muy claro que en ese "mercado" hay un nicho de electores políticamente significativo: hay un senador en juego.
Pero quiero agregar dos argumentos. En primer lugar, soy de los que piensa que Tabaré Vázquez hizo lo correcto cuando sancionó a Manini en setiembre del año pasado. Los uruguayos tenemos buenas razones para inquietarnos cuando los uniformados se extralimitan.
Sin embargo, el presidente debió "blindar" políticamente esa decisión buscando el apoyo de otros partidos para evitar lo que terminó ocurriendo: que los líderes de oposición vieran en este episodio una oportunidad para cuestionar al gobierno y para enviar señales de solidaridad hacia los soldados en tanto electores.
Ahora, tomando nota de los 50 mil votos cosechados por Cabildo Abierto, seguramente todos ellos (blancos, colorados, frenteamplistas) estén lamentando las decisiones adoptadas.
En segundo lugar, estoy convencido que debería estar expresamente prohibido por la Constitución que quien ha ocupado un cargo como el de comandante del Ejército pueda ser candidato a la Presidencia sin que medie un período razonable de tiempo (cinco años mínimo).
La Corte Electoral, interpretando el artículo 201 de la Constitución, está analizando si Robert Silva, integrante del Codicen, puede ser o no candidato a la vicepresidencia. Se discute, con cierta frecuencia, tomando nota de casos como los de Raúl Sendic o Carolina Cosse, si no debería estar prohibido integrar fórmulas presidenciales inmediatamente después de haber presidido un ente autónomo. Con más razón deberíamos regular la actuación electoral de los jerarcas militares.
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".