08-15-2020, 08:56 PM
Con buques vetustos, Armada no puede perseguir a los infractores
El Observador
Leonardo Haberkorn
Pueden tardar 12, 16 o 18 horas en llegar a pescadores ilegales
Un vuelo de la Aviación Naval detectó 19 embarcaciones, al parecer brasileñas, pescando en forma ilegal en aguas uruguayas. Desde el aire, se filmó y fotografió a los barcos infractores. Fue el 20 de julio.
Enterado de la noticia, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, le ordenó al comandante de la Armada, el almirante Jorge Wilson, que un barco militar zarpara de inmediato hacia la zona.
Pero el comandante Wilson le advirtió una cosa: en el mejor de los casos, el barco tardaría medio día en llegar: "Voy a mandar a la fragata, pero va a llegar y no va a encontrar nada".
Finalmente, en cuanto a los pesqueros infractores, la acción de la Armada se limitó a divulgar las imágenes tomadas, que se reprodujeron en la prensa y redes sociales. En el estado actual de la flota, no se puede hacer mucho más.
Frente a un ventanal del Comando de la Armada, en el puerto de Montevideo, el comandante Wilson señala a la flota, anclada a los pies del edificio.
"Esa es la flota. ¿Ve esa unidad contra el muelle? Está desactivada. Atrás de esa hay otra que está desactivada. Luego está la número 2, también desactivada. Luego están esos dos guardacostas, que cumplen funciones más bien en el Río de la Plata y río Uruguay: el que está a muelle está esperando entrar a dique porque está afectado de averías. El 26 es el que hace la campaña antártica, el Maldonado, es un barco que da ocho nudos de velocidad, se mueve a 12 kilómetros por hora: no puede perseguir un pesquero. Nos queda la fragata en servicio, la Uruguay, y el Oyarvide, el buque hidrográfico, que está fuera de servicio".
El almirante Wilson mostró luego en otro muelle el velero escuela Capitán Miranda, un buque balizador y un remolcador, esos sí en servicio, pero no aptos para patrullas. "No tenemos barcos aptos para correr los pesqueros.
Estamos teniendo un problema serio de materiales".
La flota de la Armada tiene 16 buques, dos de ellos dedicados al rescate marítimo. Tres de los barcos de la flota ya han sido desactivados y dos están hoy fuera de servicio. De los 11 que navegan, algunos lo hacen con "funciones restringidas", o sea que ya no pueden cumplir con todas las misiones que alguna vez realizaron. Y otros navegan en un estado definido como "precario".
En cuanto a la vigilancia de las aguas territoriales, la Aviación Naval hace su trabajo. Un avión despega de la base Capitán Curbelo, a orillas de laguna del Sauce, en Maldonado, y en pocos minutos está sobrevolando las aguas fronterizas. Pero para los infractores, ser descubiertos no representa una verdadera amenaza.
No hace tantos años atrás, la Armada tenía lanchas rápidas listas para zarpar en el puerto de La Paloma. "Navegaban a 20 nudos, pero ya no las tenemos más", lamenta el almirante.
Hoy los barcos disponibles son más grandes, más lentos y están mucho más lejos, en Montevideo.
"La gente de los pesqueros lo sabe: pasa el avión y tienen por lo menos 12 horas para estar tranquilos", dice Wilson. "¿Por qué? Porque no tenemos medios de respuesta rápida en La Paloma, no tenemos embarcaciones de baja dotación. Para mover la fragata, que está en Montevideo, tengo que citar a 120 tripulantes".
"Para hacer zarpar un barco -continúa el comandante- se necesitan no menos de seis horas de alistamiento del buque, hay que llamar a toda la tripulación que se presente, cargar víveres y combustibles, y salir. Navegando a 12 nudos de acá al Chuy, son 16, 18 horas".
La alternativa que se maneja es planificar una operación en la cual las aeronaves de la aviación naval hagan su ronda de vigilancia en un momento en que la fragata ya esté navegando en alguna zona cercana a donde suelen detectarse los pescadores ilegales.
Mecánicos que hacen magia La fragata Uruguay es un buque de 1967 que prestó servicios para la Marina de Portugal. Uruguay la adquirió en 2008, cuando los portugueses la habían descartado. Se preveía que podría prestar servicios como máximo hasta 2016, pero sigue navegando.
"Un barco se construye para servir 25 años, nadie espera que un barco de los 60 siga operativo en 1990. Nosotros estamos en 2020 con esos barcos. Hay fabricantes que ya no existen más. Algunos barcos de estos eran de la antigua Alemania Oriental, con tecnología rusa, fabricados con componentes que venían de la RDA, de Polonia, de Rumania. Nuestros mecánicos son magos".
Wilson sostiene que el personal técnico de la Armada es muy requerido por el sector privado: "Cualquier empresa con remolcadores o con lanchas se los lleva".
"Nos sacan lo mejor. Es un proceso de formación y capacitación que se da dentro de la Armada y que contribuye con el país. Pero a nosotros nos desarticula", lamentó el militar. "Donde tendríamos que tener suboficiales, cabos y marineros, de repente tenemos solo algún cabo y marineros.
Gente sin experiencia. Salimos a navegar y es gente que no ha vivido experiencias de navegaciones prolongadas, que no conoce los fallos que no puede haber".
El ministro García señaló días atrás que el gobierno mantiene "conversaciones reservadas" con países y fabricantes para incorporar equipamiento en la Fuerza Aérea y la Armada Nacional, que se encuentran en un estado que definió como crítico
El Observador
Leonardo Haberkorn
Pueden tardar 12, 16 o 18 horas en llegar a pescadores ilegales
Un vuelo de la Aviación Naval detectó 19 embarcaciones, al parecer brasileñas, pescando en forma ilegal en aguas uruguayas. Desde el aire, se filmó y fotografió a los barcos infractores. Fue el 20 de julio.
Enterado de la noticia, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, le ordenó al comandante de la Armada, el almirante Jorge Wilson, que un barco militar zarpara de inmediato hacia la zona.
Pero el comandante Wilson le advirtió una cosa: en el mejor de los casos, el barco tardaría medio día en llegar: "Voy a mandar a la fragata, pero va a llegar y no va a encontrar nada".
Finalmente, en cuanto a los pesqueros infractores, la acción de la Armada se limitó a divulgar las imágenes tomadas, que se reprodujeron en la prensa y redes sociales. En el estado actual de la flota, no se puede hacer mucho más.
Frente a un ventanal del Comando de la Armada, en el puerto de Montevideo, el comandante Wilson señala a la flota, anclada a los pies del edificio.
"Esa es la flota. ¿Ve esa unidad contra el muelle? Está desactivada. Atrás de esa hay otra que está desactivada. Luego está la número 2, también desactivada. Luego están esos dos guardacostas, que cumplen funciones más bien en el Río de la Plata y río Uruguay: el que está a muelle está esperando entrar a dique porque está afectado de averías. El 26 es el que hace la campaña antártica, el Maldonado, es un barco que da ocho nudos de velocidad, se mueve a 12 kilómetros por hora: no puede perseguir un pesquero. Nos queda la fragata en servicio, la Uruguay, y el Oyarvide, el buque hidrográfico, que está fuera de servicio".
El almirante Wilson mostró luego en otro muelle el velero escuela Capitán Miranda, un buque balizador y un remolcador, esos sí en servicio, pero no aptos para patrullas. "No tenemos barcos aptos para correr los pesqueros.
Estamos teniendo un problema serio de materiales".
La flota de la Armada tiene 16 buques, dos de ellos dedicados al rescate marítimo. Tres de los barcos de la flota ya han sido desactivados y dos están hoy fuera de servicio. De los 11 que navegan, algunos lo hacen con "funciones restringidas", o sea que ya no pueden cumplir con todas las misiones que alguna vez realizaron. Y otros navegan en un estado definido como "precario".
En cuanto a la vigilancia de las aguas territoriales, la Aviación Naval hace su trabajo. Un avión despega de la base Capitán Curbelo, a orillas de laguna del Sauce, en Maldonado, y en pocos minutos está sobrevolando las aguas fronterizas. Pero para los infractores, ser descubiertos no representa una verdadera amenaza.
No hace tantos años atrás, la Armada tenía lanchas rápidas listas para zarpar en el puerto de La Paloma. "Navegaban a 20 nudos, pero ya no las tenemos más", lamenta el almirante.
Hoy los barcos disponibles son más grandes, más lentos y están mucho más lejos, en Montevideo.
"La gente de los pesqueros lo sabe: pasa el avión y tienen por lo menos 12 horas para estar tranquilos", dice Wilson. "¿Por qué? Porque no tenemos medios de respuesta rápida en La Paloma, no tenemos embarcaciones de baja dotación. Para mover la fragata, que está en Montevideo, tengo que citar a 120 tripulantes".
"Para hacer zarpar un barco -continúa el comandante- se necesitan no menos de seis horas de alistamiento del buque, hay que llamar a toda la tripulación que se presente, cargar víveres y combustibles, y salir. Navegando a 12 nudos de acá al Chuy, son 16, 18 horas".
La alternativa que se maneja es planificar una operación en la cual las aeronaves de la aviación naval hagan su ronda de vigilancia en un momento en que la fragata ya esté navegando en alguna zona cercana a donde suelen detectarse los pescadores ilegales.
Mecánicos que hacen magia La fragata Uruguay es un buque de 1967 que prestó servicios para la Marina de Portugal. Uruguay la adquirió en 2008, cuando los portugueses la habían descartado. Se preveía que podría prestar servicios como máximo hasta 2016, pero sigue navegando.
"Un barco se construye para servir 25 años, nadie espera que un barco de los 60 siga operativo en 1990. Nosotros estamos en 2020 con esos barcos. Hay fabricantes que ya no existen más. Algunos barcos de estos eran de la antigua Alemania Oriental, con tecnología rusa, fabricados con componentes que venían de la RDA, de Polonia, de Rumania. Nuestros mecánicos son magos".
Wilson sostiene que el personal técnico de la Armada es muy requerido por el sector privado: "Cualquier empresa con remolcadores o con lanchas se los lleva".
"Nos sacan lo mejor. Es un proceso de formación y capacitación que se da dentro de la Armada y que contribuye con el país. Pero a nosotros nos desarticula", lamentó el militar. "Donde tendríamos que tener suboficiales, cabos y marineros, de repente tenemos solo algún cabo y marineros.
Gente sin experiencia. Salimos a navegar y es gente que no ha vivido experiencias de navegaciones prolongadas, que no conoce los fallos que no puede haber".
El ministro García señaló días atrás que el gobierno mantiene "conversaciones reservadas" con países y fabricantes para incorporar equipamiento en la Fuerza Aérea y la Armada Nacional, que se encuentran en un estado que definió como crítico
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".