• ¡Bienvenidos a los Foros de Uruguay Militaria!
  • Por favor registrese para comentar y participar.
  • .
¡Hola, Invitado! Iniciar sesión Regístrate


Calificación:
  • 0 voto(s) - 0 Media
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
El Gobierno Cívico Militar (1973- 1985)
#53
El Parque Hotel
(13 mayo- 5 julio 1983)
 
            13 mayo-A las 15hs se inician las conversaciones del Parque Hotel.
            Asisten los colorados Julio María Sanguinetti y Enrique Tarigo (batllismo), los blancos Juan Martín Posadas, Fernando Oliú (ambos de Por la Patria) y Gonzalo Aguirre (Movimiento Nacional de Rocha), y los cívicos Juan Vicente Chiarino, Humberto Ciganda y Julio Daverede. El Frente Amplio (FA) permanece proscripto.
            Por la Comisión de Asuntos Políticos asisten, como presidente,  el General Julio César Rapela acompañado por los generales Yamandú Trinidad, José Sequeira, Hugo Medina, Germán de la Fuente y Jorge Bazzano; los Contralmirantes Jorge Fernández y Ricardo Largher; y los Brigadieres Generales Hebert Pampillón y Fernando Arbe.
 
            Los militares seguían proponiendo, como base de la negociación, una Reforma Constitucional que repetía -salvo algunos detalles- el proyecto rechazado en el Plebiscito de 1980. El proyecto seguía manteniendo el COSENA, la concentración de poderes en el Ejecutivo, la ilegalización de la izquierda y la participación de las FFAA en la seguridad nacional. Este proyecto se plebiscitaría en marzo o abril de 1984, y no simultáneamente con las Elecciones previstas para fines de 1984.
            Los delegados del Partido Nacional leyeron el documento que habían llevado consigo, que expresaba su voluntad de diálogo, pero rechazaba la detención de Carminillo Mederos Galván. También reafirmaba que el Partido "emitirá su opinión sobre los problemas políticos, sociales y económicos toda vez que lo estime necesario" (1), estableciendo que las negociaciones "no requieren del Partido Nacional el abandono de sus principios ni la quiebra de sus lealtades" (2) y que el destino de dichas negociaciones "dependerá de la actitud recíproca de las partes involucradas en ellas, corroborada por los hechos" (3).
            A las 18:00hs se levantó la sesión. Antes, el Gral. Rapela declaró su rechazo al documento del Partido Nacional, porque "contiene críticas agresivas y asignación de intenciones falsas a las FFAA". El siguiente encuentro se fijó para el 30 de mayo.
            17 mayo- El ESMACO emite un duro comunicado en que acusa a los dirigentes partidarios de no tener real voluntad negociadora.
            20 mayo- Incautación de la edición y cierre del semanario La Democracia por 24 ediciones (26 mayo). La razón fue la publicación de la fotografía en la que el rey Juan Carlos aparecía dándole la mano a Wilson Ferreira Aldunate, foto publicada por el diario español ABC.     La Democracia era el órgano de prensa de ACF. Para Wilson Ferreira esta clausura era la demostración de que no estaban dadas las condiciones para sentarse a negociar. Su intransigencia se acentuó.
 
            21 mayo- Vuelve a reunirse la Convención Departamental de Montevideo del Partido Nacional y después de una desordenada sesión aprueba por unanimidad una declaración de protesta por los ataques del gobierno, reiterando que los nacionalistas se retirarían de las negociaciones si no se daban las mínimas condiciones de respeto y clima de diálogo.
            Juan Martín Posadas fue encargado por ACF para hablar con el General Rapela y plantearle esta decisión.
 
            24 mayo- Reunión entre Juan Martín Posadas y Rapela.  Rapela fue tajante: "La transición empieza en 1985 -dijo-.  Recién entonces los partidos políticos podrán gobernar el país como lo deseen" (4). Aparentemente, Rapela le solicitó a Posadas que le confirmase por escrito que el Partido Nacional se retiraba o no de las negociaciones. Aunque éste le prometió hacerlo, finalmente no lo llevó a cabo, lo que molestó al militar.
            Lo que Rapela no sabía era que mientras él y Posadas hablaban, León Morelli y Fernando Oliú dialogaban por teléfono con Wilson Ferreira Aldunate, para informarle lo ocurrido. Ferreira indicó que hasta que no se levantase la clausura de La Democracia no había que reunirse con la COMASPO. Esta postura intransigente y radical no fue compartida por el Directorio del Partido Nacional: los miembros del Movimiento Nacional de Rocha y varios miembros de Por la Patria- Oliú y Posadas, entre ellos- temían que si el partido se retiraba de las negociaciones, los militares seguirían las mismas con colorados y cívicos.
 
            29 mayo- Fernando Oliú, Juan Martín Posadas, Horacio Terra Gallinal, Alberto Zumarán y León Morelli llaman telefónicamente a Wilson Ferreira (que se hallaba en Londres) para plantearle la cuestión de la ruptura o no de las negociaciones. El diálogo fue muy duro: Ferreira Aldunate se sintió desautorizado y respondió que hiciesen lo que mejor les pareciera, pero que él se desvincularía de todo contacto posterior con la COMASPO, y así lo haría saber públicamente.
            En primera instancia, Juan Martín Posadas le informó los hechos, su charla con el Gral. Rapela y la posición del Directorio de adoptar una "posición intermedia", que no rompiese las negociaciones ni actuase como si no pasase nada.
            Wilson respondió- "La continuación del diálogo depende del gobierno; levanta la clausura y vamos a conversar al otro día" (5).
            Posadas respondió que la postura mayoritaria del Directorio era "no cortar definitivamente esta posibilidad de tener una negociación o un diálogo... Yo, personalmente, comparto esta opinión"
            Wilson Ferreira- "A mí no se me ocurre ninguna intermedia que no sea dejarse tocar el culo... ¿Tú crees que un partido político con la tradición del Partido Nacional puede negociar con los militares con La Democracia cerrada. Porque entonces, mañana nos violan [...] ¿Dónde está el límite? Porque lo que parece muy claro es que ellos no quieren negociar... Si nosotros partimos del supuesto que hay que tragarse cualquier cosa porque ellos son los fuertes, entonces nos tragamos el COSENA. Yo creo que es al revés. Hoy los que son fuertes son los partidos y la gente, y se corre serio peligro de perder la batalla simplemente por desconfiar de nuestras fuerzas, convenciendo al gobierno de que él es el fuerte" (6).
 
            Posadas pasó el teléfono a Horacio Terra Gallinal, que estaba de acuerdo con la postura de Ferreira Aldunate. Luego habló Fernando Oliú, que era partidario de no interrumpir las negociaciones, porque esa actitud podría dividir al partido.
            Wilson Ferreira- "¡Y se van a la mierda los divididos! ¡A mí que me importa que provoquen divisiones! Ya me están jodiendo mucho con la división entre nosotros, de un tiempo a esta parte" (7).
            Oliú intentó hacerle entrar en razón, mostrándole que la opinión general era seguir negociando.
            Wilson Ferreira- "Lo que pasa es lo de siempre. El partido es cien veces mejor que sus dirigentes. Toda la vida fue así. Históricamente, es una verdad absolutamente indiscutida. Y no será esta la primera vez que la gente les pasa por encima y los pisa [...] Yo no creo que la posición del partido sea la que ustedes tienen. Lo que pasa es que ustedes no hablan con el partido. Hablan con los convencionales, que no es lo mismo [...] de lo que hagamos en los próximos siete días depende que conservemos o no una enorme y hermosa masa de opinión que estaba atrás nuestro" (8). "Me cuesta mucho creer que podamos no perderla cuando yo, y tan luego yo, experimento una desilusión espantosa. Si yo me desilusiono, ¿qué será de la gente que no tiene ese aferramiento tradicional al partido que yo tengo? [...] ¡Pero nos quedamos solos!, ¡pero nos quedamos solos, colgados, viejo! ¿Pero Pivel no entiende nada? Perdemos la multitud, perdemos lo que hemos conquistado trabajosamente enfrentando las cosas de frente [...] Pero creo que la poca fuerza que hemos ido juntando la vamos a perder si mostramos una debilidad tan manifiesta al primer enfrentamiento. Porque el objetivo de todo esto es hacernos entrar en las negociaciones de perdedores. Desde el primer día. Jodidos y derrotados, con la bota arriba de la cabeza [...] Yo nunca he visto ganar a quien no crea que va a ganar" (9).
 
            Oliú siguió insistiendo que incluso dentro de Por la Patria la opinión mayoritaria era seguir negociando.
            WFA- "Lo que yo no entiendo es para qué me hablan por teléfono, ¿no?
            Oliú- "No, no, no. Yo te estoy explicando, Wilson...
            WFA- "Pero es que en realidad no entiendo el sentido de la llamada. Pues si resolvieron, resolvieron.
            Oliú- "No resolvimos. Fijate que te llamamos en base, justamente, a la necesidad de que tú resuelvas también. Pero yo no tengo más remedio...
            WFA- "Bueno, ya se sabe que yo estoy en contra. Que no hay fuerza humana que me haga dar vuelta, y así lo declararé públicamente. Ahora, el directorio resolverá lo que entienda conveniente resolver.
            Oliú- "Bueno, estamos. Si para eso es que te llamamos, justamente. Pero fijate que tú decís para qué te llamamos. Bueno, no.  Te llamamos para comunicarte también las realidades de acá [...]
            WFA- "¿Y mi pedido de captura?
            Oliú- "Si, si, de acuerdo.
            WFA - "Y el cierre de La Democracia?
            Oliú- "Sí, sí...
            WFA- "Entonces yo, personalmente, con esto, si quieren iniciar conversaciones, pues inícienlas para satisfacer el clima de esperanza. Pero también te digo que con ello yo no quiero tener ni responsabilidad, ni relación. No es solamente un problema de discrepancia. Con eso yo no tengo nada que ver, y así lo diré públicamente [...] Yo no decido nada. Yo decido simplemente sobre mi conducta personal.
            Oliú- "No, pero óyeme, es la conducta personal del líder...
            WFA- "¡Yo no soy líder de nada! ¿Dónde has visto a un líder que no es defendido por su partido cuando lo acusan, le tocan el culo y le piden la captura?
            Oliú- "No, pero perdoname, Wilson. Esos episodios hubieran sido válidos entonces para no concurrir.
            WFA- "Pero los episodios se suman. Es uno arriba del otro, uno arriba del otro, y yo no veo cuándo van a decir "¡basta!".
            [...]     
            Oliú- "Yo lo único que quería añadir, Wilson, es que lo veo así. No puedo dejar de decírtelo. Yo veo que, en la perspectiva inmediata, el partido, en esto, se separa.
            Wilson- "¿Pero quiénes se separan? No me hables de teorías.
            Oliú- "No es teoría. Es decir, una masa grande va a seguir.
            Wilson- "Pero ¿quién es la mayoría grande? Hablen claro.
            Oliú- "Es que no puedo decirte nombre por nombre. Pero creo que, en departamento por departamento, va a haber dirigentes que van a apoyar la posición del Directorio, que va a ser la mayoritaria, que es la de continuar el diálogo.
            WFA- "¡Y yo salgo al otro día en los diarios diciendo que yo lo mando a la puta madre que lo parió al Directorio y que no le reconozco su autoridad! No es la primera vez que pasa en la historia del partido" (10).
 
            30 mayo- Se reúne el Directorio del Partido Nacional. Oliú y Posadas llevan el cassette de la conversación con Ferreira Aldunate y se discute si continuar o no las conversaciones. La postura defendida por Ferreira Aldunate estaba en absoluta minoría. Oliú y Posadas pidieron un cuarto intermedio para hablar con los representantes de Por la Patria y con los otros miembros del Directorio, en privado. Pivel devoto se negó a oír el cassette de Wilson Ferreira, pues ya tenía posición tomada.
            Al recomenzar la sesión, Oliú, Posadas y Miguel Galán se alinearon con la postura de Wilson Ferreira y sostuvieron que el Partido Nacional debía retirarse de las negociaciones. Todos los demás opinaban lo contrario y Carminillo Mederos padre opinó "Somos hombres libres, y no necesitamos ser mandados desde el exterior" (11), criticando a postura de Wilson. Luis Alberto Lacalle defendió su postura favorable al diálogo afirmando: "La historia no hace ángulos rectos; la transición será larga y pausada. Se obtendrá mediante conquistas graduales" (12). Al votarse, 12 contra 3 decidieron mantener el diálogo. Solamente Posadas, Oliú y Galán votaron en contra.
            Tal como había predicho Oliú, se había fracturado el Partido Nacional, no solamente generándose diferencias entre el Movimiento Nacional de Rocha y Por la Patria, sino dentro de Por la Patria.
            Inmediatamente, Oliú y Posadas renunciaron a continuar representando al Directorio ante la COMASPO. Se decidió que la representación quedara a cargo del Dr. Gonzalo Aguirre y de Walter Santoro, el dirigente de Canelones.
            Después de la sesión del Directorio, Oliú, Posadas y Galán convocaron una rueda de prensa para explicar sus razones para defender la postura de ruptura de las negociaciones.   
 
            31 mayo- Horacio Terra Gallinal, Alberto Zumarán y Alembert Vaz se comunican telefónicamente con Ferreira Aldunate para comunicarle la decisión del Directorio del partido.     Ferreira Aldunate criticó la decisión con amargura, criticó al Movimiento Nacional de Rocha por no concurrir a la reunión de Porto Alegre y por adoptar decisiones importantes sin consultarlo. También dijo que lo sucedido significaba un gran triunfo de los militares y que su liderazgo estaba en cuestión. Había que esperar, comentó, pues "No hay que aparecer como responsables del eventual fracaso de las negociaciones, que evidentemente se va a producir" (13).
 
            9 junio- Segunda reunión de la COMASPO con los delegados partidarios, que fueron los mismos, exceptuando a Oliú y Posadas, delegados de Por la Patria. Rapela defendió las medidas del gobierno indicando que habían sido necesarias para "mantener la paz social" (14).
 
            La discusión giró sobre aspectos metodológicos: el Dr. Enrique Tarigo propuso agrupar los 24 puntos del documento militar y discutirlos uno a uno, lo que fue aprobado.
            Enseguida, el Dr. Gonzalo Aguirre solicitó la palabra y comenzó a leer un extenso documento reservado que criticaba duramente la propuesta militar.
            En una parte del documento, escrito por el propio Aguirre, este leyó: "las FFAA constituyen un sector de la administración, subordinadas jerárquicamente al Ministro de Defensa Nacional y, por su intermedio, al Poder Ejecutivo, que deben limitarse al cumplimiento de sus cometidos específicos, lo que no puede autorizarles injerencia alguna en las decisiones y actividades político- gubernamentales de los Poderes del gobierno" (15).
 
            Rapela, furioso, se dirigió a Gonzalo Aguirre -que le había alcanzado el documento- para responderle "Reténgalo usted. Retenga eso en sus manos, no me lo entregue, porque si lo hace tengo que darle curso, y si lo hago, se interrumpe el diálogo. Mejor manténgalo usted, y mantenga además la reserva sobre lo que se expone allí. Porque una cosa es que nosotros los escuchemos y otra es que tengamos que darle curso a ese documento, que no nos gusta" (16).
 
            Las reuniones siguieron los días 16, 19 y 27 de junio y el 5 de julio. Una sesión, programada para el 10 de junio, fue suspendida a causa del fallecimiento del General Yamandú Trinidad. Trinidad sería reemplazado por el General ® Hugo Linares Brum.   
 
            El intento de diálogo, sin embargo, fue inútil: los militares siguieron insistiendo con el texto de la nueva Constitución que ya había sido rechazada en 1980, sin que fuese posible consensuar ningún punto.
 
            El 27 de junio se produjo un fuerte enfrentamiento entre los Grales. Rapela y Medina y los Dres. Tarigo y Sanguinetti: Rapela acusó a los políticos de oponerse "por principio y no por razonamiento"; Tarigo respondió que los militares cometían el error de "mirar la Constitución por el ojo de cerradura de la subversión" (17).
 
            Los militares tenían aún  muy presente el combate contra la sedición, que habían llevado a cabo con contundencia una década atrás. Sabían lo que aquel combate significaba en términos de esfuerzo y de sangre derramada. Y nunca habían personado a los políticos que permitieron que semejante estado de cosas llegara hasta donde llegó, con el aplauso de una parte del Parlamento. Los Generales Julio César Rapela y Hugo Medina no eran hombres con ambiciones políticas, ni políticas como Gregorio Álvarez; simplemente eran profesionales que querían evitarle al Uruguay una nueva guerra interna, a como diese lugar, y consideraban que las leyes les ataban de manos en esa lucha. El Dr. Enrique Tarigo también era un profesional, pero un profesional civil y demócrata, que nunca negó la existencia de la subversión, ni el importante papel jugado por los militares en su derrota -militares de los que tenía un muy buen concepto, como comentó durante el Debate de 1980-, pero siempre afirmó que el combate contra la sedición no implicaba de ninguna forma la ruptura de la legalidad, o la modificación de la Constitución para imponer un gobierno bajo tutela militar. Eran dos posturas irreconciliables, como puede desprenderse de este diálogo del día 30 de junio.
 
            Gral. Medina- "Quería significarle al Dr. Tarigo que no es únicamente a la luz de la subversión que se toman estas medidas, sino a la luz de los acontecimientos que están ocurriendo en todo el mundo [...] Si en Uruguay no hay subversión es porque no le interesa al comunismo internacional y porque no encuentra oportuno enfrentar a un gobierno que tiene manos libres para combatirla, como es el caso actual de Uruguay [...] Nuestro punto de vista es que sí es necesario que haya un Estado de Subversión [...] No podemos olvidar que las Fuerzas Armadas, que condujeron la lucha contra la sedición, supieron cuáles fueron las carencias a las que enfrentaron; supieron de la necesidad de conseguir la herramienta legal en el parlamento y ésta les fue negada en muchas oportunidades. A esas Fuerzas Armadas las han venido a consultar desde otros países con gran asiduidad para ver cómo hicieron para combatir la sedición y con qué elementos lucharon contra ella. Nosotros -y perdonen la falsa modestia- somos escuela y elemento de consulta de muchos países amigos [...]
            Sr. Tarigo- "Para terminar, señor Presidente, quiero referirme a un libro español de fecha muy reciente, de 1980. Los españoles conocen este fenómeno de la subversión tan bien o mejor que nosotros.
            Gral. Medina- "Perdón, doctor, lo conocen pero no han podido con él.
            Gral. Rapela-  "Esa es la diferencia grande que existe con Uruguay.
            Sr. Tarigo- "Tampoco debemos ver subversivos abajo de la cama. Éste ha sido, durante mucho tiempo, un pretexto para muchos malos gobiernos, para descargar sus propias culpas a estos fenómenos.
            Gral. Rapela- "No lo dice por Uruguay.   
            Sr. Tarigo- "No lo digo por Uruguay. No quiero decirlo por nadie. Lo digo recogiendo la experiencia que te tenido del mundo.
            Gral. Rapela- "No comparto absolutamente nada de lo que usted acaba de manifestar. Porque, si en esta mesa, a diez años apenas de haber sido combatida la sedición, se están poniendo dudas respecto a la adopción de determinadas medidas -llevamos cuatro sesiones discutiendo el tema, y hay dudas de todo tipo- ¡qué será en un Parlamento! [...] Tienen un respaldo en el derecho comparado, porque los campeones de la democracia, según ustedes -o sea, los españoles- los han adoptado.
            Sr. Santoro- "Los campeones de la democracia, para mí, son los uruguayos.
            Gral. Rapela- "Para usted, sí, pero para algunos de los presentes, no. Porque resulta que hasta el rey es demócrata. Es la primera vez que veo un rey demócrata. Yo tenía otro concepto de la democracia.
            [...]
            Gral. Medina- "El Dr. Aguirre, y varios de los que han hecho uso de la palabra con anterioridad, han demostrado que no comprenden, que no entendieron, o que no quieren entender, el problema que significa la lucha contra la sedición. No me explico cómo se puede decir que comunicándole por escrito a un sedicioso preso se puede llevar a cabo esa lucha. Nada más.
            Gral. Rapela- "Deseo completar el planteo que formulara anteriormente. Mi pregunta apunta a lo siguiente: si es que todos piensan que la razón por la cual excluyen "seguridad nacional" es porque fue combatida en el año 1980 y porque, además, el concepto que se maneja a ustedes no les sirve, les voy a pedir que traigan otro, para hacer algo positivo, no todo negativo; porque hasta ahora todo es negar, negar y negar. Entonces les voy a pedir que hagan algo positivo: que traigan una solución al problema.
            Sr. Sanguinetti- "Creo que todos hemos venido con un ánimo muy positivo, y usted discúlpeme...
            Gral. Rapela- "Yo digo negativo en el sentido de que...
            Sr. Sanguinetti- "Perdóneme; pero hemos venido, repito, con un ánimo muy positivo, e inclusive hemos traído consideraciones que, a nuestro juicio, representan todos aportes positivos. Sin embargo -usted perdóneme- desde las tres de la tarde estamos sintiendo admoniciones sobre nuestro espíritu destructivo. Aquí se ha dicho que o no entendemos o no queremos entender. Hace un rato el General Medina dijo eso. Puedo aceptar que se diga que yo no entiendo; pero que no quiero entender, no. Se lo digo con todo respeto, General, pero no puedo aceptar que nadie diga que yo no quiero entender. Yo entiendo o no entiendo; pero que no quiera entender, no se lo acepto a nadie. Perdóneme, pero es así" (18).
 
            De este diálogo tan particular se desprende que los Generales Rapela y Medina no estaban defendiendo al Gobierno, sino a las Fuerzas Armadas: eso es lo que realmente estaba en negociación: la permanencia de las FFAA. 
            Tarigo estaba harto de las negociaciones: "Nos tenemos que ir; esto no da para más", decía muy enojado (19). Sanguinetti y Chiarino trataban de calmarlo. Todo el proceso era muy desgastante para los políticos.
 
            Sanguinetti afirmó que el Gral. Rapela: "Fue muy rígido en el debate. Comenzó con algunas cosas inútiles con relación de las medidas de emergencia, con relación a los estados de emergencia, etc., y a esa altura ya estábamos teniendo un comienzo de fragmentación adentro de los partidos. No hay duda de que al Parque Hotel la delegación del Partido Nacional va con el fantasma de una posible división con el criterio de Wilson Ferreira. Eso es un hecho, de modo que entonces la delegación blanca llegaba al Parque Hotel muy condicionada; y entonces, la rigidez, a su vez, de Rapela nos dificultaba mucho las cosas. Nosotros le decíamos permanentemente a Rapela: le decíamos, "usted está imponiendo rigideces que son solamente teóricas". Y creo, personalmente, que fue así. Muchas de esas rigideces, más que responder a un sentimiento de las Fuerzas Armadas, respondían realmente a la convicción personal de Rapela, que de estas cosas conocía un poco más que el resto de sus colegas" (20).  
          
            En determinado momento, los Dres. Sanguinetti y Aguirre decidieron que no se podían continuar las negociaciones, pues no conducían a nada.
            El 5 de julio, los delegados partidarios pidieron pasar a cuarto intermedio, se reunieron en una habitación del Parque Hotel y acordaron interrumpir las negociaciones.
            Sanguinetti y Aguirre se acercaron al Gral. Rapela para decirle "Mire, decidimos levantar la sesión" (21). Los militares ya esperaban algo así.
            Rapela declaró más adelante que "después de hacer un análisis de todo lo desarrollado hasta el momento, los escasos avances que hemos hecho y las dificultades que existen para poder llegar a un acuerdo, se llegó a la conclusión, por pedido expreso de los dirigentes partidarios, de hacer un receso en este diálogo para ver si, repensando la situación, se puede llegar a algún camino más propicio para que las conversaciones culminen como todos deseamos" (22).
 
Citas:
 
(1), (2), (3) Lincoln Maiztegui; Orientales (Tomo 4); Editorial Planeta; Montevideo; 2008; Pág. 686.
 
(4) Ídem; Pág. 688.
 
(5), (6), (7) Ídem; Pág. 689. Maiztegui cita la transcripción de León Morelli en su libro "Con las banderas desplegadas".
 
(8) Ídem; Pág. 689 y 690).
 
(9) Adiego Achard; Se llamaba Wilson; Ediciones Santillana; Montevideo; 2008; Pág. 201.
 
(10) Maiztegui; Op. Cit.; Pág. 690 y 691.
 
(11), (12) Ídem; Pág. 691.
 
(13), (14) Ídem; Pág. 693.
 
(15), (16) Ídem; Pág. 694.
 
(17) Ídem; Pág. 695.
 
(18) Ídem; Pág. 695 y 696.
 
(19) Miguel Lagrotta y Esteban Leonís; Mis muchas razones. Biografía política de Enrique Tarigo; Editorial Planeta; Montevideo; 2015; Pág. 154.
 
(20) Maiztegui; Op. Cit.; Pág. 697.
 
(21) Ídem; Pág. 699. Maiztegui cita una entrevista del estudiante Álvaro Carballo al Gral. Rapela.
 
(22) Ídem; Pág. 700.
Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. - Marco Tulio Cicerón
 
Reply
  


Mensajes en este tema
RE: El Gobierno Cívico Militar (1973- 1985) - danny - 05-01-2017, 06:56 PM

Salto de foro:


Browsing: 1 invitado(s)