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El Gobierno Cívico Militar (1973- 1985)
#14
El Plebiscito. 
Resultados y análisis (2a Parte).

(iv) Los resultados del Plebiscito

La votación fue normal y sin incidentes.
De 1.994.951 habilitados sufragaron 1.689.424 (84,68%).
Por el NO hubo 945.176 votos (55,9% del total de votantes); por el SÍ: 707.118 votos (41,9% del total), en blanco: 10980 (0,65%) y anulados 26.150 (1,55%).
Si solamente se tienen en cuenta los votos por NO y SÍ, los porcentajes son 56,89% y 43,11%.

En 11 departamentos hubo mayoría del NO: Salto (58,9%), Paysandú (63,9%), Río Negro (54,8%), Colonia (54,3%), San José (60,8%), Canelones (52,2%), Montevideo (62,2%), Maldonado (55,6%), Durazno (51,6%), Cerro Largo (49,4%) y Florida (52,6%).
En 8 departamentos hubo mayoría del SÍ: Artigas (60,9%), Rivera (63,7%), Tacuarembó (52,5%), Lavalleja (52,8%), Rocha (56,6%), Treinta y Tres (66,6%), Soriano 49,9%) y Flores (54,7%).

(v) Análisis y comentarios.

Indudablemente, la victoria del NO fue holgada (238.058 votos de diferencia), y aunque todos los efectivos de las Fuerzas Armadas hubiesen votado -que no lo hicieron- y hubiesen votado por el SÍ, no hubieran podido evitar dicha victoria.

Más allá de eso, llama la atención que después de 7 años de dictadura cívico- militar, 707.118 personas votaran por SÍ, independientemente de las razones que tuviesen.
Comparemos esos sufragios con los de las Elecciones Nacionales de 1971, durante las cuales votaron 1.712.766 personas (32.342 más que en el Plebiscito):

Partido Colorado: 681.624
Fórmula Mayoritaria: Bordaberry- Sapelli:   379.515 votantes
Votos por la Reelección de Pacheco Areco:  491.680 votantes
Partido Nacional: 668.822.
Fórmula Mayoritaria: Ferreyra- Pereyra: 439.649 votantes
Partido Demócrata Cristiano: 304.275

Si realmente el Plebiscito de 1980 debe considerarse una muestra de apoyo a las Fuerzas Armadas, debemos decir que éstas obtuvieron 25.494 votos más que el partido político más votado en 1971; 267.469 votos más que el candidato más votado y  215.438 votos más que los obtenidos por la reelección de Pacheco Areco.
Hay que esperar hasta 1984 para encontrar un grupo político que superase esa cantidad de voluntades: el Partido Colorado -la fórmula Sanguinetti- Tarigo- logró 777.701 votos, sobre un total de 1.930.931 sufragios. Y aún así, el porcentaje es menor: 40,3% para el Partido Colorado en 1984 contra 41,9% por el SÍ.
Por cierto que en 1984, el partido político de los militares -el Partido Unión Patriótica Salvadora de la Democracia, liderado por el Coronel Bolentini, quien falleció poco antes de las Elecciones Nacionales- solamente obtuvo 302 votos.

¿Cómo interpretamos aquellos votos por el SÍ?
Tenemos, considera el autor, dos datos a tener en cuenta: (i) Según análisis posteriores, el 75% de los votantes con edades comprendidas entre los 18 y 27 años (entre 200 y 400.000 personas (4)) votaron por el NO. (ii) Es poco probable -aunque no imposible- que aquellos que votaron a partidos de izquierda en 1971 votasen por el SÍ en 1980.
Eso significaría dos cosas:
(i)  Que los votantes colorados y nacionalistas que votaron por el NO rondarían los 600.000 o 700.000, lo que significaría entre un 44% y un 52% de la suma de los votantes de ambas colectividades en 1971. Es decir, cerca de la mitad de esos votantes estaban más conformes con un gobierno militar que con los políticos de su propio partido, o no estaban totalmente informados o convencidos de los argumentos democráticos propuestos por los defensores del NO.
(ii) Que los votantes del SÍ en 1980 provenían de diversos partidos políticos, y no de una sola agrupación, dado que los votos del SÍ superan a los de cada partido, y esto sin tener en cuenta lo dicho en (i). No hay razones para descartar absolutamente a los votantes de izquierda en la votación por el SÍ.

Más allá de los resultados electorales del Plebiscito de 1980, el plan político de las Fuerzas Armadas para 1981 se cumplió tal cual lo habían previsto los Dres. Tarigo y Pons Etcheverry: serían electo de hecho un candidato único, militar -el General ® Gregorio Álvarez- sin ninguna participación de los partidos políticos, pero con el apoyo de la Junta de Comandantes en Jefe.

Conjeturas

¿Qué habría ocurrido de ganar el SÍ?
Solamente podemos hacer algunas conjeturas al respecto, y sin grandes extrapolaciones.
Evidentemente, los miembros del gobierno cívico- militar hubieran interpretado el resultado como un apoyo a la labor de las Fuerzas Armadas y, por ende, un rechazo a la clase política. Las conversaciones de la COMASPO con los políticos seguramente no hubieran tenido lugar en 1981, ni tampoco las Elecciones Internas de los Partidos en 1982. Los partidos políticos, evidentemente, no habrían sido los mismos que los que surgieron del NO: los grandes ganadores habrían sido las fracciones de Pacheco Areco y de Alejandro Gallinal, que posiblemente se hallarían dispuestas a colaborar con un gobierno militar.  

En la interna militar, el grupo de los Tenientes de Artigas habría salido fortalecido del Plebiscito, y resulta al menos dudoso que el General Álvarez -que nunca perteneció a esa logia- fuese designado candidato único en 1981. Un candidato posible podría haber sido el General Abdón Raymúndez, que contaba con muy buen apoyo en la Junta de Generales. Aunque también se manejaban algunos nombres de civiles -como Carlos Maeso- es dudoso que fuese electo para tal cargo, después de un apoyo masivo a los militares.
Pero existen dos hechos que no podemos dejar de mencionar, conociendo "el diario de mañana": Raymúndez fallecería en 1983 y en diciembre de 1982 se produciría la ruptura de la "tablita" y una de las crisis económicas más profundas del Uruguay. Cabe entonces hacerse algunas preguntas: ¿habría asumido Alejandro Vegh Villegas como Ministro de Economía, y podría haber evitado la crisis? ¿Se habría producido la crisis de todas formas, causando además un grave problema institucional, debido a que los partidos políticos seguirían descabezados y desorganizados, y a que el diálogo con los militares estaría cerrado? En tal caso, los resultados -como había previsto el Dr. Pons Etcheverry- serían la violencia y el enfrentamiento con un régimen que dispondría de todas las armas legales para imponer lo que quisiese. ¿Sería descartable, en tal caso, un levantamiento de los nacionalistas acaudillados por Wilson Ferreira, con resultados imprevisibles?

Tampoco es descartable, por cierto, que fallecido un hipotético presidente militar en 1983, y alejado el General Álvarez del poder, los resultados hubiesen sido los mismos: que los militares entregasen el poder entre 1984 o 1985, después de una reorganización y un diálogo con la clase política uruguaya.

Citas  

(4) Estimación del autor en base a datos estadísticos de la CELADE.
CELADE, Boletín Demográfico, Año 21, Nº 42, Santiago de Chile, 1988.
Ver:  http://www.eurosur.org/FLACSO/mujeres/ur...demo-1.htm
Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. - Marco Tulio Cicerón
 
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Mensajes en este tema
RE: El Gobierno Cívico Militar (1973- 1985) - danny - 03-20-2016, 02:46 AM

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