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El Gobierno Cívico Militar (1973- 1985)
#8
El Debate Televisivo (3a Parte)
(14 noviembre 1980) 


(vii) Las intervenciones finales.
 
            Pero Enrique Tarigo fue mucho más directo en su intervención final, y puso el dedo en la llaga, molestando no solo a los defensores del SÍ sino a los mismos conductores del programa.
 
            En su intervención final, Tarigo se mostró bastante decepcionado y molesto y así lo dijo, con una claridad dura e hiriente.
            [Tarigo]-          "Yo diría que este programa no ha cumplido totalmente su objetivo. Creo que hemos hablado poco de la Constitución y hemos hablado mucho, han hablado mucho de... Ha hablado mucho el Coronel Bolentini. No quiero ser muy preciso [con] una cosa que no tiene que ver con el texto constitucional.
            [Giacosa]-       "Era muy difícil hacerlo así, ¿verdad?
            [Tarigo]-          "Era muy difícil, pero debimos haberlo hecho y debimos haber hecho el esfuerzo de hacerlo. Porque en este país se están trastocando tantas cosas que parecería que contra la subversión estuvieron solamente los sectores del gobierno, y que los sectores de la oposición no estuvimos contra la subversión. {Se dirige a Bolentini} Y, señor, yo me tuve que comprar un revólver-mejor dicho, me lo compró una Asociación de la que soy Asesor Letrado- y tuve que contratar un seguro sobre mi casa, y yo aparecí en un «berretín» -una fotografía de sociales, en algún lugar donde yo había concurrido- y marcados mis... En esa misma situación estuvimos un montón de ciudadanos de este país. {Molesto; levanta la voz} Y entonces ahora, el Coronel Bolentini es una especie de San Jorge que luchó contra el dragón. ¿Y nosotros, qué fuimos nosotros los uruguayos, que además de haber aguantado a la subversión y de haber sufrido a la subversión, hemos tolerado estos 7 años de gobierno autoritario? ¿Nosotros, qué? 
            "Pero yo no quiero hacerle el juego al Coronel Bolentini {Bolentini sonríe} que es muy habilidoso en estas cosas y que seguramente lo ha hecho deliberadamente. Yo no quiero hablar de aquello, aunque estoy dispuesto a hablar donde sea y con quien sea, porque nuestro tema de hoy es la Constitución. Y nosotros lo que queríamos hacer era colaborar con la población, que no tiene partidos políticos, que no tiene dirigentes políticos, que no sabe nada.
            "Anoche, un vespertino hizo una encuesta, y de 30 personas, 28 no saben lo que se va a votar. Y no saben lo que es la Constitución, no la leyeron, y no tienen idea de las cosas.
            "Entonces, nuestra función, que hoy era yo diría casi pedagógica...
            [Giacosa]-       "Es la primera vez que pasa, ¿verdad?
            [Tarigo]-          "No, no; en esta forma nunca, porque en otras épocas estaba el intermediario, que es el político.
            [Asadur]-         "Perdón...
            [Tarigo]-          {Con ironía} "No, perdóneme, perdóneme también, que me han dejado hablar poco {Todos se ríen}.
            "Yo digo que esta sesión no ha tenido el carácter pedagógico, didáctico -diría yo- que debió tener. Quizás podamos hacer otra y hablar un poco más sobre la Constitución".
 
            Y enseguida expuso un argumento, que terminó por derrumbar la defensa del SÍ, descolocando totalmente al Coronel Bolentini con su propio razonamiento, y sacándole dramatismo al argumento de que cundiría el caos si se votaba por NO.
            [Tarigo]-          "Pero si tengo que cerrar mi intervención aquí, yo diría que este proyecto de Constitución... Al Coronel Bolentini le preocupa todavía hoy la subversión, le preocupa el comunismo, que son preocupaciones razonables. Pero a mí más que el comunismo y la  subversión me preocupa la democracia, que en este país hace muchos años que no existe. Porque yo soy profundamente demócrata. Soy anticomunista porque soy demócrata, no me digo demócrata porque soy anticomunista.
            "Y yo diría que esta Constitución que se proyecta no se parece ni a la Constitución de Francia, ni a la Constitución de Italia, ni a la de Estados Unidos, ni a la de Alemania Federal. Esta Constitución a la que más se parece es a la de los países comunistas, porque establece lo que ellos llaman la «centralización del poder», el «centralismo democrático». Esto establece el centralismo, la verticalidad de un Poder Ejecutivo poderoso, y tiene ese concepto de Seguridad que tiene también la Constitución de la Unión Soviética, como que la Seguridad es una especie de diosa tutelar de los uruguayos ahora. Lo único que nos preocupa es la seguridad y no nos preocupa el resto de las cosas. Yo diría más: yo diría que si yo fuera comunista, yo votaría por esta Constitución {Bolentini le mira con un gesto que parece significar «¿cómo dice?»}. Votaría por esta Constitución con este sentido muy claro - a mi juicio-: voto esta Constitución que establece ese poder totalitario, ese poder autoritario, concentrado en el Poder Ejecutivo y en el Ejército y después -como soy comunista- trato de infiltrar al Ejército. {Mira a Bolentini con mucha seriedad} ¿Por qué? ¿Por qué el comunismo no puede un día infiltrar al Ejército en este país, o en cualquier país? ¿No lo ha infiltrado ya en algunos países? ¿No lo infiltró en Portugal? ¿No había un plan en el Perú para infiltrarlo, que se publicó y se desbarató? ¿No ha infiltrado el comunismo organismos tan respetables como puede ser el Ejército? Y entonces, ¿por qué no?  Con esta Constitución y con un Ejército infiltrado por el comunismo, tenemos en este país el régimen más comunista y más perfecto. Sin subversión, sin guerra y sin nada.
            "Esta es una Constitución totalitaria. Esta es una Constitución apta para un partido fascista, o un partido comunista, pero no me sirve a mí que no soy fascista, ni comunista. No me sirve a mí que soy colorado, que soy demócrata, y que soy liberal, y por eso la voy a votar con NO. Y yo creo que es un deber , casi un deber cívico, un deber moral, votar por NO.
            "No va a pasar ningún apocalipsis en este país, no va a producirse ninguna Nicaragua, porque ¿quién va a iniciar o a desatar el caos? ¿Los que ganamos con el NO? Pero caramba: si ganamos hemos sido los triunfadores; en 9 años no pudimos expresarnos; nos expresamos y ganamos: no vamos a desatar el caos. Y el caos supongo yo que no lo van a desatar las Fuerzas Armadas, que son el órgano titular de la paz, de la seguridad y del orden. De manera que no va a haber ningún caos".
 
            Después del puñetazo en el rostro, Tarigo extendió una mano, una mano abierta al diálogo, que predecía lo que ocurriría inevitablemente unos años más tarde
            [Tarigo]-          "Hay que votar por NO, y votado por NO los militares -los militares, de quienes yo tengo mucha mejor opinión {Mira a Viana} de la que Uds. puedan creer. Yo tengo mala opinión de los civiles que han aconsejado a los militares. Y perdónenme Uds., no personalizo con Uds. dos, ni mucho menos.
            [Bolentini]-      "Conmigo no, porque yo soy militar.
            [Tarigo]-          "Muy bien; con Ud. no pasa nada. No personalizo con el Dr. Viana Reyes -lo digo expresamente- de quien tengo muy buena opinión {Bolentini y Viana sonríen}, pero creo que los militares han sido mal aconsejados. Creo que por quedar bien, por ser simpáticos, cada civil que los ha asesorado les ha aconsejado una tranca más, y una retranca más y por eso esta Constitución está llena de esas cosas, con las cuales uno dice: «Con cuatro o cinco se pudieron haber transado, porque la transacción es razonable, y es cosa de hombres razonables». Pero no con todas las cosas que tiene esta Constitución, y que la hacen inaceptable.
            "Pero, digo, triunfado el NO el primero de diciembre, los partidos políticos de este país: el Partido Nacional, y el Partido Colorado, yo me animo a decir, -no tengo la bola de cristal- yo me animo a asegurar que tienen la mejor disposición de entrar a conversar con los militares, y los militares tendrán que entender que si en este país se desproscribe a media docena de personas, nada más que a media docena de personas, que son realmente los líderes políticos de este país, y se sientan alrededor de una mesa media docena de militares con esa media docena de esos líderes, que tienen importancia, no porque se llamen Jorge Batlle, o Amílcar Vasconcellos, o Carlos Julio Pereyra, tienen importancia porque detrás suyo tienen una parte importante de la opinión pública y de la población del país, la solución se encuentra no en seis meses, se encuentra en seis horas, o en seis días, porque este país tiene una profunda tradición democrática, y este país tiene que encontrar un camino de salida razonable, con las garantías razonables para todos.
            "Pero no con este proyecto de Constitución que contradice de punta a punta lo que han sido todas las constituciones, no la de 1967 -que era una buena Constitución- sino la de 1967 y todas hasta llegar a 1830. La Constitución está pensada en base a principios y en base a ideas que no son democráticas, ni son republicanas, ni son representativas; y yo diría más, que no son ni uruguayas.
           
            Tarigo, además, demostró su espíritu conciliador al valorar la importancia del debate que se estaba llevando a cabo.
            [Asadur]-         "Yo creo que personalmente -no sé Carlos- habría que apreciar, y más Ud. que el Coronel Bolentini y el Dr. Viana este fundamento.
            [Tarigo]-          "No, yo aprecio el valor. No es una crítica al programa lo que yo hago; es una crítica al desarrollo del programa. Comprendo, naturalmente, que cada cual...
            [Asadur]-         "Perdón; no hubo trabas...
            [Tarigo]-          "¡No hubo trabas ninguna!
            [Asadur]-         "... a la libre espontaneidad de los participantes.
            [Tarigo]-          "¡En absoluto! Lo que pasa es que en un programa que quiere llegar a la población, a diecinueve o a quince días del plebiscito, yo creo que tendríamos que haber desmenuzado un poco más el texto de la Constitución. Fíjese que tenemos la Constitución aquí y ni siquiera la hemos abierto {Sonríe} para leer la Constitución, y tenemos el proyecto..."
 
            Bolentini, en su exposición final, volvió a defender el proyecto de Constitución diciendo que estaba orientaba por el pensamiento  "artiguista" y que presentaba soluciones a problemas del pasado, volviendo a insistir con la omisión y el desgobierno, un argumento que a estas alturas había perdido su valor. Además, Bolentini rechazó cerrilmente cualquier diálogo con los políticos, como había sugerido Tarigo.
            [Bolentini]-      "Digo que esta Constitución está hecha por hombres que pensaron en la Patria, y no por hombres que pensaron en partidos, y no creo que sea democrático -y ya lo digo adelantándome a los acontecimientos- que se reúnan las Fuerzas Armadas a conversar con 4 o 5 personas que se atribuyen una representatividad que no sé si hoy la tienen, que no sé por qué se les da. Pero no creo que eso [sea] democracia, porque no creo que haya nadie que tenga el derecho de asumirse una representación que en el momento no tiene. Veremos  si en el devenir del tiempo, cuando las circunstancias se den, tienen esa representatividad, porque no hay que olvidar que sobre ellos está pesando la responsabilidad de los hechos pasados".
            Bolentini, un hombre muy inteligente, se negaba sin embargo a admitir que una vez comenzada la apertura política, no habría forma de echarse atrás.
 
            Pons se encargó de cerrar la defensa del NO, y aunque admitió con sinceridad que había apoyado en su momento la intervención de las Fuerzas Armadas, también dejó en claro que nunca admitiría la eternización de los militares en el poder. También tendió una mano para el diálogo.
            [Pons]-   "Yo voy a votar por NO  por las razones que dije, porque considero que este proyecto de Constitución trae un gobierno militar de derecho. Ahora es de hecho... De derecho. Y yo acepto el de hecho porque no tengo más remedio. Acepto... ¡qué voy a hacer! Pero de derecho, no. Yo no bendigo la situación de hecho actual votando esta Constitución.
            "No voy a volver a repetir por qué para mí es un gobierno militar, el concepto de Seguridad Nacional que trae y creo que se hubiera podido hacer una Constitución -como dice el Coronel Bolentini- para defendernos de muchas cosas. Sí, creo que nos tenemos que defender de muchas cosas, pero sin darle primacía total a una minoría de la República, que son las Fuerzas Armadas. Creo que sí se les puede dar intervención, cómo no. Opino igual que el Coronel Bolentini que la situación anterior al Golpe de Estado era un desastre, el país no daba más. Porque esa es la verdad: el país no daba más. En aquel momento hasta uno mismo dijo: «Bueno, perfecto, está [bien]; que esto se termine» porque el país no daba más; lo reconozco.
            "Yo en un principio estuve con la situación, ¡ah, lo reconozco! Pero siete años después, no. {Mirando a Bolentini} Y yo no bendigo ese estado de hechos de siete años después, votando el SÍ, votando esta Constitución.
            "Como dijo el Dr. Tarigo, no he podido citar nombres, pero yo creo que si las Fuerzas Armadas hubieran conversado, pero conversado cambiando ideas y dejándose convencer, con determinados civiles, hubiéramos podido llegar a una Constitución que hubiera sido  un beneficio y no hubiera habido necesidad de votar ni por el SÍ ni por el NO: hubiera salido. ¡Qué espanto! Esta es una Constitución que nos divide, esta es una Constitución que no trae una solución final al país. Esta es una Constitución que un día puede traer una tragedia al país. Puede traer una tragedia;  que eso es lo que yo no quiero, que es lo que yo quiero evitar...
            (...)
            "Y creo que el primero de diciembre, y el 81, no va a pasar nada, como decía el Dr. Tarigo. No va a pasar nada; vamos a tener que salir, pero conversando, conversando de igual a igual, y buscando una solución, sí, para salvarnos de todos los peligros que podemos tener".
 
            La última intervención de Viana Reyes -que cerró el debate- fue muy distinta. Seguramente había asimilado el golpe de los rinocerontes y por eso respondió agresivamente. Viana rechazó el carácter de totalitario y aherrojado del proyecto constitucional, defendiendo a ultranza el concepto de Seguridad Nacional, del que estaba convencido.
            Lo expuesto por Viana, sin embargo, no fue un resumen de su posición, sino que -contrariamente a lo pactado- recogió y criticó intervenciones de Tarigo y de Pons, vertidas durante todo el programa, sin darles la posibilidad de responderle.
            Eso molestó mucho a los defensores del NO, por lo que al finalizar el debate, Tarigo se puso de pie, tomó a Giacosa de un brazo y se quejó: "Esto no es limpio, esto no es justo, este hombre aprovechó y metió una serie de cosas que no tuvimos posibilidad de contestar"  (12).
            En ese momento, uno de los policías de civil, un guardaespaldas del Coronel Bolentini, se acercó y agarró a Tarigo de un brazo. Hubo un momento de tensión, pues Tarigo pensó que lo llevarían preso. Sin embargo, el hombre, uno de los escasos espectadores directos del debate,  le dijo en voz baja: "No se preocupe, doctor, que les dieron un pesto" (13).
            Tarigo no pudo menos que pensar: "Pero escuchame, si hasta los tiras están en contra de esto, tenemos que ganar" (14).
 
            Importancia del debate del 14 de noviembre
 
            Este no fue el único debate televisivo acerca del plebiscito.
            Hubo otros dos, en Canal 12. El primero se llevó a cabo el 13 de noviembre y contó con un panel formado por Bolentini, Viana Reyes, Álvaro Pacheco Seré (por el voto en blanco, pues consideraba demasiado rotundo al NO) y Máximo Gurméndez (colorado, Miembro de la Comisión de los 6, por el NO).
            El segundo, llevado a cabo el 20 de noviembre, contó con Juan Carlos Blanco, Eduardo Esteva, Jorge Echevarría Leúnda (por el SÍ) y Aníbal Luis Barbagelata e Ignacio Zorrilla por el NO.
            Si embargo, no tuvieron tanta repercusión ni generaron tanta polémica como el debate del 14 de noviembre, que se considera el hito histórico que marcó el principio del fin de la dictadura, pese a que en ese momento sus protagonistas no lo comprendieron así.
            Más allá del debate pormenorizado del proyecto constitucional, que prácticamente no se hizo, la firmeza de Tarigo y las ironías de Pons Etcheverry -los rinocerontes son recordados hasta el día de hoy- demostraron que se podía enfrentar a los militares y llevarles la contraria, que se les podía tomar el pelo. Las personas, ciertamente, comenzaron a perderle un poco el miedo a hablar de política.
            A partir de allí, la apertura política fue prácticamente imparable, pese a que los militares recién entregarían el poder cuatro años más tarde.

Respuesta del gobierno

 

            Los mismos militares comprendieron la importancia de este debate y se apresuraron a responder. El primero fue el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, el Teniente General Raúl Bendahan, quien entre cosas diría el 12 de noviembre:

            "Por el «NO» votan los terroristas, los marxistas y quienes no quieren mucho a su país» (15).

            El 24 de noviembre, el Teniente General Queirolo habló por cadena de radio y televisión, en nombre de la Junta de Comandantes en Jefe:

            «... para culminar esta etapa del proceso, se plebiscita una nueva Constitución que afirmará, con la participación de todos, la tranquilidad y la seguridad que hoy disfrutamos. Que no se confunda con debilidad. Hubiera sido muy fácil imponerla. Hubiera sido muy fácil quedarse en el poder, hubiera sido muy fácil no prometer, como se prometió, o dejar de cumplir la palabra empeñada... Es una etapa de transición. Sabemos que determinadas disposiciones del texto pueden merecer objeciones. Pero hubiéramos sido deshonestos con nosotros mismos y con nuestras intenciones si hubiéramos contribuido a elaborar un texto demagógico que, por sus carencias, condujera rápidamente a la desestabilización y a medidas de fuerza. No queremos que esta historia se repita... Y ahora, nos dirigimos particularmente a aquellos que piensan que el voto por «NO» evitará el regreso a etapas ya superadas y ven en él un modo de mantener una situación que les satisface. Les decimos que, en realidad, con su voto negativo, le están impidiendo al proceso cívico- militar concretar los objetivos fijados. Y a ésos, sólo a esos, a los bien intencionados, sólo a esos que los sabemos patriotas, los exhortamos a que no se equivoquen. A que miren a sus costados y vean quiénes son algunos de sus compañeros de negativa. Unos, los que quieren volver al tiempo político anterior, y otros, los que cumplen consignas extranjeras. Les reiteramos: abandonadlos. No son dignos de vuestra compañía. Será en definitiva el pueblo oriental quien se exprese, libre y soberano, sobre esta nueva Constitución. Pero, quede claro, cualquiera sea el veredicto, el proceso de reconstrucción nacional no será afectado en su continuidad por la incomprensión o la acción destructiva de los enemigos de la Patria" (16).

 

            Finalmente el Presidente Aparicio Méndez se dirigió a la población el 28 de noviembre, también por cadena de radio y televisión:

            "Hay quienes aconsejan ardorosamente el voto negativo creyendo que con ello van a dañar o destruir el régimen que vive el país... El «SÍ» importa facilitar al gobierno y a la Nación los medios para iniciar la marcha hacia la normalidad, sin comprometer la obra realizada... El «NO»... dejando de lado lo que representa como desahogo para unos pocos, apenas significará un reestudio de los trámites requeridos para seguir adelante" (17).  

 
            A estos discursos debe sumarse la denuncia del General Rapela del complot tupamaro seispuntista, del 27 de noviembre.
 
            La opinión de Tarigo, 20 años después
 
            En noviembre del año 2000, el entonces ex Vice Presidente de la República, Enrique Tarigo, recordaría así sus impresiones acerca del proyecto constitucional de los militares:
            "Por encima de todo nos negábamos a esa pretensión de constitucionalizar un régimen militar. Porque el país y todos los países habían conocido dictaduras militares (el coronel Lorenzo Latorre, el general Máximo Santos...) pero a ninguno se le había ocurrido meter a la dictadura militar en el marco de una Constitución y decir «Esto es así de ahora y para siempre, pase lo que pase, hasta que se pueda reformar esta Constitución»; y además el proyecto tenía una serie de retrancas para poderla reformar. 
            "Era una idea absurda.
            (...)
             "Una Constitución hecha por los consejeros de Estado que eran designados a dedo, por los altos oficiales generales, por el presidente designado a dedo, por los ministros designados a dedo... Aquello era ridículo: que a aquello se le llamara «Asamblea Constituyente» era una cosa absurda; el mundo del revés. El poder constituyente radica esencialmente en la Nación, en toda la Nación: ni siquiera en el Poder Legislativo. Cuando hay una reforma de la Constitución, lo bueno es que haya una Asamblea Constituyente elegida especialmente para eso" (18). 
            Y sobre el debate recordó:
            "Yo decía que con Pons Etcheverry hicimos un excelente tándem, porque yo me centré en la Constitución, en sus defectos, en el procedimiento... Y Pons Etcheverry, que era un hombre muy inteligente, muy talentoso, pero que no estaba metido en la "letra chica", digamos, utilizó la ironía, se rió de los militares. Con mucha educación y mucha fineza, pero se rió claramente. Y produjo una gran impresión en mucha gente. Creo ver a Pons Etcheverry que fue muy importante para gente de edad, gente conservadora. En un momento dijo: «Yo no soy ni tupamaro ni comunista; soy blanco, más bien a la derecha, pero esto sí que no se puede tolerar...», algo de ese tipo. Creo que fue muy convincente para un sector que no estaba del todo decidido y al que él decidió a votar por No" (19)
 
Citas:
 
(11). Ver la obra completa aquí:
https://elverdegaban.files.wordpress.com/2014/01/bajar-rinoceronte.pdf
 
(12), (13) Gustavo Escanlar; Op. Cit,; Pág. 10.
 
(14) Lincoln Maiztegui; Op. Cit.; Pág. 515.

(15) Ídem; Pág. 503.

 
(16) Ídem; Pág. 518.
 
(17) Ídem; Pág. 519.
 
(18), (19) Entrevista al Dr. Enrique Tarigo; Programa En Perspectiva; Radio El Espectador; 30 noviembre 2000. 
http://www.taringa.net/posts/info/14825882/Entrevista-al-Dr-Enrique-Tarigo-ex-vice-de-Uruguay.html
 
 
El debate en Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=dL2tGaIMpQg&ebc=ANyPxKoU8NtLi69yVK6JZ7d44odV9WSjdlQ9XocxjEbKrsCxENNmr3Id5QQNf8sgy52rv7EtrrLmy-48BI4usmesj6S5a6poZA
 
Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. - Marco Tulio Cicerón
 
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RE: El Gobierno Cívico Militar (1973- 1985) - danny - 03-12-2016, 10:37 PM

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