Los temas históricos siempre son muy interesantes.
En el caso de lo que en nuestro país se denomina "Historia Reciente" por la "Academia" tiene una realidad propia de todos los análisis similares.
La cercanía en el tiempo de los hechos, como las sensibilidades políticas de cada uno impregnan sus opiniones. Muchos escriben por la pasión que les ocasiona. En general por razones políticas. Algunos lo hacen como una militancia partidaria . Otros pretenden ser objetivos y no se dan cuenta que tanto no lo son.
Muchos olvidan que una cosa es debatir en una mesa de café y otra armas en la mano enfrentar a un enemigo. Con la vida propia de por medio.
También influye la historia "rosa" de nuestras guerras civiles. En las que se "despersonaliza" por lo que todos los que combatieron, murieron y sufrieron en esos conflictos son de cuatro generaciones atrás de nosotros por lo menos.
Así, los números de movilizados, muertos y heridos se manejan con frialdad de contadores. Lo manejan como "historia rosa", porque no profundizan en la vida de aquellos que combatieron y sus familias.
Nadie menciona a los degolladores y degollados después de algunas batallas. A los prisioneros que se les "apremiaba" luego de un combate. A los que se mataba para "enseñar" a matar. En concreto así eran nuestras guerras, como todas las de la región obvio.
No reflexionar sobre nuestras guerras civiles nos impide reflexionar adecuadamente sobre la historia reciente. Así se le entendería en las dimensiones humanas que implican y corresponden.