01-12-2019, 01:20 AM
Trías, un espía apoyado por el Partido Socialista
Antes de extinguirse, el año 2018 incorporó a su cronología un papelón político histórico. Luego de 14 meses de análisis, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista (PS) justificó que entre 1961 y 1977 su mayor ideólogo, Vivián Trías, haya sido espía rentado del servicio inteligencia de Checoslovaquia (StB), apéndice de la KGB rusa.
Pese a la contundencia de las pruebas, les resultó engorroso poner la marcha atrás. De haber admitido la traición —como correspondía—, hubieran tenido que aceptar que durante décadas los engañó un ídolo con pies de barro. Entonces salieron por la tangente y chiflando bajito. La fecha elegida para anunciar el apoyo a Trías fue el 26 de diciembre. Estratégico: camuflarlo con los festejos de fin de año, el comienzo del verano y las vacaciones, y la esperanza de que luego, debido a otros debates electorales, se olvide. Hicieron como el ilusionista: ¡Abracadabra!
Pero en lugar de un conejo sacaron de la galera política un razonamiento absurdo: ante “una perspectiva crítica e históricamente situada, y sin perjuicio de eventuales debates sobre el acierto o el error de la misma, entendemos que todas sus acciones estuvieron inspiradas en el objetivo de servir a los intereses de las grandes mayorías nacionales y del país”.
Traducido: como en su calidad de espía Trías buscaba beneficiar a “las grandes mayorías nacionales y del país” hay que respaldarlo.
Insólito. Tienen la memoria corta o atrofiada. Es el mismo argumento que desarrollaron civiles y militares para justificar el golpe de Estado de 1973 y que arrastró a decenas de socialistas presos, torturados o exiliados. Dejemos de lado eventuales violaciones legales en las que pudo incurrir por vender información secreta o reservada, pública y estatal, a Checoslovaquia.
Ya no alcanza con ubicar lo político sobre lo jurídico. Ahora también se coloca lo político sobre la moral, la ética, el honor y la fidelidad. Mientras espió, se consolidó como el mayor ideólogo de su partido. Con su discurso atrapó entre otros a Raúl Sendic, Guillemo Chifflet, Eduardo Galeano, Reynaldo Gargano, Carlos Machado y José Díaz, que hoy preside la Fundación Vivián Trias.
Restaurada la democracia, la Cámara de Diputados publicó sus obras. Influyó en decisiones centrales. Empujó a romper con la Internacional Socialista (ahora regresan en busca de su respaldo), serruchó por conservador a Emilio Frugoni (ético fundador del PS y su primer secretario), y apoyó a los Tupamaros, a la revolución cubana y a totalitarios afines al “peruanismo”.
Más tarde, su prédica se proyectó para que en 1989 Tabaré Vázquez fuera electo Intendente de Montevideo y en 2004 primer presidente de la izquierda. Ahora, el PS pretende que el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, sea el candidato presidencial del Frente Amplio.
Ante esa eventualidad es importante conocer su opinión sobre Trías. Pero, como en otros temas, evitará comprometerse porque sabe poquito y las repreguntas lo entreveran. ¿Qué ocurrió cuando los documentos oficiales checos y la caligrafía desnudaron al espía? Cuando a fines de octubre de 2017 el periodista Gabriel Pereyra lo reveló en el programa En la mira, de VTV, estallaron reacciones cerriles de militantes y dirigentes. Solo faltó que organizaran una peregrinación a su tumba para homenajearlo. ¡Qué ocasión para callarse la boca!
Quedó demostrado que fue reclutado por el servicio de inteligencia checoslovaco Stáni bezecnost, conocido por la sigla StB. La información de Pereyra se basó en una investigación de los periodistas Vladimir Perilák (checoslovaco) y Mauro Abranches Kraenski (brasileño), que al estudiar el StB encontraron a Trías con el seudónimo Ríos. Los investigadores avanzaron sobre Uruguay con el libro La StB: el brazo de la KGB en Uruguay. Así surgieron otros uruguayos, espías o paraespías, que Trías acercó.
La información se completó con un estudio del historiador (exsocialista) Fernando López D’Alesandro. El liceo Nº 4 de Las Piedras (ciudad donde nació, en 1922, y murió, en 1980) lleva su nombre. ¿Qué les contarán ahora a los alumnos del instituto que se llama Vivián Trías? ¿La biografía edulcorada o la real? Seguro que será la edulcorada, salvo que las autoridades controlen. Tampoco les va a dar el cuero. El filósofo y premio Nobel de Literatura, el francés Albert Camus, fue un agudo analista de la condición humana. Antes de su condescendiente y cobarde declaración, el PS debió considerar un aserto del francés: “Aquéllos que carecen de valentía encuentran siempre una filosofía que lo justifica”.
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Antes de extinguirse, el año 2018 incorporó a su cronología un papelón político histórico. Luego de 14 meses de análisis, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista (PS) justificó que entre 1961 y 1977 su mayor ideólogo, Vivián Trías, haya sido espía rentado del servicio inteligencia de Checoslovaquia (StB), apéndice de la KGB rusa.
Pese a la contundencia de las pruebas, les resultó engorroso poner la marcha atrás. De haber admitido la traición —como correspondía—, hubieran tenido que aceptar que durante décadas los engañó un ídolo con pies de barro. Entonces salieron por la tangente y chiflando bajito. La fecha elegida para anunciar el apoyo a Trías fue el 26 de diciembre. Estratégico: camuflarlo con los festejos de fin de año, el comienzo del verano y las vacaciones, y la esperanza de que luego, debido a otros debates electorales, se olvide. Hicieron como el ilusionista: ¡Abracadabra!
Pero en lugar de un conejo sacaron de la galera política un razonamiento absurdo: ante “una perspectiva crítica e históricamente situada, y sin perjuicio de eventuales debates sobre el acierto o el error de la misma, entendemos que todas sus acciones estuvieron inspiradas en el objetivo de servir a los intereses de las grandes mayorías nacionales y del país”.
Traducido: como en su calidad de espía Trías buscaba beneficiar a “las grandes mayorías nacionales y del país” hay que respaldarlo.
Insólito. Tienen la memoria corta o atrofiada. Es el mismo argumento que desarrollaron civiles y militares para justificar el golpe de Estado de 1973 y que arrastró a decenas de socialistas presos, torturados o exiliados. Dejemos de lado eventuales violaciones legales en las que pudo incurrir por vender información secreta o reservada, pública y estatal, a Checoslovaquia.
Ya no alcanza con ubicar lo político sobre lo jurídico. Ahora también se coloca lo político sobre la moral, la ética, el honor y la fidelidad. Mientras espió, se consolidó como el mayor ideólogo de su partido. Con su discurso atrapó entre otros a Raúl Sendic, Guillemo Chifflet, Eduardo Galeano, Reynaldo Gargano, Carlos Machado y José Díaz, que hoy preside la Fundación Vivián Trias.
Restaurada la democracia, la Cámara de Diputados publicó sus obras. Influyó en decisiones centrales. Empujó a romper con la Internacional Socialista (ahora regresan en busca de su respaldo), serruchó por conservador a Emilio Frugoni (ético fundador del PS y su primer secretario), y apoyó a los Tupamaros, a la revolución cubana y a totalitarios afines al “peruanismo”.
Más tarde, su prédica se proyectó para que en 1989 Tabaré Vázquez fuera electo Intendente de Montevideo y en 2004 primer presidente de la izquierda. Ahora, el PS pretende que el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, sea el candidato presidencial del Frente Amplio.
Ante esa eventualidad es importante conocer su opinión sobre Trías. Pero, como en otros temas, evitará comprometerse porque sabe poquito y las repreguntas lo entreveran. ¿Qué ocurrió cuando los documentos oficiales checos y la caligrafía desnudaron al espía? Cuando a fines de octubre de 2017 el periodista Gabriel Pereyra lo reveló en el programa En la mira, de VTV, estallaron reacciones cerriles de militantes y dirigentes. Solo faltó que organizaran una peregrinación a su tumba para homenajearlo. ¡Qué ocasión para callarse la boca!
Quedó demostrado que fue reclutado por el servicio de inteligencia checoslovaco Stáni bezecnost, conocido por la sigla StB. La información de Pereyra se basó en una investigación de los periodistas Vladimir Perilák (checoslovaco) y Mauro Abranches Kraenski (brasileño), que al estudiar el StB encontraron a Trías con el seudónimo Ríos. Los investigadores avanzaron sobre Uruguay con el libro La StB: el brazo de la KGB en Uruguay. Así surgieron otros uruguayos, espías o paraespías, que Trías acercó.
La información se completó con un estudio del historiador (exsocialista) Fernando López D’Alesandro. El liceo Nº 4 de Las Piedras (ciudad donde nació, en 1922, y murió, en 1980) lleva su nombre. ¿Qué les contarán ahora a los alumnos del instituto que se llama Vivián Trías? ¿La biografía edulcorada o la real? Seguro que será la edulcorada, salvo que las autoridades controlen. Tampoco les va a dar el cuero. El filósofo y premio Nobel de Literatura, el francés Albert Camus, fue un agudo analista de la condición humana. Antes de su condescendiente y cobarde declaración, el PS debió considerar un aserto del francés: “Aquéllos que carecen de valentía encuentran siempre una filosofía que lo justifica”.
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"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".