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La Captura de Raúl Sendic Antonaccio
#21
Apéndice Gráfico

[Imagen: XeniaItteyJoseRamada_zpsxzzpzcv3.jpg]

(i) Xenia Itté González
 
    Xenia Itté tuvo su primer contacto con Raúl Sendic a los 17 años, cuando era una joven locutora de la radio de Artigas. Poco a poco, se fue comprometiendo con la UTAA y realizando tareas para la misma, usando su automóvil.
    Después de recibirse de Maestra, Itté quedó "quemada" para el MLN en Paysandú, por lo que viajó a Montevideo, como integrante legal de la organización tupamara. Allí, volvió a encontrarse con Sendic.
 
    En la madrugada del 17 de marzo de 1971, Itté se desplazaba en una camioneta con otros 8 sediciosos cuando el vehículo fue detenido en un control policial y a uno de los hombres se le encontró un arma de fuego. Detenida, Itté negó pertenecer al MLN, diciendo que todos ellos "iban a un baile".  Todos fueron procesados por "asociación para delinquir" e Itté fue encerrada en la Cárcel de Mujeres el 20 de marzo. De allí se evadió el 31 de julio, junto con otras 37 mujeres.
            Cuando fue detenida el 1 de septiembre de 1972, Itté tenía 30 años, vivía en la clandestinidad  y era la pareja de Sendic, siendo catalogada por las autoridades como una "figura de relevancia", un cuadro dirigente que participó en algunos atentados, aunque posteriormente afirmaría que el del 1 de septiembre fue su primer enfrentamiento.
            Después de permanecer presa durante 12 años, fue liberada en marzo de 1985, para seguir viviendo con Raúl Sendic hasta la muerte de éste, en 1989.
            Xenia Itté tuvo con Sendic una hija, llamada Carolina Sendic Itté, que actualmente vive en París.
 
(ii) Jorge Bernardo Ramada Piendibeni.
 
            En diciembre de 1970 era un estudiante de 5o año de Química Industrial, cuando fue detenido y procesado por "asistencia a la asociación para delinquir". En unos meses fue liberado, en libertad condicional. Ramada, sin embargo, siguió actuando como miembro del Comando de la Columna 70, hasta su detención el 1 de septiembre. Ramada estaba encargado de la impresión y distribución de volantes para la organización.

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(Fe de erratas): En el pie de la imagen dice «José» Ramada.Debe decir Jorge Ramada.
Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. - Marco Tulio Cicerón
 
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#22
[Imagen: Casa_Calle_Sarandiacute_PlanoElPopular_zpskr6zo2lp.jpg]
 Plano de la finca de la calle Sarandí. «El Popular»; 2 septiembre 1972.


[Imagen: Casa_Calle_Sarandiacute_01_zpsz1dpiaqn.jpg]
Fotografía del frente de la casa de la calle Sarandí.
Diario “El Día” 2 de Setiembre de 1972; Pág. 2; Pasadoreciente.com.
 
A su izquierda, puede verse lo que era entonces un terreno baldío, cerrado por un muro de bloques. Más hacia la izquierda, se halla el muro de la Escuela Pública No 65, "Portugal", construida en 1940.
 
El Recuadro 1 muestra una parte de la cortina metálica que protege la puerta de entrada al local de Sarandí 229. Al menos hay 6 agujeros de bala a esa altura.
El Recuadro 2 muestra el lugar donde se hallaba la chapa de identificación de la vivienda, que se desprendió a causa de los disparos. Ello pudo ser la causa de que el número se identificara erróneamente como 225.
 
La puerta inmediatamente a la derecha del Recuadro 2 lleva al patio interno del No 231.


[Imagen: Casa_Calle_Sarandiacute_03_zpsizmrb94t.jpg]
La casa en la actualidad. Salvo que ya no existen las cortinas metálicas, el frente del local de Sarandí 229 (1) permanece igual. Obsérvese la entrada al patio interno del edificio de inquilinato (2) y el balcón de la finca donde se llevó a Sendic después de su detención (3). El comercio con la fachada rosada se halla en una finca gemela a la ocupada por Sendic, Itté y Ramada. Imagen de Google Maps. 


[Imagen: Casa_Calle_Sarandiacute_02_zpsz5q4iok7.jpg]
Vista de la calle Sarandí, desde Pérez Castellano hacia el oeste. El recuadro azul indica las fincas con los números de puerta 229 y 231. El número (1) indica la Escollera Sarandí, que comienza a unos 400m de distancia; el (2) es un anexo de la Escuela 65, que se habría comenzado a construir en el año 2002. En ese lugar, existía un baldío en el año 1972. Detrás, puede verse la Escuela, en la esquina de Sarandí y Maciel. Nótese lo estrecho de la calle Sarandí en esta zona. Imagen de Google Maps. 
Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. - Marco Tulio Cicerón
 
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#23
(09-13-2016, 01:08 AM)danny escribió: V.- Análisis de los documentos.
 
            Lo primero que destaca en los dos primeros documentos es la supuesta frase lanzada por Sendic: «Soy Rufo y no me entrego vivo», frase que el mismo Sendic afirma no haber dicho jamás, y que ni Xenia Itté, ni el C/F Julio Álvarez recuerdan haber oído durante el enfrentamiento, pero que sin embargo ha pasado a formar parte de la leyenda heroica de Sendic. Parece poco probable, entonces que la haya dicho.
            ¿Por qué razón atribuírsela, si nadie la oyó? Aunque la intencionalidad habría que buscarla en el ignoto redactor del Comunicado No 467, podemos hacer algunas conjeturas: en la lucha contra la sedición, las FF.CC. siempre consideraron a los tupamaros como traidores a la Patria, y delincuentes comunes. En forma coherente, Sendic es catalogado en dicho Comunicado como "delincuente de larga trayectoria", una suerte de "Baby Face" Nelson (13) -que uno enseguida asocia con su apodo de "Bebe". Nelson era un ladrón y asesino fanfarrón, jefe de una banda de delincuentes y un "enemigo público número uno" del FBI, que se ocultaba y huía de las autoridades. El 27 de noviembre de 1934, Nelson, herido gravemente, se enfrentó a balazos con dos agentes y huyó para morir en su cama. Es posible que la frase que se atribuyó a Sendic naciera de este paralelismo con un delincuente, algo coherente con el combate psicológico contra la sedición que asolaba nuestro país. Las FF.CC. no enfrentan héroes, enfrentan delincuentes, es el mensaje.
            La frase no surgió de la crónica de un diario, como afirma Blixen en la biografía de Sendic: el diario "El Día" simplemente reprodujo en su crónica el Comunicado oficial. Tampoco es la frase de un personaje épico, de gran decisión: es la frase de un delincuente fanfarrón, que sin balas pretendía enfrentarse con 10 militares armados a guerra.
 
            También llama la atención la mención de un sótano, donde supuestamente se escondían los delincuentes, en las primeras crónicas. Es posible que la razón fuese similar, o un error de información. Tal afirmación, además, no sobrevivió más allá del momento en que la prensa entró al local, y comprobó que no existía tal sótano. La crónica de «El Popular» y «El Diario» de la noche, ya no comprende ese error. Es especialmente interesante la crónica de  «El Diario», pues brinda la primera descripción del interior del local. Y hay un detalle que quizás pueda resultar algo chocante: el trompo de colores. Según el libro de Blixen, Sendic había regalado un trompo así al hijo de un amigo; no podemos descartar que se tratase de un presente similar, que pretendía llevar cuando regresase a Paysandú.
            "El Diario" es el primero en recoger la forma en que fue herido Raúl Sendic: por un disparo recibido desde su izquierda, desde el final del pasillo.
 
            El relato del Capitán de Fragata ® Julio Álvarez es seguramente el más fiel, pues recoge la totalidad de los testimonios. Álvarez se hallaba a escasos metros de la puerta lateral del local y fue entonces un testigo privilegiado de los hechos, más allá de la tensión del enfrentamiento. Es evidente en el relato el profesionalismo, la tranquilidad y la inteligencia de Álvarez, para responder las preguntas del periodista, que en varias ocasiones pretende inculparlo, sin comprender la verdadera naturaleza del combate.
            Álvarez en ningún momento menciona que Sendic se tirase al piso para hacer fuego.
 
            Los testimonios del propio Sendic y de Xenia Itté dan algunos detalles se lo sucedido en el interior del local. Especialmente, el testimonio de Itté da una buena idea del ambiente de encierro, de la ratonera en que se hallaban los tres en aquel lugar. No podían ver hacia ningún lado, con paredes por tres lados y una cortina metálica delante. No sabían a quiénes se enfrentaban y no se veían ni siquiera entre ellos.
 
            El relato de Blixen recoge muchos de los hechos mencionados e inclusive otros que Xenia Itté ha mencionado en otras entrevistas -el detalle de no poder encontrar los zapatos-. Sin embargo, el relato se parece más en espíritu  al Comunicado No 467 que a los relatos de Sendic, Itté y el C/F González. Está encuadrado en lo que Hebert Gatto denominó "la literatura de las virtudes", esto es la literatura épico- apologética de la sedición, que tiende a exaltar y justificar elsurgimiento y accionar de los tupamaros, relativizando el dolor que causaron y los crímenes que cometieron. 
            Es un relato en blanco y negro, donde solamente caben los «héroes»: no hay otros seres humanos mencionados además de Sendic, Itté y Ramada. El resto son "voces", el "megáfono". Todos los sediciosos son heroicos, valientes, pelean como en las películas de John Wayne. Un detalle basta: al comienzo del relato, Blixen dice que Sendic tiene una pistola 45 con dos cargadores (cada uno con 7 disparos). El mismo Sendic habla de los dos cargadores en su propio testimonio. La primera vez que se tira al suelo del patio -antes de que salga Ramada- Sendic dispara el primer cargador, y luego lo cambia. Después que "el megáfono" lo intima a rendirse, Sendic responde «Pará, que todavía tenemos que tirar unos tiritos» y dispara toda la carga del segundo cargador. Si tiene dos cargadores y los vació, entonces ya no debería tener más balas. Itté y Ramada se habían quedado sin municiones. Pero después de que sale Xenia Itté, Sendic grita -según Blixen- "Voy a seguir peleando". ¿Con qué balas? - se pregunta el lector. Al parecer, algo mágico ocurre, pues Ramada e Itté vuelven a oír "entre las ráfagas, los disparos de la pistola del Bebe". Admitamos: podría haber tenido balas sueltas, con las que rellenó -en total oscuridad- el primer cargador, pero el relato suena un poco surrealista. Una suerte de película de "cowboys" en la que el muchachito dispara 10 veces con un revólver de 6 tiros... Y esto sin tener en cuenta que tirado de bruces en el suelo del patio, Sendic hubiese presentado un excelente blanco para los tres marinos que se encontraban parapetados en la escalera, detrás de él: podrían haberlo acribillado a placer. Marinos que nunca son mencionados por Blixen. Pero ¿de qué otra manera podría haber sido herido Sendic en el rostro, por un proyectil que le ingresó por la mejilla izquierda, si no hubiese habido alguien a su izquierda -esto es, al final del pasillo- cuando se asomó para disparar por última vez?
 
            El héroe, inclusive, les da órdenes a los soldados del FUSNA: "Quiero garantías... Garantías". Y los otros lo obedecen mansamente. Solamente Itté menciona esto: el C/F González, no; Sendic tampoco.
            Los "megáfonos" y las "voces" son siempre ridículas -caso de los brazos en alto y detrás de la nuca-, cobardes -cuando usan a Itté como escudo humano, una mujer, esposada y forzada a punta de bayoneta- , arteras -mirando por sobre la cortina-, irracionales -ametrallando los atados de ropa y la cortina metálica (con lo cual habrían herido a los que estaban afuera). Una cortina metálica que, según las fotografías del Apéndice Gráfico, está perforada en su parte superior.
            No falta el toque romántico del pañuelo que cae sobre la sangre derramada, uniendo materialmente a los dos amantes, separados por los "megáfonos".
            Como dijimos anteriormente, es una historia en blanco y negro, contada por uno de los héroes: Blixen, un tupamaro. Si bien es cierto aquello de que la verdad es la primera baja de la guerra, no está de más recordar que los matadores siempre se encuentran en los dos bandos.

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(13) El verdadero nombre de "Baby Face" era Lester Joseph Gillis, aunque empleaba el alias de George Nelson.

Lo único que se tiene en realidad son los hechos.

El humo podría ser no solo provocado por la pólvora, podría ser también la quema de documentos (es lo único que se puede sacar del testimonio de los detenidos).

La bala entró por la mejilla impactando también el el hombro, por lo cual el disparo no fue por la espalda, fue por la izquierda y por el frente. Esto confirma que Sendic apenas se pudo haber asomado por el corredor (solo esto).

Otro hecho es el ya mencionado de la cantidad máxima de balas y de cargadores.

Obviamente el testimonio que coincide con los hechos es el realizado por el oficial de la Armada, el cual evidentemente no solo actuó apegado las reglas, sino que también le salvó la vida a los 3 detenidos muy probablemente. De haber sucedido lo opuesto habría sido perjudicial en todo sentido.
 
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#24
VI. - ¿Por qué cayó Sendic?
 
Primera posibilidad: delación y casualidad
 
            Tal como ya hemos visto, Sendic se estaba ocultando en el rancho de Eleazar Álvarez en Pando.
            Cuando este viajó a Montevideo y entró a un Banco a pagar el alquiler del local del MLN ubicado en la calle Sarandí, Álvarez fue reconocido por un militar oriundo de Young (Río Negro), que pasaba por la zona en una camioneta que cumplía una misión de patrulla. El tupamaro fue capturado inmediatamente después de salir del Banco.  
          Según una versión, en su bolsillo se encontró el recibo de pago del alquiler de la finca de la Ciudad Vieja; otras, que después de 48 horas de ser detenido, confesó a los militares la existencia de ese local, suponiendo que ya no habría nadie allí. No podemos excluir totalmente que haya sido sometido a apremios pues el C/F Julio Álvarez, dice en una parte del reportaje: "Habló recién al segundo día, lo movieron, lo movieron, pero hasta entonces el interrogador no sabía nada. Y él canta todo a las 48 horas. Así fue como los Fusileros Navales llegaron para realizar un allanamiento".
Es dudoso, sin embargo, que alguno de los dos Álvarez supiera quién se hallaba en la finca de Sarandí, dado que los movimientos de Sendic de uno a otro escondite eran imprevisibles.
 
Segunda posibilidad: Sendic fue reconocido
 
            Alfonso Lessa, en su libro «Estado de Guerra», relata que después del robo de armasen el Centro de Instrucción de la Marina, el jefe de esa unidad, C/F Juan Bacque fue relevado y se hizo cargo de la misma el Capitán de Navío Víctor González Ibargoyen. De los 300 efectivos del CIM solamente quedaron 6, pues González Ibargoyen decidió renovar totalmente los cuadros -personal, marineros y guardiamarinas.
            Escribe Lessa:
            "El FUSNA y el modo en que se desarrolló serían decisivos para la captura del máximo líder tupamaro, Raúl Sendic, intensamente buscado por todos los cuerpos de seguridad. González Ibargoyen debió reclutar gran parte del personal en el interior del país. Muchos de los nuevos marinos no sabían ni nadar.
            "La noche del 1o de setiembre de 1972, mientras un vehículo del FUSNA realizaba una de sus habituales rondas por la Ciudad Vieja con sus 5 miembros -un oficial, un guardiamarina, 2 infantes y un chofer- fue avistado Sendic. «Ese es Sendic» señaló uno de los infantes que era de Artigas, el mismo departamento en el que el jefe tupamaro había militado activamente con los trabajadores de la caña de azúcar. Los demás miembros de la patrulla quedaron estupefactos: no tenían ni idea de que ese hombre que estaba tan cerca fuera el símbolo de la guerrilla, el hombre más buscado por la Policía y las Fuerzas Armadas. Cuidadosamente lo siguieron hasta ver adónde entraba y de inmediato comunicaron la información a sus superiores. En ese momento González Ibargoyen se encontraba de licencia debido a diferencias con el jefe de la Armada, Juan José Zorrilla y el comando del FUSNA era ejercido por su segundo jefe, el capitán Mario Martínez, otro oficial que tuvo particular importancia en el desarrollo de esa dependencia de la Marina de Guerra. Sobre la medianoche se montó un gran operativo que terminó con la captura de Sendic en una habitación de una casa de la Ciudad Vieja. Decidido a resistirse, Sendic recibió un balazo en la cara. La mujer que lo había estado acompañando, le había advertido sobre los riesgos que suponía la cercanía del FUSNA, pero él consideraba que allí no era conocido. Sendic fue hospitalizado y el hecho de que los fusileros no lo hubieran matado en el momento, originó polémicas y recriminaciones internas de parte de miembros del Ejército. Incluso enterados por las comunicaciones de radio, llegaron hasta el lugar integrantes de otras fuerzas y de la Policía, algunos de los cuales reclamaron allí mismo la muerte del detenido.
            "«Varias veces me preguntaron por qué la Marina no mató a Sendic. Y yo respondí que tenemos otros valores morales. Era un enemigo, pero no se podía actuar con odio», comentó en una conversación sobre el tema González Ibargoyen. Con el mismo criterio, ya siendo comandante en jefe, obligó a retirar los retratos del cabo Fernando Garín -un tupamaro encubierto que resultó fundamental para el copamiento del Centro de Instrucción- que se repetían en el FUSNA junto al letrero de «traidor»" (14).
     
          Por supuesto, la "literatura de las virtudes" no admite que Sendic fuese reconocido, y menos por un artiguense.
            Escribe Samuel Blixen en su biografía de Sendic:
 
  
            "Se pretendió que la captura de Sendic había sido fruto de una casualidad en la que el destino manejaba los piolines de una gran ironía. Así, esa leyenda cuenta que en la tardecita del 31 de agosto una camioneta de la Marina realizaba tareas habituales de vigilancia por las calles de la Ciudad Vieja. Los marineros que viajaban en ella pertenecían al FUSNA, los fusileros navales, el cuerpo que había emergido de las profundidades del oprobio, del mar de la vergüenza. El FUSNA había sustituido al Centro de Instrucción de la Marina, el cuartel que había sido tomado, sin disparar un tiro, por Raúl Sendic y los peludos de su Columna del Interior, una indignidad que solo se podía borrar con la disolución del cuerpo. Los fusileros eran miembros de la unidad que llevaba a cuestas la misión de lavar la imagen. Debía interpretarse, por tanto, como una compensación de la justicia, el que esa tarde uno de los cinco ocupantes de la camioneta en ronda de rutina fuera un ex cañero, un trabajador del departamento de Artigas. Y que casualmente la camioneta transitara por la calle Sarandí cuando Sendic se dirigía a su refugio, y que el cañero de Artigas reconociera al antiguo líder cañero y gritara: «Ese es Sendic, ese es Sendic». Si con esta leyenda se pretendía una moraleja histórica o una especie de parábola bíblica, no cuajó. El hombre humilde, soldado por necesidad, que delata al héroe no es atractivo para el consumo masivo, aún cuando se sugiera la ironía del origen cañero" (15).
           
            Este relato maneja verdades a medias: (i) el CIM no fue tomado solamente por «peludos», ya que participaron en ese robo cerca de 60 integrantes del MLN; (ii) la sorpresa con que se efectuó la toma del CIM se debió a las acciones de un tupamaro infiltrado -Fernado Garín-; (iii) Blixen parece pretender que todos los habitantes de Artigas eran "cañeros". Los soldados Gaudencio Núñez Santiago y Ramón Jesús Ferreira Escobal -asesinados el 18 de mayo de 1972 mientras montaban guardia frente a la casa del Comandante en Jefe, General Gravina- eran oriundos de Artigas. El soldado Eusebio Godoy -muerto el 15 de junio de 1972 durante un procedimiento en los montes de Ñaquiñá (Artigas)- era originario de ese departamento. El soldado Eduardo Delgado -asesinado a tiros en la calle Anzani el 23 de junio de 1972 desde un auto que se dio a la fuga  - también era oriundo de Artigas. A los tupamaros que los asesinaron no les importó su lugar de origen.
            Nunca menciona el relato que Sendic se hallaba a 300m del CIM -ahora cuartel del FUSNA- y que los vehículos que patrullaban la ciudad salían y entraban continuamente. Cuando Sendic e Itté llegaron a la casa de la calle Sarandí -desayunando antes en las cercanía del Hospital Maciel- y cuando Sendic salió de la casa para buscar su contacto para trasladarse al Interior, pudo perfectamente ser visto por algún marino de particular, o por una patrulla, en la cual los dos soldados viajaban mirando hacia atrás.
 
Tercera posibilidad: un allanamiento corriente
 
            Cabe, evidentemente, la posibilidad de que los efectivos del FUSNA simplemente estuviesen llevando a cabo un operativo corriente, de los centenares que las FF.CC. llevaron a cabo en 1972. En efecto, entre el 15 de abril y el 15 de noviembre de 1972, las FF.CC. levaron a cabo 433 allanamientos sorpresivos de fincas o predios, 88 reconocimientos y patrullajes de áreas, 47 rastrillajes de áreas y 106 detenciones en cadena por declaraciones de sediciosos detenidos (16).
            La falta de locales para ocultarse, las dificultades para trasladarse abiertamente al interior, y la teoría de las probabilidades, determinaron en ese caso que Sendic fuese detenido esa noche.
 
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(14)Alfonso Lessa; Estado de Guerra (13a Edición); Editorial Fin de Siglo; Uruguay; 2005; Pág. 64. 
 

(15) Blixen; Op. cit.; Pág. 281.

(16) Centro Militar- Centro de Oficiales Retirados de las FF.AA.; Nuestra Verdad, 1960- 1980, La lucha contra el terrorismo; Artemisa Editores; Montevideo; 2007; Pág. 216.
 
Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. - Marco Tulio Cicerón
 
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#25
Algun dia este nefasto personaje, que solo trajo muerte, odio y division, sera puesto en el rincon oscuro de la historia que le corresponde.

Big Grin Big Grin Big Grin
 
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".
 
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#26
VII.- Conclusión.
 
            El 2 de septiembre de 1972, el diario «El Día»  presentaba el siguiente análisis acerca de la detención de Sendic:
            "Aunque habitualmente -sobre todo a nivel internacional- se ha afirmado que el MLN es una organización sin jefaturas visibles, lo cierto es que entre estas afirmaciones y la realidad media una respetable distancia. A lo largo de su actividad el MLN ha mostrado una absoluta coherencia entre sus distintas células... una notoria disciplina que parece derivar en lo fundamental del ascendiente de esos jefes. Lo cierto es que a esta altura a nadie se le escapa que Raúl Sendic no es sólo el fundador del MLN sino también su más importante ideólogo, el planificador  de sus más importantes golpes, el hombre que ha dirigido la lucha sediciosa desde hace ya una larga década. Tampoco es un secreto para nadie que detrás de Sendic se encontraba el profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Julio Marenales Sáenz y que muy cerca suyo actuaban Manera Lluveras, Martínez Platero, el Ing. Almiratti, Nicolás «Colacho» Estévez, Diego Piccardo Estévez y Tabaré Eloíses Rivero Cedrés, entre otros.
            "Considerado como uno de los más importantes jefes sediciosos del continente (desaparecidos los brasileños Carlos Lamarca y Carlos Marighela y el boliviano "Inti" Peredo, su nombre se vincula al de "Coco" Peredo y al del argentino [Mario] Santucho) Raúl Sendic era entonces para el MLN una figura vital. Su nueva captura significa para la organización un golpe decisivo y lo es por diversos factores:
            "1) A diferencia de lo que aconteciera en1970, esta vez están detenidos -además de Sendic- todos los jefes tupamaros. No existen entonces posibilidades de hacer actuar a una dirigencia de reserva y, si se opta por este camino -lo que parece inevitable- el MLN estará improvisando y confiando su futuro a jóvenes sin ninguna experiencia directriz.
            "2) De los cuatro o cinco cabecillas tupamaros que permanecen en libertad hay uno solo -Luis Efraín Martínez Platero- a quien se le considera como un ideólogo y no como un hombre de acción. Los demás -Raúl Bidegain, Heraclio Rodríguez Recalde, Fernando Garín- son por sobre todas las cosas comandos de la organización.
            "3) Las Fuerzas Conjuntas están acosando en forma permanente a los tupamaros, tanto a los que actúan en la clandestinidad como a los que actúan legalmente. Ese deterioro es visible, el MLN ha recibido golpes como nunca los recibiera antes y todo ello debe estar minando necesariamente a un movimiento que pierde ahora a su jefe más notorio.
            "La nueva captura de Raúl Sendic constituye entonces, fuera de toda duda, un tremendo golpe para el movimiento sedicioso. Un impacto del que, seguramente, ya no se podrá recuperar" (17).
 
            Efraín Martínez Platero abandonó Uruguay clandestinamente en octubre de 1972; él mismo asumió que debía irse "para darle cierta continuidad histórica al movimento" (18). Finalmente, abandonaría el MLN en 1974.  Fernando Garín Laneri era un personaje poco importante en 1972, y se hallaba refugiado en Cuba. En 1972, Raúl Bidegain Greissing se insubordinó y fue separado del MLN, según relata Fernández Huidobro.
            Por lo tanto, Sendic realmente era en ese momento no solamente un mito -por ser el fundador del MLN- sino casi el último cabecilla de la organización sediciosa, que se hallaba en libertad. 
       
            Es más, según una de las cartas de Héctor Amodio Pérez publicadas en mayo de 2013, Sendic era el responsable directo de las últimas acciones de los tupamaros.
            Relata Amodio Pérez:
            "De manera paralela, se había puesto en marcha un supuesto Segundo Frente [a través del Plan «Tatú», ideado por Sendic] con la intención, según sus sostenedores, de aliviar la presión sobre Montevideo y obligar a las FFAA a diversificar sus acciones represivas. Este Segundo Frente también se ideó en Punta Carretas, sobre la base de las experiencias del general Grivas en Grecia y de Ho Chi Ming en Vietnam, como si las condiciones geográficas y políticas del Uruguay tuvieran algo que ver con los dos países mencionados.
            "Las bases operativas serían las tatuceras, otra adaptación de la experiencia vietnamita que con forceps se quiso adaptar a la realidad uruguaya. El plan Hipólito no lo pude cuestionar porque se gestó mientras estaba preso, pero al Segundo Frente y a las tatuceras me opuse toda oportunidad que tuve, sobre todo cuando supe que las escasas armas que el MLN poseía se destinarían casi en su totalidad para llevarlo adelante contra viento y marea por un Sendic víctima de su propio mito, al que aún hoy se sigue reivindicando como guía y mentor por algunos, sin considerar que tuvo aciertos pero que sus errores fueron fundamentales.
            "El Comité Ejecutivo en esos momentos lo formaban Marenales y Engler (Fernández Huidobro había sido detenido el mismo 14 de abril) y decidieron, en base a las informaciones recibidas por contactos militares de dudosa fiabilidad, poner en marcha acciones de represalia, dirigidas hacia las FFAA. Se elaboró una lista de objetivos y se eligieron los grupos para llevarlos a cabo. No se procesó ni uno solo de los objetivos: los grupos que los tenían asignados, ya no existían, sus integrantes estaban en paraderos desconocidos, seguramente presos y torturados, pero al haber desaparecido las formas organizativas, el Comité Ejecutivo lo ignoraba.
            (...)
            "En determinado momento, Engler acudió al local donde yo estaba refugiado y me consultó acerca de la conveniencia de dejar en libertad a Bardesio. La alternativa era ejecutarlo. Opiné que dadas las circunstancias era mejor liberarlo, para no aumentar la represión, que coincidimos había llegado a cotas insoportables.
            "Mientras tomamos unos mates estuvimos hablando de las circunstancias que nos habían conducido a esa situación. Tenemos que replegarnos, desaparecer de la calle, salvar lo que quede, le dije.
            "Engler opinaba igual, pero ni Sendic ni Marenales estaban de acuerdo, según sus palabras. Unos días después fue Marenales el que vino a verme, por sugerencia de Engler. Al principio, Marenales era partidario de poner en marcha el plan de represalias en Montevideo y de continuar con el Segundo Frente en el interior.
            "Marenales siempre fue un voluntarista con una gran capacidad de trabajo personal y un esquemático radical en sus planteos teóricos. Como tal, despreciaba el trabajo organizativo. Me parece verlo gesticular y oír su verborrea tratando de justificar el plan de acción. Yo lo escuché mientras tomaba nota de los objetivos de dicho plan. Cuando acabó, le puse las notas delante. Muy bien, le dije, ya tenemos los objetivos. Ahora sólo nos falta ver qué necesitamos y a qué grupos se los adjudicamos.
            "Bueno, eso tenemos que verlo, fue su respuesta. ¿Y no será mejor hacerlo al revés, saber qué medios tenemos y después decidir? Me parece absurdo que se planifique algo que es imposible llevar adelante, no hay armas ni locales, hemos concertado encuentros con grupos cuyos integrantes están presos y no nos hemos enterado, se desarmó Montevideo para abrir el Segundo Frente en el interior. ¿Nos hemos vuelto locos?
            "Mujica tenía un dicho que a mí me pareció siempre muy acertado: «Se me quedó mirando como quien escucha un ruido», decía, para describir a alguien que se queda estupefacto ante un planteo tan simple como elemental. Pues Marenales se quedó mirándome como quien escucha un ruido. Cuando reaccionó, me dijo “tenés razón”. “Al Bebe hay que pararlo, traerlo a Montevideo y rediscutirlo todo. Sería bueno que hicieras una nota con tu planteo para verlo en el Ejecutivo”.
            (...)
            "No fue casualidad que  Mercedes [Alicia Rey Morales] se mostrara de acuerdo conmigo, ya que los criterios organizativos con que habíamos funcionado nos eran comunes. En la reunión, el que defendió las posiciones del Ejecutivo fue Sendic, quien repitió uno por uno los argumentos y objetivos que días antes expusiera Marenales, quien en esos días había variado de opinión y nuevamente apoyaba a Sendic.
            "A los argumentos conocidos Sendic agregó otro de su cosecha personal: «Tenemos que seguir actuando –dijo– porque si no lo hacemos, nos van a acusar de haber desatado una reacción no prevista».
            "¿Así que te negás a aceptar la realidad? le dije. ¿Quién se va a hacer responsable de este desastre? ¿Vos, ustedes dos, el Ejecutivo?, pregunté. Según ellos, los informes recibidos por parte de militares avalaban las represalias, fundamentalmente contra el ejército. Poco a poco la discusión fue subiendo de tono y la cortó Sendic, anunciando que debía marcharse. Ojalá me equivoque, fueron mis palabras de despedida.
            "La noche del 18 de mayo un comando tupamaro ejecutó a cuatro soldados que hacían guardia en la casa del Comandante General del Ejército, con el propósito de cortar las torturas en los cuarteles. El resultado conseguido fue todo lo contrario y Montevideo se convirtió en una ratonera sin salida" (19).
 
            De esto se desprende que Sendic no se negaba a entregarse porque -según dijo él mismo- "Están muriendo compañeros y yo me voy a quedar peleando". Por el contrario, se trata de una inversión de la causalidad: el MLN seguía peleando porque Sendic se negaba a rendirse, en una especie de Ragnarök ("el destino de los dioses" en la mitología nórdica) que significaría el fin del mundo de los dioses y de los hombres. "Habrá Patria para todos o no habrá Patria para nadie" (20), decía la propaganda tupamara en 1972.
            La mejor prueba es lo que ocurrió después.
 
            Después del arresto de Sendic, continuaron algunos atentados empleando cócteles Molotov, los robos de automóviles y los asaltos a bancos, y las muertes inútiles.
            El 23 de septiembre fueron capturados los miembros del grupo sedicioso "Movimiento 22 de Diciembre" -también denominado «Microfracción», un grupo violentista de escindidos del MLN, responsable de la voladura del Club de Golf, en diciembre de 1971.
            El 26 de septiembre son detenidos 4 integrantes de la columna llamada inicialmente "Movimiento 6 de setiembre" y más tarde "Movimiento Chueco Maciel".           
            El 1 de octubre las FF.CC. detuvieron a 7 integrantes de la Columna 70 del MLN y una semana más tarde, a otros 9.
            El 22 de diciembre fue detenido Jorge Lorenzo Becca Tessa, con otros 2 sediciosos.
            Para el 20 de septiembre de 1972, las FF.CC. habían atrapado a2.552 tupamaros (21).
 
            Para ese momento, al MLN solamente le quedaban jóvenes guerrilleros. "En Montevideo no había nadie liderando... Me encontré con grupos de chiquilines con un promedio de 18 años, que iban desde los 16 a los 19 o 20... nucleados en grupitos. Estos jóvenes, además, tenían «muy poco» armamento" (22), dijo años más tarde el dirigente tupamaro Luis Bolívar Alemañy Viñas, en una entrevista que concedió a Alfonso Lessa. Eran  "titatiros" (23), diría Efraín Martínez Platero, pero no combatientes verdaderos que pudiesen enfrentarse a las Fuerzas Armadas uruguayas. Algunos no sabían ni cómo usar un arma, pero querían reiniciar las acciones armadas. Era gente fanatizada, poco inteligente, sin sentido de la realidad, Además, estaban desmoralizados, atemorizados y no podían ni siquiera desplazarse con seguridad.
            Tampoco en el exilio había cuadros militares. En Cuba, por ejemplo, había unos 300 tupamaros «asilados», pero de esos ni siquiera 100 tenían más que un entrenamiento militar rural y ninguna experiencia.
 
            En enero de 1973, el dirigente en el exilio Luis Alemañy regresó a Uruguay clandestinamente desde Cuba para abortar cualquier ofensiva de estos militantes jóvenes, y mandarlos al exilio a Chile y Argentina, usando documentos falsos.
            El 17 de abril de 1974, el dirigente tupamaro William Alem Whitelaw Blanco cruzó en barco desde Argentina  para ver si sería posible introducir armas y militantes en Uruguay para retomar las acciones militares. En la Playa de la Agraciada se reunió con Alemañy, quien lo convenció de que aquello no tenía sentido.
            Pocos días después, Alemañy debió huir hacia Buenos Aires para escapar de los operativos de las FF.CC. Al hablar con la Dirección del MLN en el exilio- formada por Kimal Hur Amir Percel, Lucas Víctor Mansilla Calleros; Luis Alemañy, Aníbal Raúl de Lucía Grajales y Efraín Martínez Platero- todos estuvieron de acuerdo con el planteo de Alemañy.
            En 1974 el MLN en Buenos Aires se fraccionó en dos: la Tendencia Proletaria (influida por el PRT/ERP argentino y liderada por Andrés Cultelli, junto con algunos cañeros como Ataliva Castillo) y la fracción Nuevo Tiempo, que propugnaba por una salida política del movimiento, mediante la creación de un partido de masas.
            En 1975, la Tendencia Proletaria decidió enviar a Uruguay un grupo de 15 militantes jóvenes. Todos fueron detenidos en 24 horas.

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(17) El Día; La Caída de Sendic es un Golpe Decisivo contra los Tupamaros; 1 setiembre 1972; Pág. 3. Pasadoreciente.com.
http://www.pasadoreciente.com/hechos/197...0p%203.jpg
 
(18) Leonardo Haberkorn; Historias Tupamaras;  Editorial Fin de Siglo; Montevideo; Pág. 179.

(19) Diario El Observador; Carta 1 de Amodio Pérez; Aclarando algunas cosas... a propósito de cómo se escribió la historia; Fechada 19 marzo 2013; Publicada 22 mayo 2013.

 
(20) Junta de Comandantes en Jefe; De las FF.AA. al Pueblo Oriental; Tomo I; Pág. 679.
 
(21) Coronel Sergio D'Óliveira; El Uruguay y los tupamaros; Departamento Editorial "General Artigas" del Centro Militar; Volumen No 81;  Montevideo; 1996; Pág. 144.
 
(22) Alfonso Lessa; La revolución imposible; Editorial Fin de Siglo; Uruguay; 2002; Pág. 293. 

(23) Ídem; Pág. 299.
Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. - Marco Tulio Cicerón
 
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#27
Hoy que lanoticia es los curreros que se han atendido en el Hospital Militar y en el Policial recordamos a este individuo que sin tener derecho a ser usuario fue atendido y muy bien atendido en el Hospital Militar.
Paladar y lengua nuevas

[Imagen: FbhyKWsXgAAzuJ6?format=jpg&name=medium]
 
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".
 
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#28
Si, lengua nueva pero seguia diciendo bolud****,
 
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