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Desaparicion de la bandera de los 33 por el OPR-33
#9
El Robo del Pabellón de los
 Treinta y Tres Orientales
 (1971)

(Material publicado en el Foro desde el 28 de julio de 2007)
 
I. Introducción

    La Bandera de los Treinta y Tres Orientales, de 1,23 x 0,72m,  fue fabricada por Luis de la Torre, y desplegada por vez primera en la Cruzada Libertadora del 19 de abril de 1825, siendo adoptada por la Sala de Representantes de la Provincia Oriental como Pabellón Nacional provisorio (Ley del 26 de agosto de 1825).
            Esa Ley concretamente estipuló:

            "La Honorable Sala de Representantes de la Provincia Oriental del Rí­o de la Plata, en uso de la soberaní­a ordinaria y extraordinaria que legalmente reviste, ha sancionado y decreta con valor y fuerza de ley lo siguiente:
            "Siendo una consecuencia necesaria al rango de la independencia y libertad que ha recobrado de hecho y de derecho la Provincia Oriental, fijar el Pabellón que debe señalar su Ejército y flamear en los pueblos de su territorio, se declara por tal el que tienen admitido, compuesto de tres fajas horizontales, celeste, blanca y punzó, por ahora y hasta tanto que incorporados los diputados de esta Provincia a la Soberaní­a Nacional se enarbole el reconocido por el de las Provincias Unidas del Rí­o de la Plata a que pertenece".


           
Durante años el Pabellón de los Treinta y Tres fue conservado en el Museo Juan Antonio Lavalleja, hasta que el 16 de julio de 1969 fue hurtada por un comando subversivo vinculado al OPR33/PVP. Luego del retorno a la democracia (1985), el Gobierno solicitó la devolución del Pabellón, pero quienes lo hurtaron adujeron que ignoraban su paradero.
            Jamás ha sido recuperado.
 
II. Los hechos
 
            Un artículo publicado por el Boletín de la Biblioteca Artiguista relata así las circunstancias y el panorama nacional e internacional al ocurrir el robo:
 
            "El martes 16 de julio de 1969 no iba a ser un dia cualquiera en Uruguay.
            "A primeras horas de la tarde de una jornada nublada, en la Cámara de Senadores, legisladores de los partidos tradicionales denunciaban que en distintas Facultades e incluso en la misma Universidad de la República, se había arriado la bandera nacional, sustituyéndola por las de Cuba y las del Viet Cong, y en el mismo momento, no muy lejos de allí, en una escuela de Montevideo, una maestra enseñaba a sus alumnos, desde un pizarrón como se dibujaba la bandera de Fidel Castro.
            "Por la noche, N. Armstrong, E. Aldrin y M. Collins, inicialrían a bordo de la Apollo 11, su histórico viaje a la luna.
            "Y dos días más tarde, con la asistencia del Presidente de la República, en otro acto de fé republicana - no deslucido como el de la semana pasada - , se recordaría frente al Cabildo, el 139 aniversario de la Jura de la Constitución.

            "A las 18 y 30 de ese martes, casi sobre la hora del cierre, ingresaron al Museo, que tiene su sede en la que fuera casa del General Lavalleja, ubicada en la calle Zabala, entre 25 de Mayo y Cerrito, seis o siete asaltantes de la denominada OPR 33 (...)  brazo armado de la Federación Anarquista del Uruguay; constituído luego de una escisión del Movimiento Tupamaro y hermano carnal de las organizaciones terroristas de la época, quienes portando armas de fuego, lograron reducir a unos pocos funcionarios, atando sus manos con cuerdas y alambres, encerrándolos en una habitación, procedieron a sustraer la bandera, expuesta en una de las salas de la planta alta.
            "Con asombrosa y planificada rapidez, tras romper el vidrio de una vitrina especial, fué quitada del lugar en que se encontraba, adherida a un gran lienzo blanco ya oscurecido por el tiempo, y sin tomar ningún otro objeto de los valiosos que la rodeaban, los ladrones descendieron en tropel logrando perderse en la calle, mezclándose entre los numerosos transeúntes que en esos momentos abandonaban la Ciudad Vieja.

            "A los pocos minutos, uno de los funcionarios se desligaba de sus ataduras, ayudaba a sus compañeros y procedía a dar cuenta del hecho a sus superiores.
            "Tiene que haber sido, además, uno de los días más tristes en la larga vida de ese gran e inolvidable ciudadano que fué el profesor Juan E. Pivel Devoto, entonces Director de los Museos Nacionales, cuando tuvo que presentarse ante las autoridades policiales, acompañado del titular del entonces Ministerio de Cultura, a denunciar el insólito robo.

            "Hasta hoy, lo único que se conserva de [el Pabellón] es el famoso cuadro de Blanes "El juramento de los Treinta y Tres Orientales", una imponente pieza al óleo de 3,11 por 5,64 que el pintor de la Patria concluyera en 1877, ubicada en el Museo que lleva su nombre, en el Prado, convertido, cada vez que se lo admira o recuerda, en un gran dedo acusador de los delincuentes y en un permanente motivo de reproche". (1)

 
            Debe agregarse que en el lugar del hurto apareció un impreso que identificaba a los ladrones como miembros del grupo "R 33", es decir la Organización Popular Revolucionaria 33 u OPR 33.
            En el robo intervinieron Heber Mejías Collazo y Nelso Peralta Larros, ignorándose el nombre de los restantes autores materiales del robo. Además de Mejías Collazo  se consideran  responsables a  Hugo Cores y León Duarte, dirigentes del grupo. Duarte desapareció en la Argentina en 1976; Cores falleció en el año 2006.
           
            También el profesor de Historia Alejandro Giménez ha realizado una crónica detallada del pabellón de los Treinta y Tres, con una entrevista al funcionario encargado del Museo.
 
            "El robo de una Bandera
            "16 de julio de 1969. Un miércoles gris que amenazaba lluvia en la “Muy Fiel y Reconquistadora”. Mientras el mundo se conmovía con la inminencia de la llegada del primer hombre a la Luna –lo que sucedería cuatro días después- el Uruguay vivía la alegría de un nuevo aniversario de Maracaná.
            "Pero al hombre común le salía al paso la preocupación por la situación econó-mica y social del país, que derivaba en conflictos laborales, que hacían subir la temperatura de la ciudadanía, así como el movimiento guerrillero, que radicalizaba sus métodos.
            "Walter Rodríguez, hoy jubilado después de 36 años de trabajo en el Museo Histórico Nacional, vigilaba la planta alta de la Casa de Juan Antonio Lavalleja, dependencia del museo, que está ubicada en Zabala 1469 entre 25 de Mayo y Cerrito.
            "En la Sala “Treinta y Tres Orientales” de esa planta estaba la bandera que enarboló en la Playa de la Agraciada el jefe de la Cruzada Libertadora de 1825.

            "«Era un día tranquilo. Fíjese que el primer visitante entró recién a las cinco de la tarde», recuerda. Nada hacía pensar que estaba por llevarse a cabo un robo verdaderamente histórico.
            "A eso de las 17.40 llegan dos visitantes y poco después un tercero, los que se encuentran en la planta superior. «Uno me preguntó si la bandera era auténtica, a lo que por supuesto respondí afirmativamente», relata nuestro entrevistado.
            "Pasados diez minutos de las seis de la tarde entró un hombre petiso, de bigotes y lentes, mientras los tres que se hallaban arriba bajaron, y se pusieron a hablar con el portero de la casa.
            “«A ese petiso yo lo había visto el día anterior, a última hora, mirando un docu-mento de pensión graciable firmado por Lavalleja, que está encuadrado y en exposición en la misma sala que la bandera», recuerda Rodríguez, agregando que «subió y se puso a copiar lo que miró el día anterior. Fue claro que buscaba distraerme, para que yo no vigilara desde arriba por la ventana lo que hacían los tres que habían bajado».
            "A todo esto era la hora de cerrar -18.30- y el hombre seguía copiando. «Le dije que íbamos a cerrar, y me pidió un minuto más para terminar. Yo sospechaba sus malas intenciones, porque cuando me vio dejó de escribir», cuenta el ex funcionario del museo.

            “«Cuando el hombre terminó de copiar y guardó el papel, siento ruido en la escalera y me asomé a ver que pasaba. Eran tres hombres con armas. Me apuntaron y me dijeron que obedeciera, que nada me iba a pasar, y que bajara sin mirar para atrás», prosigue el relato, destacando además la corrección y la “cara descubierta” de los asaltantes.

            "Con las manos atadas y el rostro contra la pared, Rodríguez estuvo por espacio de casi veinticinco minutos encerrado en la portería junto a cinco compañeros. «Al principio creí que era una rapiña común, pero antes de irse, además de cortar el cable del teléfono y dejar la llave de la casa junto a la puerta de calle, tiraron unos volantes que hablaban de la Bandera de los Treinta y Tres ».
            "Después de esperar diez minutos, como habían ordenado los autores del opera-tivo, una funcionaria que no había sido atada procedió a desatar a nuestro entrevistado.     “«Después de ir a la Casa de Rivera, sede central del museo, y comunicar al Director Profesor Juan Pivel Devoto lo sucedido, volví al lugar y pude ver que habían sacado la bandera  del bastidor en el que estaba, dentro de un marco con vidrio. En el sitio dejaron un círculo con una ‘R’ en el medio, hecho con color rojo», comenta.
           

            "Donada al gobierno de la República en 19 de abril de 1858 por Constantino, Juan Antonio y Francisco Lavalleja, hijos del jefe de la Cruzada, sirvió de modelo a Juan Manuel de Blanes para que en 1875 pintara su cuadro “El juramento de los Treinta y Tres”.
            "En 1893 pasó a pertenecer al Museo Nacional, siendo utilizada en ese año y el siguiente en los festejos del 19 de abril llevados a cabo en la Playa de la Agraciada.
            "En 1899 Vicente de la Torre, que participara en la organización de la Cruzada de 1825, declara que «la bandera es la misma que él declarante cosió con sus propias manos en la ciudad de Buenos Aires en la ropería propiedad de su hermano dos Luis de la Torre y Villanueva…», ratificando que el lema “Libertad o Muerte” fue escrito por un retratista francés llamado Jean Pierre Goulu.
            "La enseña vuelve a poder de Francisco Landívar Lavalleja, nieto del caudillo, en 1905. Muerto Landívar en 1923, sus hermanas la donan al Archivo Museo Histórico Nacional. Desde la apertura de la Casa de Lavalleja en 1942, la bandera lució en la Sala “Treinta y Tres Orientales de la planta alta, hasta el 16 de julio de 1969.


            "La organización “OPR 33” (Organización Popular Revolucionaria 33) se atribuyó la acción. Heber Mejías Collazo (a) “Jaime”, capturado por las fuerzas de seguridad en setiembre del 69, fue sindicado como uno de los autores materiales de la apropiación. En julio del año siguiente fue detenido Néstor Peralta Larrosa, otro de los acusados de participar en el operativo.

            "A principios de los años 90, el diputado frenteamplista Hugo Cores admitió que el Partido Por la Victoria del Pueblo [ex OPR 33] tuvo la bandera en Buenos Aires hasta 1975, la que presumiblemente desapareció –o fue destruida- en uno de los procedimientos contra los opositores uruguayos a la dictadura uruguaya exiliados en la vecina orilla, en plena guerra sucia, afirmando que la enseña “nunca salió de Argentina”.

            "La bandera medía 725 x 1.235 milímetros y era expuesta en un bastidor de madera con vidrio, junto al asta de madera, recubierta con pana roja y moharra de hierro.
            "El único objetivo era la bandera, porque no se llevaron el sable que estaba a pocos metros de allí, otra pieza de gran valor simbólico para los Orientales.
            "Nunca se supo a donde fue a parar el histórico pabellón. Su destino ha sido objeto de debates políticos antes y después de la dictadura.
            "Para Walter Rodríguez, que tuvo contacto con la enseña durante años “debe estar intacta, ya que fue restaurada y adherida a otra tela, y fue sacada con un trabajo muy delicado del bastidor”.
            "Símbolo histórico de incalculable valor, la bandera de los Treinta y Tres Orientales” difícilmente vuelva a aparecer. Quizá lo que sucedió con ella sea una buena lección para que no olvidemos el respeto que le debemos a nuestro pasado, al margen del criterio partidario que tengamos puesto" (2).


III. ¿Qué fue del Pabellón?
 
            Según los sediciosos, la bandera habría estado escondida en Buenos Aires hasta 1975 detrás de un cuadro, que uno de ellos tení­a en su casa en Buenos Aires. Cuando se produjo uno de los ataques de los grupos paramilitares argentinos contra los miembros del PVP (que estaban raptando gente en la Argentina para pedir rescates de varios millones de dólares, como ya se ha visto), aparentemente en su rapacidad destruyeron todo y se llevaron el cuadro.
            Otra versión -no confirmada- afirma que le prendieron fuego antes que cayera en manos de las autoridades.

            El autor no cree ninguna de las dos versiones: una bandera parece algo muy grande y muy grueso como para meter atrás de un cuadro, especialmente si estaba envuelta en algo para protegerla de la humedad y del polvo: ¡después de todo estamos hablando de una tela que tení­a por entonces casi 150 años! Por otra parte, es dudoso que alguien dejasea tamaño botí­n de forma tal que si se rompí­a el cuadro cualquiera pudier­a encontrarlo, especialmente conociendo la situación política  en la República Argentina.
            Respecto a la versión de haberla quemado; parece extraño que los sediciosos -que pensaban cambiar el Pabellón por sus "camaradas" presos, o simplemente por una gran suma de dinero - ya que estaban en etapa de "acumulación de fuerzas"- hayan llegado tan lejos y perdido su único elemento de negociación con las FFAA uruguayas.

            No deja, sin embargo, de ser una hipótesis posible.

            ¿Habrá caí­do la Bandera en manos argentinas? ¿La guardaron como trofeo, como ocurrió con  las banderas de las Invasiones Inglesas? Esto no puede saberse; si se la quedó algún coleccionista o la destruyó algún seguidor de Suárez Masson, nunca lo sabremos. El hecho es que hay evidencia (mencionada en el Semanario Búsqueda y citada debajo) que afirma que el Pabellón podrí­a estar en Uruguay, y que lo iban a usar para intercambiarlo por sediciosos procesados.

 
IV.   Un documento inquietante
 
            La siguiente carta fue publicada en la sección "Cartas del Lector" del Semanario Búsqueda.

"Señor Director:
           

            "Durante este gobierno se empezaron a realizar los Consejos de Ministros en pequeñas localidades del interior, para este último se eligió la localidad de Vergara.
            "Lo interesante fue la fecha elegida, 16 de julio de 2007 aprovechando en su apertura para hacer una referencia a la gesta de Maracaná y rendirles un homenaje a sus tres integrantes que aún la pueden contar. Algo muy plausible por cierto.
            "Hay varias fechas que marcaron momentos de mi vida y que nunca las podré olvidar como esa que recuerdo dónde estaba y con quién, o por ejemplo el dí­a que mataron al presidente Kennedy por mencionar otra.
            "Pero no escuché ninguna reflexión sobre otro 16 de julio que lamentablemente ni siquiera puedo recordar dónde estaba ni qué hací­a al igual que muchos otros compatriotas. Ese dí­a fue cuando la Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales (OPR 33) se apropió de algo que pertenecí­a a todos los uruguayos, la más que centenaria bandera de los Treinta y Tres Orientales.
            "Aún hoy la tienen como trofeo de guerra y muchos integrantes de esa organización que hoy forman parte de este gobierno pueden saber algo sobre la misma. Uno de los que sí­ estoy seguro sabí­a dónde estaba la bandera fue el extinto Hugo Cores, que supo ser secretario del presidente Vázquez, ¿nunca se le ocurrió preguntarle por la bandera? Sigo estando convencido que la bandera está en Uruguay.
            "Aunque me niego a comprar libros escritos por sediciosos, compré uno que se llama "Acción directa anarquista, una historia de FAU", porque en él narran con lujo de detalles y se vanaglorian de robos, "apretes", secuestros (Molaguero, Hart, Cambón, Fernández Lladó, José Pereira González, Menoni) contados por sus propios participantes y por supuesto el robo de la bandera.
            "A esto último le dedican un pequeño capí­tulo y dicen algunas cosas, por ejemplo, y copio textual: «Es la única bandera que 'parla', tiene una vigorosa consigna libertaria en su centro 'Libertad o muerte»  como dice alias "Silva".
            "Pero aunque me duela y les haga propaganda les aconsejo que lo compren porque no tiene desperdicio.
            "El autor es el ex sedicioso Juan Carlos Mechoso Méndez, uno de los fundadores del OPR 33 que según él era canillita, lo que me hace preguntarme ¿con qué dinero financiaron el libro y quién lo escribió en realidad?
           

            "Sobre el robo de la bandera escribe en forma escueta y dice algunas verdades y muchas mentiras, como corresponde.
            "Primero: es cierto como dice en el libro, que en el año 1975 el superior le ordena al OCOA buscar la bandera al cumplirse 150 años de la gesta libertadora.
            "Segundo: es cierto que los integrantes de la dirección del OPR 33 son trasladados desde los penales a una unidad militar para ser interrogados nuevamente mediante la autorización de la Justicia Militar.
            "Tercero: lo que no dice Mechoso es que trata de hacer un arreglo para entregar la bandera.Een una entrevista cara a cara donde propone varias cosas:
            "A-. Que sus compañeros sean devueltos a los penales.
            "B-.Pregunta ¿qué pasa con el que tiene la bandera?
            "C. Pregunta ¿qué pasa con él?
            "Se le responde que sus compañeros serán devueltos a los penales, al que tenga la bandera no le sucederá nada y a él se le reducirá la pena a la mitad. Mechoso pretende que le demos nuestra palabra de honor, a lo que le respondí­ que ellos no tienen honor pero que cumplirí­amos nuestra parte.
            "Acepta las condiciones y dice: «Yo sé dónde estuvo la bandera, me llevaron con los ojos vendados pero como era canillita me conocí­a todas las baldosas del Cerro»  y nos lleva al Cerro marcando la casa de un señor Mancebo.
            "Estando ahí­ nos engancha por teléfono una señora alias "Marí­a" que resultó ser Sara Méndez que pretendí­a hacernos ir a negociar a Buenos Aires la entrega de la bandera. Pero el general Cristi se opone aduciendo que era una emboscada y nos iban a matar. Finalmente no fuimos a Bs. As. y no encontramos la bandera, Mancebo fue procesado y Mechoso en algún momento me dijo que me iba a matar. Tiene dos opciones o cumple su palabra, para lo cual le recuerdo que estoy en el Hospital Militar torre 6 piso 5 habitación 14 o de lo contrario devolver la bandera.
            "De paso este gobierno
[se refiere al gobierno del Dr. Tabaré Vázquez] podrí­a tratar en la mesa polí­tica del Frente Amplio con los dirigentes del PVP ex OPR el tema de la bandera y aportar alguna información. Para realizar esto no serí­a necesario trasladarse a una pequeña localidad del paí­s ni mover a los ministros, es más, bastarí­a que el señor presidente de la República le pregunte a alguno de los integrantes de este gobierno, como ser su hermano[Jorge Vázquez] alias "Perro" o al "Gringo" Ricardo Gil Iribarne o a Pablo Anzalone, entre otros integrantes del antiguo OPR hoy PVP.
            "Lástima que no esté "Anselmo"
[Hugo Cores] para agitar el bolso con el dinero robado al banco UBUR de La Teja como hace 29 años, porque ahora podrí­a agitar la bandera y gritar: "Festejen uruguayos, festejen".


"Atentamente,
"Cnel. ® Ernesto A. Ramas
"C.l. 707.695-5"
(3)
_______________________________________________________________
 
Citas:


(1)  Boletín de la Biblioteca Artiguista del Círculo Militar General Artigas No. 130, Mayo del 2008)
 
(2) Citado por Cecilia; Crónica del Robo de la Bandera de los 33 Orientales; Facebook
http://et-ee.facebook.com/topic.php?uid=150697741553&topic=10279
Extraído del libro “Montevideo, genio y figura”, Ediciones El Galeón, Montevideo, 2001, páginas 77/79, autoría de Alejandro Giménez Rodríguez, Profesor de Historia, actual Coordinador de Museos, Dirección de Cultura, Ministerio de Educación y Cultura).
 
(3) Semanario Búsqueda; Correo de los Lectores;  Año XXXVI; Nº 1416;  26 Julio de 2007.
Carta del Coronel Ernesto Ramas
Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. - Marco Tulio Cicerón
 
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RE: Desaparicion de la bandera de los 33 por el OPR-33 - danny - 09-21-2019, 02:09 PM

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