10-04-2015, 03:21 PM
Conquistadores del Plata y el Paraguay (III)
Domingo Martínez de Irala (1509 - 1556)
Domingo Martínez de Irala nació en Vergara, Guipúzcoa en 1509.
En 1535 marchó a América con la expedición de Pedro de Mendoza, participando en 1536 en la primera fundación de Buenos Aires y en los combates contra los indios. Junto con Juan e Ayolas exploró los ríos Paraná y Paraguay, siendo nombrado por éste lugarteniente del Puerto de La Candelaria en 1537, donde quedó como capitán de los hombres y barcos que quedaron en ese puerto, mientras Ayolas continuaba la exploración hacia el Alto Paraguay. Desconociendo la suerte de Ayolas, del que se decía que había muerto a manos de los indios Payaguás, el veedor de la Corona Alonso Cabrera le confirmó como lugarteniente de Ayolas y Gobernador interino del Río de la Plata, con sede en Asunción, ciudad fundada por el capitán Juan de Salazar y Espinosa. Con ayuda de sus hombres, Irala se dedicó a reforzar Asunción, hasta alcanzar una guarnición de 600h y pacificando los alrededores.
Llegado Alvar Núñez Cabeza de Vaca a Asunción, las autoridades se negaron inicialmente a cederle el mando, aduciendo que Ayolas seguía con vida. Irala, en consecuencia, seguiría al mando, aunque finalmente lo debió ceder al Adelantado. Irala fue nombrado Maestre de Campo y partió al mando de una expedición ordenada por Alvar Núñez en busca de las Sierras de la Plata. Secretamente, Irala conspiró contra el Adelantado hasta conseguir deponerlo en 1544, promoviendo una rebelión de la que se mantuvo al margen. Posteriormente, al ser encarcelado y enviado Cabeza de Vaca a España, Irala regresó al poder como teniente del gobernador.
En 1543, Irala fundó la ciudad y Puerto de los Reyes, en el Chaco, a orillas del río Paraguay. En 1547 emprendió un viaje por tierra hacia el Perú, al mando de 250 españoles y 2000 indios guaraníes. Llegando hasta el Alto Perú , encontró que otros españoles habían conquistado ya esas tierras, por lo que ofreció sus servicios al virrey Pedro de la Gasca, quien los rechazó y le ordenó que volviese a Paraguay.
Al regresar a Asunción en 1549, encontró que había sido depuesto de su cargo, pero fue repuesto en 1552 cuando el Rey Carlos I de España le nombró Gobernador del Río de la Plata, al haber fracasado todos los intentos de enviar un funcionario hasta esa zona.
Sería sucedido por Gonzalo de Mendoza, que sería decapitado en una revuelta por un grupo de rebeldes españoles y reemplazado por Diego de Abreu. Irala hizo asesinar a Abreu, recuperó el poder y luego se internó en una expedición hacia el Oeste, con resultados desastrosos, hasta que el Rey le prohibió contiunar con sus descubrimientos, orden que no respetó.
Durante el mandato de Irala, en 1552, fue enviado a la Banda oriental el Capitán Juan Romero con una expedición de 120 hombres. Romero fundó ese mismo año la Villa de San Juan, sobre el río del mismo nombre, cerca de la isla de San Gabriel (actual Colonia). La villa fue quemada y los españoles fueron expulsados por los Charrúas en 1555.
Irala falleció en Asunción en 1556, a consecuencia de fiebres.
Alvar Núñez describió a Irala como un traidor e indisciplinado, causante de la muerte de Ayolas y su gente al abandonar La Candelaria, aunque es discutible qué otra cosa pudo haber hecho para evitar la aniquilación de sus hombres. Aunque también se le adjetiva de altanero, áspero, cruel y vicioso, ciertamente supo manejar con mano maestra la situación hasta hacerse con el poder, arrebatándoselo a Cabeza de Vaca.
Domingo Martínez de Irala (1509 - 1556)
Domingo Martínez de Irala nació en Vergara, Guipúzcoa en 1509.
En 1535 marchó a América con la expedición de Pedro de Mendoza, participando en 1536 en la primera fundación de Buenos Aires y en los combates contra los indios. Junto con Juan e Ayolas exploró los ríos Paraná y Paraguay, siendo nombrado por éste lugarteniente del Puerto de La Candelaria en 1537, donde quedó como capitán de los hombres y barcos que quedaron en ese puerto, mientras Ayolas continuaba la exploración hacia el Alto Paraguay. Desconociendo la suerte de Ayolas, del que se decía que había muerto a manos de los indios Payaguás, el veedor de la Corona Alonso Cabrera le confirmó como lugarteniente de Ayolas y Gobernador interino del Río de la Plata, con sede en Asunción, ciudad fundada por el capitán Juan de Salazar y Espinosa. Con ayuda de sus hombres, Irala se dedicó a reforzar Asunción, hasta alcanzar una guarnición de 600h y pacificando los alrededores.
Llegado Alvar Núñez Cabeza de Vaca a Asunción, las autoridades se negaron inicialmente a cederle el mando, aduciendo que Ayolas seguía con vida. Irala, en consecuencia, seguiría al mando, aunque finalmente lo debió ceder al Adelantado. Irala fue nombrado Maestre de Campo y partió al mando de una expedición ordenada por Alvar Núñez en busca de las Sierras de la Plata. Secretamente, Irala conspiró contra el Adelantado hasta conseguir deponerlo en 1544, promoviendo una rebelión de la que se mantuvo al margen. Posteriormente, al ser encarcelado y enviado Cabeza de Vaca a España, Irala regresó al poder como teniente del gobernador.
En 1543, Irala fundó la ciudad y Puerto de los Reyes, en el Chaco, a orillas del río Paraguay. En 1547 emprendió un viaje por tierra hacia el Perú, al mando de 250 españoles y 2000 indios guaraníes. Llegando hasta el Alto Perú , encontró que otros españoles habían conquistado ya esas tierras, por lo que ofreció sus servicios al virrey Pedro de la Gasca, quien los rechazó y le ordenó que volviese a Paraguay.
Al regresar a Asunción en 1549, encontró que había sido depuesto de su cargo, pero fue repuesto en 1552 cuando el Rey Carlos I de España le nombró Gobernador del Río de la Plata, al haber fracasado todos los intentos de enviar un funcionario hasta esa zona.
Sería sucedido por Gonzalo de Mendoza, que sería decapitado en una revuelta por un grupo de rebeldes españoles y reemplazado por Diego de Abreu. Irala hizo asesinar a Abreu, recuperó el poder y luego se internó en una expedición hacia el Oeste, con resultados desastrosos, hasta que el Rey le prohibió contiunar con sus descubrimientos, orden que no respetó.
Durante el mandato de Irala, en 1552, fue enviado a la Banda oriental el Capitán Juan Romero con una expedición de 120 hombres. Romero fundó ese mismo año la Villa de San Juan, sobre el río del mismo nombre, cerca de la isla de San Gabriel (actual Colonia). La villa fue quemada y los españoles fueron expulsados por los Charrúas en 1555.
Irala falleció en Asunción en 1556, a consecuencia de fiebres.
Alvar Núñez describió a Irala como un traidor e indisciplinado, causante de la muerte de Ayolas y su gente al abandonar La Candelaria, aunque es discutible qué otra cosa pudo haber hecho para evitar la aniquilación de sus hombres. Aunque también se le adjetiva de altanero, áspero, cruel y vicioso, ciertamente supo manejar con mano maestra la situación hasta hacerse con el poder, arrebatándoselo a Cabeza de Vaca.