[Terminus]

La intolerancia disfrazada de tolerancia a la carga....parece que ser sacerdote catolico es un demerito y si es coronel aun mas....

CAPILLA CATÓLICA EN HOSPITAL MILITAR ES GESTIONADA POR SACERDOTE QUE ES CORONEL
Religiosos pretenden pluralidad de religiones en espacios públicos
Publicado el Martes 1 diciembre de 2015 , 6:02am

Por Francisco Connio
Grupos de distintas religiones plantean solicitar al gobierno que se revea la situación de la capilla católica que existe en el Hospital Militar y que se ajuste a experiencias religiosas más plurales, como la que existe por ejemplo en la excárcel Comcar, donde hay un centro interreligioso gestionado por doce religiones diferentes.

“Pero además esta capilla, -que fue avalada por el gobierno- es gestionada por un sacerdote que es coronel y tiene un discurso que no está muy ajustado a términos de derechos humanos, o sea, no es un sacerdote cualquiera, sino que claramente tiene una mirada de corte premilitar”, dijo a LA REPÚBLICA el licenciado Nicolás Iglesias, quien fue uno de los panelistas durante un seminario sobre Laicidad y Políticas Públicas, donde se discutieron precisamente temas referentes al vínculo entre religión y Estado.
Allí, en ese debate recientemente realizado en la Facultad de Ciencias Sociales, se abordaron temas como la presencia de religiones en las políticas públicas así como en espacios públicos, como por ejemplo la cruz en la zona de Tres Cruces, la imagen de la virgen María en Plaza Armenia, la bancada evangélica a nivel parlamentario, entre otras expresiones.

“Obviamente hubo temas que generan mayor polémica que otros, pero quiero destacar dos en particular por razones distintas”, dijo Iglesias, “uno es la ONG Beraca, que funciona como una ONG religiosa que trabaja con personas en vulneración social, pero que no controla el Estado, y lo otro es referirme específicamente a la capilla que funciona en el Hospital Militar”.

Capilla en el Hospital Militar
Un tema que causó mucha polémica fue precisamente el de la capilla que funciona dentro del Hospital Militar. ¿Y por qué causa polémica este tema?, se preguntó Iglesias, señalando que los panelistas evaluaron que el Estado ya tenía experiencia en la atención a la vía espiritual de las personas como sucede en la cárcel Comcar (actualmente y en forma oficial Unidad Nº 5 Santiago Vázquez) donde existe un centro interreligioso gestionado por doce religiones diferentes, “porque cuando se reinaugura un espacio religioso en un lugar público como es una capilla no se hace de forma interreligiosa y acordada entre los distintos grupos”.
“Y además ¿por qué el Estado apoya la iniciativa de un solo grupo?, como se dio en este caso de una capilla inaugurada en el Hospital Militar, que es gestionada por un sacerdote que además es coronel.
Esa capilla católica existía hace más de 100 años y era atendida por distintos párrocos y había dejado de funcionar. Ahora fue reinaugurada y bendecida. Pero el cuestionamiento tiene dos bemoles”, dijo Iglesias, agregando que por un lado, el Estado “dio preferencia” a la Iglesia católica para la atención espiritual en un espacio público, pero “no lo hizo para todas las religiones”.

Pero además, agrega el licenciado, esta capilla tiene a un sacerdote de corte militar ya que no tiene un discurso muy ajustado a términos de derechos humanos. Entonces eso generó enorme preocupación de que el Estado tenga un trato preferencial con esta persona que además ni siquiera es representativa de los católicos si hilamos fino”, precisó.
Consultado si el Estado debería actuar en forma inmediata en este caso, Iglesias dijo que el Estado es responsable y en este caso es copartícipe de la existencia de esta capilla católica en el Hospital Militar, porque la legitima al punto que en la inauguración estuvieron presentes no solo la esposa del presidente de la República, sino otras autoridades de gobierno.
Y esto ha determinado que algunos grupos religiosos pretenden que se revea la situación de esa capilla, para que se ajuste a experiencias más plurales ya que está el antecedente del Comcar como señalaba anteriormente”.

Beraca cuestionada
En el caso de Beraca, comentó Iglesias, es una ONG religiosa, del pastor Márquez de la Iglesia Misión y Vida, “que tiene más de 1.100 camas y no tienen ningún control estatal, debido a que el Estado no tiene ningún convenio con Beraca, salvo un CAIF.
Según el licenciado no es un tema menor y hay que abordarlo como se debe, ya que debe quedar claro cuál es el “rol del Estado” en esta situación donde hay “personas de mucha vulnerabilidad y hasta violentadas, debido a que ya hubo denuncias de violencia”.
A su juicio la discusión va más allá de Beraca y es cómo el Estado puede “garantizar una perspectiva de derechos humanos cuando gestiona convenios con organizaciones religiosas denunciadas por violencia”.
Pero no es el único caso dijo y citó otra ONG en el Interior, “que iba a atender victimas de violencia doméstica, pero como tenía preceptos religiosos, de corte patriarcal, machista, no hacía una tarea ajustada a una perspectiva de derechos humanos. O sea, que a veces la perspectiva religiosa interfiere en forma negativa en relación a la atención”.
En ese caso el desafío es que el Estado debe hacer garantizar los derechos humanos o sea, que haya una perspectiva de derechos humanos cuando estas organizaciones religiosas gestionan lo público y lo social”, precisó.

Religiones en la educación
Iglesias recordó que el Diálogo Interreligioso Uruguayo propuso al Estado en diversas ocasiones la enseñanza sobre las diversas religiones, no como catequesis, en la educación pública en todos sus niveles.
Pidiendo la aplicación de la actual Ley de educación que define a la laicidad como la que “asegurará el tratamiento integral y crítico de todos los temas en el ámbito de la educación pública, mediante el libre acceso a las fuentes de la información y conocimiento que posibilite una toma de posición consciente de quien se educa.
Se garantizará la pluralidad de opiniones y la confrontación racional y democrática de saberes y creencias”. Esta propuesta estaría en total coincidencia con la propuesta de J. P. Varela que nunca quiso excluir la discusión sobre lo religioso de las aulas de nuestro país”.