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Los soldados de nuestro Ejercito
#31
Al primer viaje le apagamos la señal . . . .
 
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#32
(01-25-2016, 04:55 PM)Krody escribió: Al primer viaje le apagamos la señal  . . . .

No,deje que la realidad dezasne cerebros "abollados",pero recuerde ,por izquierda.....y....por derecha .Si mandan los extremos ,los racionales estamos "cocinados ".

Saludos
La primera de las fuerzas que gobiernan al mundo,es la mentira.
J.F.Revel
 
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#33
Si, fue un chistecito, en realidad no se como se apaga (otro chistecito)
 
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#34
Por favor, no se enoje ☺
 
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#35
Comunicado de prensa del Ejercito Nacional:

Se informa que, el Soldado que se encontraba de guardia en el Grupo «Éxodo del Pueblo Oriental» de Artillería A/P 122 mm No.2, - situado en Flores - fue ascendido al  grado inmediato superior por el Señor Comandante en Jefe del Ejército, en virtud del valor demostrado en el cumplimiento del deber.

Este soldado encontrándose herido, redujo y detuvo al delincuente que pretendía ingresar a la unidad militar.

Big Grin Big Grin Big Grin 

PD: Como veran se ha omitido el nombre del soldado en cuestion ya que ha sido amenazado de muerte, igual que el soldado de la Brigada de Infanteria No.1 que evito el segundo intento de entrar en esa unidad.
De aqui en mas sera el procedimiento con todos los que protagonicen hechos de esa naturaleza.
 
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".
 
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#36
Hoy acudí a cubrir el cambio de autoridades en el Batallón de Infantería de Treinta y Tres. En el transcurso de la ceremonia me despegué del acto en sí mismo y me dediqué a observar esos soldados; despojada de toda influencia histórica.

Y fue entonces que vi a los muchachos de mi pueblo, esos que no mucho tiempo atrás caminaban de la mano materna de moña y delantal, hoy luciendo con orgullo el uniforme de Artigas, de Lavalleja, de Oribe o Gerónimo Cardozo. Me detuve en rostros, que apenas ayer, veía pasar rumbo al liceo entre risas y romances. Me sorprendió cuánto han crecido esos hombres y mujeres, criados junto a otros niños, hoy inmersos en la droga o cumpliendo penas por múltiples delitos en la cárcel pueblerina.

Y sin embargo no son éstos últimos, sino esos gurises uniformados los que en silencio soportan el desprecio colectivo, el destierro a toda honra y la cruz de una infamia. Nada dicen, nada esgrimen en su defensa. Siguen allí, brindando apoyo en cada ocasión que se les requiera, asistiendo vocacionalmente a los más frágiles y vulnerables. Estos muchachos de mi pueblo a quienes nadie les reconoce, estos por los cuales no hay movilizaciones en reclamo de un digno salario, estos que se enrolan en misiones para mantener ese bebé que alimentan y protegen pero por largos meses se privan de arrullar.
Esos son los soldados de hoy, muchachos de mi pueblo...

Karina Caputi
“Dulce et decorum est pro patria mori”
 
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#37
Estos son los gauchos de nuestra tierra.

Una amistad más allá del tiempo
Sargento uruguayo localizó por Internet al niño camboyano que conoció hace 24 años.
FOTO
[Imagen: 56b697de63608.jpg]



07 feb 2016PABLO MELGAR
En 1992 la Guerra Fría estaba terminando. Había caído la Unión Soviética y los países que la siguieron comenzaban a buscar otros caminos. Camboya no fue la excepción. Cargaba sobre sus espaldas las políticas de exterminio masivo de Pol Pot y sus jemeres rojos con casi dos millones de víctimas y una guerra de tres décadas.
En ese año, un grupo de soldados uruguayos aceptó participar en la primera misión de paz que Naciones Unidas le ofrecía a nuestro país. Destino: Villa Banlung, Provincia de Ratanakiri, Camboya. Entre ellos estaba el sargento Juan José Ramírez, un efectivo radicado en Mercedes, Soriano.
Salieron el 17 de junio y Ramírez fue uno de los primeros uruguayos en llegar a la zona y de inmediato tomó contacto con las familias que vivían cerca de la unidad. La mayor parte de los vecinos de la base eran agricultores que vivían en condiciones miserables.

Un niño de entre 10 y 11 años de edad se hizo amigo de los efectivos uruguayos, en particular del sargento. Con el paso de los días se supo que se llamaba Phi y que era hijo de una familia muy humilde que vivía junto a un arroyo a unos 100 metros de la base uruguaya.
Una de las barreras más difíciles de manejar fue el idioma. "Ellos hablan jemer, un idioma muy difícil que solo habla el pueblo de Camboya", narró el sargento a El País.
La base no tenía cerco perimetral y Phi entraba y salía del lugar como si fuera su casa. Llevaba a sus hermanas menores y jugaban allí todo el día y a veces almorzaban o merendaban.

En cierta ocasión Ramírez tuvo que ausentarse un tiempo y Phi se enteró que su amigo se iba, el niño lo tomó de la cintura y lloró un largo rato. El regreso fue una celebración.
Cuando el sargento volvió a Uruguay no se atrevió a avisarle para no lastimarlo. Y nunca más se volvieron a ver.
La vida militar del sargento siguió entre el cuartel de Mercedes y otras misiones de paz en países tan distintos como Haití o Congo, hasta que hace cinco años cumplió la edad para el retiro castrense.
Búsqueda.
"Desde que volví de aquella misión en Camboya pensaba en él, quería saber de su vida, qué había pasado con él y su familia, si estaría bien. Era un tema recurrente de conversación con mi familia", explicó Ramírez.
Cuando tuvo más tiempo se dedicó a escribir y rastrear en internet los lugares que había conocido por su trabajo. Pasaba largas horas en Google Earth localizando las pequeñas aldeas que había recorrido años atrás.
Escribió el libro "Memorias de un Casco Azul", aún inédito, y en mayo de 2014 comenzó a buscar a Phi en internet. Sabía que era una tarea complicada pero de entrada encontró un periódico local y luego localizó un grupo de personas que viven en Camboya y hablan español.
"Fue así que encontré a un señor colombiano de nombre Albiero Rodas que trabaja en la Obra de Don Bosco, le conté la historia y que mi intención era saber algo de aquel niño", dijo. Por obra de la casualidad, Albiero tenía algunos alumnos oriundos de Banlung. El militar mandó una de las fotografías que atesoraba y así comenzó una búsqueda en la zona.

Emociones.
El 5 de enero pasado apareció Phi. Mediante un correo electrónico, el voluntario colombiano de Don Bosco le hizo llegar a Ramírez una buena cantidad de fotografías de Phi y su familia. Uno de los alumnos de Albiero vive muy cerca de la casa de Phi.
El sargento retirado estalló de emoción y lo celebró en las redes sociales. "Hoy no es un día cualquiera para mí", escribió en su muro de Facebook.
Aquel niño ya pasó los 30 años, tiene hijos, estuvo un tiempo en el Ejército de Camboya y ahora trabaja en la construcción de casas de madera. Ramírez todavía no pudo hablar directamente con él porque Phi no tiene acceso a internet y si tuviera, tampoco podrían comunicarse porque ninguno habla la lengua del otro.
"Antes de localizarlo, yo viajaba con la imaginación y me preocupaba. Uno nunca sabe, en esos países la mortalidad entre los jóvenes es muy alta. Lo principal era encontrarlo y decirle que no nos habíamos olvidado de ellos y que seguían siendo queridos después de tantos años", afirmó Ramírez.

Sueño.
Llegar a Phnom Penh desde Montevideo puede costar entre US$ 2.200 y US$ 2.500. El viaje exige tres o cuatro escalas, atravesar tres continentes y dedicarle unas 39 horas. Hay 12 horas de diferencia y 22.000 kilómetros de distancia.
Volver a Camboya es un sueño para Ramírez. Quiere reencontrarse con su amigo Phi pero también saber qué fue lo que pasó en aquel país tras el pasaje de las fuerzas de paz.
"Si pudiera me iría ya mismo a visitar aquella familia de nuevo y ver qué hicimos nosotros para que todo aquello cambiara con nuestro granito de arena. No pierdo las esperanzas de volver, de vez en cuando juego un Cinco de Oro", aseveró el sargento retirado.

Ramírez se sorprende mientras compara imágenes de los años de 1990 con fotografías actuales y no lo puede creer. "Hay carreteras y energía eléctrica a toda hora", afirma con asombro.
En la actualidad, Camboya sigue siendo un país pobre pero en crecimiento. La guerra ya terminó y la economía gira sobre el turismo y la producción agrícola. La infraestructura ha crecido en las ciudades del país y sus alrededores.

Big Grin Big Grin Big Grin
 
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".
 
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#38
(02-05-2016, 10:03 PM)Artiguista escribió: ........................................ Y fue entonces que vi a los muchachos de mi pueblo, esos que no mucho tiempo atrás caminaban de la mano materna de moña y delantal, hoy luciendo con orgullo el uniforme de Artigas, de Lavalleja, de Oribe o Gerónimo Cardozo. .......................


La comparación con Gerónimo Cardozo por calificarla moderadamente resulta poco feliz y mas poniéndolo a la altura de Artigas y sus tenientes mas conspicuos.
 
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#39
Que titulo le pondrian a esta foto?

[Imagen: 0aa_zpskcxrazn5.jpg]

Big Grin Big Grin Big Grin
 
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".
 
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#40
Cargamos con el peso del país, mientras aquellos que critican están cómodos en sus casas!
 
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