09-10-2022, 02:47 PM
La Armada renunció en la práctica a los misiles en los años setenta.
Hasta ese momento las diferencias con el resto de las armadas de América latina era la cantidad y el tamaño.
Nosotros teníamos destructores escolta y los demás tenían destructores. Eran diferencias de cantidad, nosotros teníamos dos y los demás de media docena para arriba. Naturalmente de armamento y porte. El "Uruguay" y el "Artigas" tenían cañones de 76 mm y los demás de 127 mm. No obstante, todo o la mayoría era de origen norteamericano y la tecnología era similar, incluido el armamento.
En los setenta las armadas de América del Sur empezaron a equiparse con submarinos, que antes no tenían: Ecuador, Colombia y Venezuela y con lanchas misileras. También con misiles Argentina, Chile, Perú y supongo Brasil.
Hubiera sido muy difícil incorporar submarinos a Uruguay, pero lanchas misileras era viable.
Ahí se optó por adquirir las Combatante francesas pero "recortadas" y sin misiles.
Les recuerdo que en 1980 no había Parlamento ni oposición.
O sea fue la propia Armada de la época, a las órdenes del VA Hugo L. Márquez, en pleno proceso, quien decidió no acompañar el salto tecnológico que se imponía en la época.
Después de eso es muy difícil pretender que Sanguinetti hubiera traído las Comandante Riviere con misiles en 1989. Se aplica para el resto de los políticos para adelante.
Coincido con que el cañón de 76 mm es para la Armada la línea roja que diferencia una fuerza militar de un servicio de guardacostas de altura.
Hasta ese momento las diferencias con el resto de las armadas de América latina era la cantidad y el tamaño.
Nosotros teníamos destructores escolta y los demás tenían destructores. Eran diferencias de cantidad, nosotros teníamos dos y los demás de media docena para arriba. Naturalmente de armamento y porte. El "Uruguay" y el "Artigas" tenían cañones de 76 mm y los demás de 127 mm. No obstante, todo o la mayoría era de origen norteamericano y la tecnología era similar, incluido el armamento.
En los setenta las armadas de América del Sur empezaron a equiparse con submarinos, que antes no tenían: Ecuador, Colombia y Venezuela y con lanchas misileras. También con misiles Argentina, Chile, Perú y supongo Brasil.
Hubiera sido muy difícil incorporar submarinos a Uruguay, pero lanchas misileras era viable.
Ahí se optó por adquirir las Combatante francesas pero "recortadas" y sin misiles.
Les recuerdo que en 1980 no había Parlamento ni oposición.
O sea fue la propia Armada de la época, a las órdenes del VA Hugo L. Márquez, en pleno proceso, quien decidió no acompañar el salto tecnológico que se imponía en la época.
Después de eso es muy difícil pretender que Sanguinetti hubiera traído las Comandante Riviere con misiles en 1989. Se aplica para el resto de los políticos para adelante.
Coincido con que el cañón de 76 mm es para la Armada la línea roja que diferencia una fuerza militar de un servicio de guardacostas de altura.