[Terminus]

Las defensas subterraneas (II)

Ex Yugoslavia

Los yugoslavos se fijaron en las cosas que hacían los suizos del Göta (F 9) para hacer sus propias cosas en las montañas yugoslavas. Lo cierto es que los yugoslavos de Tito hicieron un gran trabajo en la base aérea de Željava, pero también en Divulje Split y Pristina.
La base aérea de Željava, situada en la frontera entre Croacia y Bosnia y Herzegovina bajo la montaña Plješevica, era el complejo subterráneo y la base aérea militar más grande de Yugoslavia, y una de las más grandes de Europa.
Se tardaron 20 años en completarla y se enterraron millones de dinares YUD, bajo la supervisión del tito Josip Broz, «Tito». 

Estaba diseñada no solo para resistir bombas convencionales, sino también bombas atómicas, hasta 20 kilotones.
El complejo tenía en su interior un centro de mando y control, generadores de energía, alojamiento para pilotos y personal, un comedor para dar de comer a 1000 personas al tiempo, y en teoría había agua infinita gracias a una galería de agua subterránea y comida para 30 días.

La protección de la base estaba encomendada a una fuerte defensa antiaérea, como los sistemas SA-6 y los propios MiG-21 Bis, que se almacenaban en el interior de la montaña.
La base aérea se utilizó intensamente en 1991, durante las Guerras Yugoslavas. Durante su retirada, el Ejército Popular Yugoslavo destruyó la pista (aún hoy se aprecia) rellenando algunos espacios diseñados para tal fin, con explosivos y detonándolos cuando se les ordenó.

Para evitar un posible uso posterior del complejo por parte de las fuerzas croatas y de Bosnia-Herzegovina, las Fuerzas Armadas de la Krajina serbia completaron la destrucción en 1992 al detonar 56 toneladas de explosivos.
En 1999, durante la Guerra de Kosovo y en el marco de la Operación Fuerza Aliada contra Yugoslavia, como era imposible penetrar las instalaciones subterráneas con bombas convencionales, la OTAN se conformó con lanzar bombas guiadas por láser a las “viseras” de las entradas a los túneles. 

Ciertamente esto no destruía a los aviones pero sí permitía que no se pudiesen usar por un tiempo. Al mismo tiempo se destruía las pistas e instalaciones auxiliares, también se alcanzaron muchos señuelos, muy utilizados por los yugoslavos para engañar a la OTAN.
Hoy en día la base aérea de Željava sigue abandonada, destruida y comentan que aún está plagada de minas antipersonal. Eso no ha evitado que curiosos del mundo entero, aficionados a visitar y fotografiar lugares abandonados, se acerquen al lugar para hacer sus reportajes.