[Adrian]

Sigue creciendo mi indignacion (espero que la de todos) ante estos hechos de corrupcion que no dudo quedaran impunes. Pensar que subieron al poder batendo el pecho de decencia y honestidad.
Finalmente demostraron que son tan corruptos como el que mas, solo les faltaba la oportunidad y nosotros los ciudadanos se la dimos!
Recibi esto en el facebook por lo que quiero compartirlo con todos.

¿Recuerdan la agencia de publicidad qué trabajaba para Ancap, La Diez? Esa que con tan maravillosa capacidad creativa y eficiencia de gestión, logró en poco tiempo hacerse de clientes tan importantes como OSE, Antel, ANCAP y alguna otra empresa del Estado? Bueno... ya no existe más. Se fue.


¿Cómo es posible que gente tan capaz y creativa sin duda, no haya podido seguir funcionando con el mercado privado cuando el Estado le soltó la mano? <ironía off>
Ahi están los "emprebenda...rios", que a diferencia de los EMPRESARIOS son alcahuetes del poder, esos que se recuestan a la sombra del político de turno, que reciben favores en forma de contratos, y de paso, reciben plata, que tal vez, de alguna forma, en algún momento, por algún medio, la devuelven a sus benefactores... o sus partidos.
El artículo de "La Diaria" que habla de esto, es un homenaje a la pobreza de este país, a la poca rebeldía y la sumisión del uruguayo medio, que ve como lo desangran y a lo único que atina es a pasar un trapo por el piso por si salpica la sangre.


Que el ex gerente de Relaciones Institucionales de Ancap, Pablo Bernengo (que todavía sigue trabajando para Ancap) diga tranquilamente que: "en ANCAP los directores disponían “compras espontáneas” de publicidad, que aumentaban durante la campaña electoral" y no pase nada, es asombroso. Tal vez porque esos directores no eran solo del oficialismo ¿verdad?...

Igual el asesor en comunicaciones de Ancap nos aclara: "Este tipo de actividad no es ilegal; está dentro de las potestades del directorio"... y así estamos, como decía aquella frase famosa: "Cuando la ley y la moral se contradicen una a otra, el ciudadano confronta la cruel alternativa de perder su sentido moral o perder su respeto por la ley".
Yo hace tiempo la perdí.