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3. Comienza la Propaganda Armada.
 

            En el año 1969, el MLN contaba posiblemente con unos 400 o 500 integrantes. Sin embargo, el crecimiento cuantitativo no significaba un desarrollo cualitativo: los nuevos militantes tenían una mala formación, por lo que se propuso la creación de las Escuelas de Cuadros. El crecimiento desmesurado de la organización implicaba peligros en su seguridad, por lo que se impuso la compartimentación, de forma que ningún cuadro capturado pudiese destruir toda la organización.

            En este año se desarrollaron los Comités de Apoyo a los Tupamaros, creados a fines del año anterior.

            También comenzó la etapa de la "Propaganda Armada", una suerte de guerra psicológica que no buscaba causar bajas o conquistar terreno, sino que buscaba impulsar a las masas para ejercer presión sobre el Gobierno nacional, de forma tal le obligase a aceptar las condiciones políticas impuestas por el MLN. El objetivo de la sedición también era influir sobre las Fuerzas Armadas y la Policía, mostrándose ella misma como simpática, mientras que las fuerzas del orden aparecían como defendiendo a quienes promovían la corrupción y el desgobierno del país.

 

            Dentro de la etapa de la Propaganda Armada de 1969 se ubican -entre otras- estas acciones:

            - 1 enero-        Robo de armas de un juzgado.
            - 11 enero-      Robo de la Financiera Monty.
            - 18 enero-      Robo del Casino San Rafael (Punta del Este)
            -15 mayo-       Copamiento de Radio Sarandí y emisión de una proclama del MLN.
            - 20 junio-       Incendio de la compañía General Motors.
            - 16 julio-        Robo de la Bandera de los Treinta y Tres Orientales, por el OPR33.
            - 1 septiembre- Difusión de una Carta Abierta a las Fuerzas Armadas.
            - 9 septiembre.- Rapto de Pellegrini Giampietro.
            - 8 octubre-     Acción de Pando.
 
            4. La Línea H y los infiltrados.
 

            La línea H era el hostigamiento a las Fuerzas Armadas y la Policía, buscando la quiebra de sus valores y la explotación de cualquier eventual crisis política e institucional, así como introducir los valores propios de la sedición, para obtener la llegada al poder y la imposición del marxismo, a como diese lugar.

 

            En diciembre de 1969, se descubrió el intento de espionaje del MLN dentro de la Escuela Técnica de Aeronáutica; en abril de 1970 un soldado fue inducido a robar una subametralladora y entregarla a un tupamaro, a cambio de dinero. Las investigaciones descubrieron otros tres casos similares (4). 
 

            A partir del año 1970 comenzaron a descubrirse elementos simpatizantes con el MLN, infiltrados dentro del instituto policial.

            El 2 de marzo de 1970 fue procesado Raúl Bautista Zuloaga Rubino, funcionario del Departamento de Inteligencia y Enlace, quien "suministraba a la organización sediciosa importantes datos relativos al servicio" policial. Zuloaga, junto con Ramón Vega Ramos y Jersey Oguez Cabral, admitieron pertenecer al MLN-T. Zuloaga fue procesado por "encubrimiento" y "revelación de secretos" (5).

            En mayo de 1972 fue detenido y procesado el Oficial de la Jefatura de Policía de Montevideo Miguel Ángel Benítez Segovia, por su vinculación al MLN-T (6). El infiltrado fue desenmascarado por el Inspector Víctor Castiglioni.

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(4) Cnel. Sergio D'Oliveira; El Uruguay y los tupamaros; Volumen Nº 81; Departamento Editorial del Centro Militar; Montevideo; 1996; Pág. 84.
 
(5) Junta de Comandantes en Jefe; Op. cit;  Pág. 655 y 656; numerales 921 y 927.
 
(6) Ídem ; Pág. 726; numeral 1732.