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Los hombres grises
#4
CAPITULO 8

GUERRA Y PRISIÓN EN EL 72

En el verano del 72, Jorge Seines, que conocía mi casa, llegó un día hasta ella para proponerme algo que había estado esperando con ansias : incorporarme al MLN –T ( Movimiento de Liberación Nacional, Tupamaros),la guerrilla urbana clandestina. Mi corazón me saltó en el pecho : iba a ser de los soldados del Che, de la columna invencible de la revolución del hombre nuevo, y a poder ayudar a que ese movimiento nacionalista fuera comunista.

Me llevó a un lugar que luego sabría que era su casa, y antes de llegar me hizo ir mirando al piso para no reconocer el lugar. Adentro estaban Carlos Percovich y su novia Ana Travieso. Carlos nos hizo un discurso diciendo que desde ese momento eramos guerrilleros del MLN y que teníamos que estar dispuestos a luchar hasta la muerte por la revolución. Nos anunció que iba a haber guerra contra los milicos y nos instó a elegir un “nombre de guerra”.El suyo era “Federico”. Yo elegí el de “Ismael” pensando en el libro de Eduardo Acevedo Díaz en el que un centinela de un campamento artiguista le pregunta a Ismael : “ ¿quién vive?” y éste responde : “tupamaro”.

El centinela le contesta :"Pase,hermano". A los pocos días, en uno de los salones de la Facultad de Medicina tuvimos un encuentro con una tupamara responsable de nuestro grupo (que era el CAT de Magisterio) ,una bonita joven de la que nunca supe más que su seudónimo, que los años me han hecho olvidar. Nos invitó a participar en atentados contra clubes blancos y colorados esa misma noche. Nos instruyó también en cómo hacer seguimiento de autos,anotando la hora en que entraran y salieran de las casas,así como horas de pasaje de vehículos militares.
Toda esa información debíamos pasarla en hojillas de papel de fumar con letra minúscula,escondidas en doble fondo de cajas de fósforos, bolígrafos, y otros escondites (“berretines”). También había que tener bolsillos ocultos en la ropa. Nuestra vinculación iba a ser en contactos callejeros, que debían hacerse con extrema puntualidad, y si el otro no aparecía ir horas más tarde a un lugar fijo llamado “recule”. Hoy veo con claridad que los datos de autos era para “expropiarlos” para acciones, y los de los vehículos militares para atacarlos.

Más adelante se nos incorporó Julio Sande,viejo militante del gremio de Magisterio.Todos los que actuábamos en el CAT estabamos también en la agrupación 26 de Magisterio. Casi todos en el “grupo chico” donde también estaban Fernando Vázquez y María de los Angeles Balparda, hoy dirigentes del 26 seispuntista. Un día Fernando me invitó a integrarme a un UGAF (Unión de Grupos Antifascistas) organización fantasma inventada por el MLN para hacer atentados con bombas molotov y de alquitrán contra clubes blancos y colorados. Decliné la oferta dándole a entender que “estaba en otra cosa”.
Años después, al abrazarlo cuando nos encontramos en la cárcel de Libertad, le dije : “¿Viste por qué no pude aceptar tu oferta?”.

14 de abril de 1972 : el MLN mata a varios policías y a un capitán de navio y emite un comunicado llamado “Aviso a la población.”en el que los acusa de ser integrantes del “Escuadrón de la Muerte” (Comando Caza Tupamaros, CCT) . Los muertos están en la lista de condenados a muerte en la que también figura el Inspector Castiglioni de la DNI I (Dirección Nacional de Información e Inteligencia, policía politica).
El comunicado concluye dicendo : “ se faculta a todos los revolucionarios a cumplir esta sentencia dónde y cómo puedan.”. En una asamblea de Magisterio Rodolfito le da lectura, alguien avisa al Ejército y éste entra al instituto. Yo tenía una mesa de venta de artículos escolares y frente a ella había enormes dibujos hechos por Rodolfito de encapuchados.

Los soldados al verlos rieron pensando en los torturados que tenían en los cuarteles. Estábamos descolgados al perder contacto con el MLN debido a la salida del pais de nuestros contactos . Seguimos en el 26 y el partido me indicaba que discrepara con la línea de hostigamiento que llevaba adelante el MLN, que estaba poniendo en aprietos a toda la izquierda.
Así lo hice y tuve una fuerte discusión con “el canario” que decia que a los milicos había que matarlos a todos, no importaba si fueran vecinos , amigos o parientes.
El frente estudiantil del 26 se embarcó en una serie de manifestaciones violentas, bajo el nombre de “estudiantes del pueblo”. Un antecedente había sido el “Tejazo” cuando realizamos una verdadera insurrección en La Teja en plena campaña electoral, que luego sabríamos que era para distraer a la policía (“Operación Tero”) y facilitar la fuga de Punta Carretas (“el abuso”).Pero estos nuevos “azos” eran para denunciar las torturas a los presos en los cuarteles.

Ya como CAT habíamos hecho muchas pintadas que decían “las fuerzas conjuntas torturan y mienten” acompañadas de la estrella con la T , además de colocar en el instituto carteleras con el “correo tupamaro” y “el chasque oriental”, publicaciones del MLN. Lo hacíamos al amanecer con las caras tapadas con pañuelos. A las manifestaciones de los “estudiantes del pueblo” ibamos vestidos de fiesta para disimular,los muchachos de traje y las chicas de largo.Las molotov iban envueltas en papel de regalo.Luego de la manifestación la policía no nos detenía porque pensaba que ibamos a una fiesta o baile. En el momento indicado aparecían motos con llantas para ser quemadas. También autos eran incendiados. Se coreaba “la guerra es contra el pueblo, no nos detendrán” y “escuadrón,escuadrón, la policía te ampara, el pueblo te responde con balas tupamaras”. También hicimos una desde la facultad de veterinaria, en la que estabámos todos los militantes del 26 con las caras tapadas con pañuelos. Los vecinos salian y veian venir una multitud al grito de “MLN, Tupamaros”. Lo mismo que habíamos gritado en el primer acto del "26", mientras hablaba Sassano con Arismendi a su lado.

Cientos de tupamaros comenzaron a ser detenidos y sus rostros desfilaban en la pantalla de la TV, en la “cadena de las Fuerzas Conjuntas”. En agosto fue asesinado el estudiante Santiago Rodríguez Muela, maoísta.En su entierro se coreaba : "Luchar, vivir, para al pueblo servir.Vivir como Santiago dispuestos a morir",haciendo referencia a una frase de Mao: "servir al pueblo". También se gritaba : "El pueblo,armado, jamás será derrotado."
A principios de setiembre fue detenido Jorge Seines,”el ciruela”. Estaba fichado por participar en el Comité de Familiares de los Presos Políticos (otro organismo del MLN) pero por las dudas los demás del grupo resolvimos abandonar nuestras casas. Anduve una semana clandestino,durmiendo en casas amigas,y haciendo contactos callejeros con los demás del grupo. Al cabo de una semana resolvimos volver a nuestras casas. Al segundo día, en horas de la madrugada, golpearon a la puerta de mi casa (13 de setiembre de 1972) y al preguntar quien era, la respuesta fue “las Fuerzas Armadas”. Diez días antes habia sido capturado Raúl Sendic.

CAPITULO 9

LA DETENCIÓN

Cuando salí de mi dormitorio había una hilera de soldados con fusiles en la mano a lo largo del patio y en la escalera que va hacia el altillo. Mi madre estaba frente a ellos y llorando decia : “Mi hijo, lo van a martirizar”.
Los soldados se veían incómodos ante esta afirmación reiterada una y otra vez. Mi padre estaba detrás de ella, y mi esposa detrás de mí, pálida como una sábana. Pedí para ir al baño.
Un soldado me acompañó y observó atentamente el inodoro mientras orinaba. Seguramente para que no destruyera documentación. Mi padre me dio su sobretodo marrón (hacía mucho frio). Salí al corredor, y a lo largo de él hasta la calle había más soldados. En la puerta estaban dos camionetas y un camión. Meses más tarde sabría que uno de los “soldados” con capote y casco que estaban en la camioneta era Jorge Seines,que había sido llevado para que señalara mi casa, vestido así por una posible emboscada tupamara.

Entré a la otra camioneta y me pusieron una capucha que no me abandonaría en los meses siguientes. Entonces no lo sabía, pero el presentimiento de un destino incierto y peligroso hizo que mis rodillas empezaran a temblar sin poder controlarlas. Mis custodios rieron al verlo. La camioneta anduvo lo que me pareció un trayecto larguísimo. Horas y horas. Al fin entró en un lugar en el que se sentían voces de mando y pisadas de botas. Me hicieron bajar y empecé un largo trayecto en el que me hacían doblar a izquierda y derecha y agacharme, obviamente para desorientarme. Entré a una habitación en la que sentí que había otras personas paradas al lado mío. Me hicieron quedar ahí un rato, y detrás nuestro algún militar jugaba incesantemente con el cerrojo de su arma, lo cual obviamente nos ponía nerviosos.Les preguntaron a dos o tres que estaban junto a mí sus nombres y uno era mi compañero Carlos Percovich.
De nuevo me sacaron y me llevaron de aquí para allá, hasta que entré a un lugar en el que había gente, y una voz ronca me dijo : “ Hola, Ismael”.

CAPITULO 10

EL 6º. DE CABALLERÍA

Luego de ese saludo me di cuenta de que sabían mi “nombre de guerra”. Sólo acerté a responder : “me llamo Antonio Romero y soy del Frente Amplio”a lo que la voz grave contestó : mirá si te vamos a traer por pegar carteles.”Y prosiguió :”vos estabas con Carlos Percovich, Julio Sande, Ana Travieso y Jorge Seines en un CAT”. Me detalló los seudonimos de todos ellos,detalló todas nuestras actividades tupas y agregó : “tenés dos alternativas : aceptás todo o te cagamos a palos.”Observé que no sabían que habíamos puesto banderas del MLN en diversos lugares ni de nuestra vigilancia al diputado Carrere Sapriza para emplumarlo, amén de algunos atentados, por lo que pensé que si sabían lo que me había dicho era inútil negarlo, y lo acepté.

Se permitió burlarse : “Viste, gil, les estamos ganando.”No sabía que para mí era una victoria que no supieran quien me había ayudado en la vigilancia de vehículos militares, quien me había dado asilo en su casa cuando estaba clandestino, ni varias de las cosas más gruesas que habíamos hecho. En sucesivos interrogatorios no me sacarían una palabra más de lo que me habían dicho, pese a plantones y la amenaza (no concretada) de meterme en el “tacho”, el “submarino”.
Luego de ese primer encuentro con los interrogadores, me llevaron a otra parte. Volví a hacer un recorrido con innumerables curvas y agachadas. Pregunté a mi custodio qué pena tendría por eso y me dijo 6 años . ¡ Seis años! El resto del camino y luego de que me dejaran en algún lugar acostado en el piso,la cifra,de una enormidad inconcebible siguió rondando en mi cabeza. ¡ 6 años separado de mi esposa, de mis padres, de la vida a la que estaba acostumbrado!
De pronto alguien levantó mi capucha, y mostrándome la cédula de Carlos Percovich me preguntó si era “Federico”. Los “seis años” y la duda de que Carlos no estuviera aceptando se sumaron y grité : “ No lo conozco y lo que declaré fue bajo amenaza de tortura”.

Me llevaron en un vuelo a un lugar escaleras arriba. Entré a una habitación y dos hombres comenzaron a golpearme y a putearme. Les grité : “ cobardes, le pegan a un hombre encapuchado.” De pronto me sacaron la capucha y vi frente a mi dos oficiales uniformados , uno rubio y otro morocho,ambos con bigote y con caras de enojados. El rubio y más gordo me dijo : “¿sabés quien soy yo?El hijo del coronel Alvarez. Si querés pelear , peleá”. ¡ El hijo del coronel Alvarez! Su padre había sido asesinado por la espalda por un comando tupamaro cuando salía del garage de su casa. Comprendí que estaba con alguien que no tendría piedad alguna ante un tupamaro. Dije que no quería pelear sino volver a mi hogar. Los golpes siguieron un buen rato y cuando resolvieron llevarme al submarino ( el tacho de agua en el que se semiahogaba a los prisioneros) acepté confesar nuevamente.
Esta vez me lo hicieron poner por escrito. Cuando entregué el papel al oficial morocho éste me preguntó: “¿ por qué te metiste en esto?”.”Porque quiero justicia”, le repliqué . Reflexionó un momento y me dijo : “Nosotros también, pero no queremos un ejército paralelo.”Lo que no sabrían hasta el día de hoy es que además yo era un comunista con la tarea de infiltrarme en la guerrilla guevarista.

Big Grin Big Grin Big Grin
 
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".
 
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