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Historias de la Aviacion Militar de Uruguay
#37
Conmoción en Sarandí Grande
 El insólito suceso protagonizado por el Cabo Artemio Pérez
 4 de mayo de 1927

[Imagen: alas_en_nuestro_cielo_portada.jpg]

Hoy voy a referirme al suceso extraordinario que hace 93 años sacudió de improviso, la armonía característica de la mañana pueblerina de Sarandí Grande, departamento de Florida. Acontecimiento que es desconocido por la mayoría de los habitantes de la pujante ciudad floridense.
Artemio Pérez, oriundo de la Villa Sarandí Grande era un piloto novato de la Aviación Militar del Uruguay. Piloteaba ese año un avión Nieuport N° 2 realizando vuelos al interior del país de acuerdo a las instrucciones recibidas de los superiores. Poco a poco, iba ganando experiencia y confianza realizando distintas maniobras y acrobacias que mucho le entusiasmaban. 

Desde la noche del 3 de mayo de 1927 estuvo en su mente llegar hasta su comarca natal pero el itinerario del vuelo no se lo permitía.
La desazón de Artemio se hizo latente y más aún al comenzar la jornada a la mañana siguiente.
Inició el día de entrenamiento, luego de aprestar el Nieuport N° 2 despegó para cumplir con el entrenamiento previsto. 
A poco rato de dejar atrás la pista se dispone a realizar el recorrido sugerido pero la “travesura” del novato está a punto de iniciarse.

El sueño de sobrevolar Sarandí Grande, de mostrarse frente a sus familiares, conocidos y amigos es más fuerte. Abandona de repente la ruta determinada y pone rumbo a su pago natal. 
Al llegar sobrevuela varias veces la villa y realiza tal era su costumbre distintas maniobras y acrobacias que ponían piel de gallina a quienes observaban tales hazañas. Finalmente aterrizó en el campo destinado a tales fines muy cerca de la población.

El Director de la Aviación Mayor Victoriano Rovira se sorprendió al principio al enterarse del no regreso del Cabo Pérez a la base, dando por desaparecido el Nieuport N° 2, considerando que hubiese sufrido alguna avería mecánica obligándole a un posible aterrizaje forzoso en un campo cercano a la línea que se le había indicado para el vuelo. Es más, pudo pensar que le hubiera ocurrido un accidente de gravedad.
Al rato, por la información que recibe se entera de que el Nieuport N° 2 no había tenido ningún incidente mecánico y que en cambio había aterrizado en Sarandí Grande, departamento de Florida. El enojo del Director no se hizo esperar. 

El Cabo Artemio Pérez había desobecido cometiendo un imperdonable acto indisciplina militar. De inmediato, tomó las medidas disciplinares que correspondían de modo que no solo sirvieran para el mencionado Pérez sino también para otros pilotos que se entrenaban como él.

Se puso en comunicación con el Comisario de la Comisaria de Sarandi Grande, solicitando que la policía procediera a detener al Cabo Artemio Pérez. Al mismo tiempo, ordenó al Capitán Óscar D. Gestido (futuro Presidente de la República en 1967) a volar hasta la villa en cuestión.

De inmediato partió el avión De Havilland D H 9 piloteado por Gestido, llevando con él, a otro piloto, el Tte. 1° Héctor Joanicó y al mecánico Brígido Albarracín. En el tiempo previsto llegó el avión militar a Sarandí Grande y aterrizó junto al Neuport N° 2. El entorno del campo contiguo a la población, convertido en improvisada pista de aterrizaje se conmovió con la novedosa e inesperada llegada de los aviones militares uruguayos.
La muchedumbre se congregó en las cercanías de los aviones, los comentarios de los vecinos y el griterío de los más pequeños dieron a Sarandí Grande un colorido insospechado a la mañana otoñal del 4 de mayo de 1927. Vale decir que entre el grueso de la reunión se encontraban los familiares y amigos del Cabo Pérez.

Un hecho anecdótico lo constituyó la presencia del Sr. Antonio Gestido que se encontró entre los curiosos que acudieron a observar el espectáculo que trastocó la tranquila mañana del mes de mayo. El mencionado Gestido era en esos momentos el sobrestante de los trabajos preparatorios de las obras de construcción de la Sucursal de Banco República de Sarandí Grande y enorme fue la sorpresa al encontrar a su hijo Óscar, entre los pilotos arribados de improviso.

Otro de los curiosos era el escolar, Remo Laporta Barceló que disfrutó grandemente el momento único junto a otros niños sarandíenses. Más tarde, Remo sería con el pasar de los años Tte. Gral. Aviador e Inspector General de la Fuerza Aérea. 
Es increible que Laporta Barceló conservara la foto de lo sucedido aquél día y la proporcionara cuando el Tte. 1° Aviador Retirado Juan Maruri escribió el libro sobre la historia de los aviones militares en el Uruguay.
Lo que para la gente fue una fiesta, no lo fue sin duda para el Cabo Artemio Pérez, luego de ser detenido por la policía como lo había solicitado el Director se le subió  a bordo del De Havilland D H 9 partiendo Gestido junto al mecánico Albarracín de regreso a Montevideo con el piloto desobediente.

Enseguida lo hizo el Nieuport N° 2 piloteado en la ocasión por el Tte. Joanicó. Quedando la gente congregada presa de la sorpresa con lo acontecido y murmurando diversas conjeturas sobre qué había llevado a su coterráneo a cometer tal acto de indisciplina.
De esa manera se frustró la carrera del Cabo Aviador Artemio Pérez perdiéndose Sarandí Grande de tener un aviador de reconocida trayectoria junto a otros de dilatada permanencia en la Aviación de la República, como lo han sido el Capitán Juan Manuel Boiso Lanza, Tydeo Larre Borges, Coralio Lacosta, Cesáreo L. Berisso, José Luis Ibarra, Nicolás Larroca y Rogelio Otero, entre otros o como lo es actualmente, mi exalumna en Isla Mala, Denise Nandín Cabo que suele sobrevolar la capital de la Piedra Alta.
“Dulce et decorum est pro patria mori”
 
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RE: Historias de la Aviacion Militar de Uruguay - Artiguista - 11-20-2020, 10:08 PM

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