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La historia torcida
#31
Muy interesante la transcripción de la nota a López D' Alessandro.
Me parece que el mote de "espía" es muy periodístico. Creo que en realidad era un agente, un empleado de la Inteligencia de Checoeslovakia.
 
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#32
No es la definición de espia ?
 
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#33
Un topo.
 
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#34
¿Un analista?
 
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#35
Un sinverguenza

Big Grin Big Grin Big Grin
 
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".
 
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#36
(03-28-2018, 11:55 PM)Terminus escribió: Un sinverguenza

Big Grin Big Grin Big Grin

LA DIARIA - 2018-04-14 

Las intenciones checoslovacas, la lucha armada y la banca de Vivian Trías 
Escribe: Fernando López D’Alesandro 

 El servicio de inteligencia checoslovaco (StB) tuvo por objetivo transformar a la juventud y al Partido Socialista (PS) en un instrumento para sus tareas de espionaje, centradas principalmente en la lucha contra Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría. Para eso contó con el apoyo de Vivian Trías, que puso a su disposición a los militantes de su organización, sin advertirles que estaban trabajando para una agencia extranjera. De esta manera se conformó una red, tanto de activistas como de informantes, al servicio de la inteligencia checoslovaca. 

Vivian Trías también tenía sus expectativas sobre este vínculo, que iban desde lo material, pasando por lo intelectual y terminando en las diferentes posibilidades políticas, en las que la violencia era una variable importante. La prioridad de su trabajo de espía era tal que subordinó la posibilidad de ser diputado a la conveniencia del StB. Los objetivos checoslovacos Luego del fracaso de la Unión Popular en 1962, la inteligencia checoslovaca profundizó los sondeos que estaba realizando con Vivian Trías. Ya el “agente Ríos” había efectuado tareas centradas en la difusión de artículos antiimperialistas y había recibido alguna paga por ello.(1) Si bien hacia 1963 y 1964 la central de Praga mostraba reservas para su reclutamiento –de hecho el agente a cargo en Montevideo, Vlasák, tuvo que convencer a sus superiores– (2), finalmente Trías fue reclutado el 6 de junio de 1964 con una paga inicial de 150 dólares que luego pasaron a ser 200. En sus primeras impresiones, la sede de Praga sostenía que “el agente Ríos” debía ser “aprovechado de manera apropiada” para realizar las tareas que el StB denominaba “AO”. Este era el nombre clave con que se llamaba a la ofensiva de inteligencia contra personas o grupos para influir en su actitud o desacreditarlos. En el caso de Trías y el StB, estaban enfocados en las campañas antiimperialistas contra “el enemigo principal”, Estados Unidos. También se subrayó en este informe la posibilidad de que Trías realizara operaciones activas y de conspiración. (3) El StB tenía por objetivo la lucha contra “el enemigo principal”, pero necesitaba una red de personas a su servicio. 

Centró su mira en la Juventud Socialista (JSU) primero y en el PS después. Para ello contaba con Trías como principal aliado. No era para menos: cuando estaba convenciendo a Vlasák, Vivian Trías informó que el PS contaba en aquel entonces con 10.000 militantes, (4) un número irreal y exagerado. El StB aspiraba a contar con la JSU como una organización a su servicio. La central de Praga reclamaría a sus agentes en Montevideo que la JSU activara su participación en las operaciones. (5) Trías, especialmente durante la crisis del golpe de Estado en Brasil, durante 1964, activó el papel de la JSU en ese sentido. 
Poco tiempo después el StB redoblaría sus exigencias. En la evaluación del año 1968 los checoslovacos mostraron su objetivo: transformar al PS en una organización dependiente. Fue el año que ellos consideraron como el de mayor colaboración con Ríos. (6) Vivian Trías coincidió. 
Desde su posición de poder interno, en un partido muy disminuido por cierto, propuso, sin problemas, poner al servicio de la inteligencia checoslovaca las acciones de los militantes socialistas,pero no a la estructura como tal. (7) 
Llama la atención que Trías, el principal referente político e ideológico del PS, fuera proclive a usar a la gente y no a su partido. Así, en el informe sobre el reclutamiento de Ríos elevado a Praga, además de destacar la coincidencia ideológica de este con la de sus superiores checoslovacos, se informa que Ríos ofreció el trabajo militante de integrantes de la JSU y del PS. Las acciones, especialmente contra Estados Unidos, contarían con representantes de ambas organizaciones. Trías destacó que la JSU tenía fuerza en las facultades de Arquitectura y de Derecho. El jefe de la sección del StB en Montevideo, Vlasák, le señaló a su nuevo agente que había que aprovecharlas “para nuestro trabajo”. Ríos estuvo de acuerdo. A continuación se le solicitó que informara en qué lugares estratégicos el PS tenía miembros trabajando, como el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Policía o las Fuerzas Armadas, lo que Vivian Trías aceptó y cumplió. (8) 

Muy rápidamente, el StB comprendió el potencial de su nuevo agente. A finales de 1964 puso como prioridad la creación de una red de informantes utilizando los contactos que Ríos había construido a lo largo de toda su vida política, tanto en la militancia común como, y muy especialmente, en el transcurso de su vida parlamentaria. Era “la persona apropiada” y puso manos a la obra. Lo asombroso es que uno de sus informantes, sin saber que lo era, fue Alberto Heber, integrante del Consejo Nacional de Gobierno, (9) que recibió el nombre clave Rous, y de quien se obtuvo abundante documentación e informes que se elevaron a Praga. Finalmente, la red local estaría integrada por militantes socialistas, útiles a los intereses del StB. La lucha armada y el parlamentario checoslovaco En 1964 Vivian Trías estaba muy inquieto por recibir la confirmación de su nombramiento como agente. El encargado de la sección montevideana del StB destaca a la central de Praga que Ríos le preguntaba en cada uno de los encuentros si había alguna resolución. No creo que la inquietud de Trías fuera sólo militante. Según los informes de Vlasák, los ingresos totales de su futuro subordinado rondaban los 200 dólares. La contratación por el StB duplicaría sus entradas. (10) El agente Ríos era un intelectual de izquierda y antiimperialista que tenía coincidencias ideológicas con sus superiores. Por tanto, su prioridad sería la redacción de artículos a pedido de sus jefes –muchos de ellos inspirados en materiales provistos por ellos mismos–. 

Son varios los libros que Trías redactó desde 1965 que contaron con el aval y el apoyo económico del StB. Las oficinas alquiladas por la inteligencia para los encuentros –una en la calle Treinta y Tres y otra en 25 de Mayo– funcionaban como un lugar seguro para conspirar y como dirección donde recibir materiales para sus trabajos. Pero también se buscaba conseguir ventajas políticas en el marco de la muy tensa década de 1960 en Uruguay. La vía armada no era una estrategia a descartar; por el contrario, formaba parte del horizonte revolucionario de los socialistas de la época. En marzo de 1964, cuando evaluaban la posibilidad de crear un frente internacional contra Estados Unidos integrado por los partidos afines al PS, se manejó la posibilidad de armar una “ruta para el transporte de armas”. (11) 

En junio de 1964 el pedido se concretó. Trías planteó que Praga entregara armas en Uruguay, para que a través del PS se enviaran a Brasil y a Chile. También podrían ocultarse en el país. Uno de los motivos para el pedido era el temor al golpe de Estado. 
Para eso, el PS garantizaba contactos en Brasil, con ayuda de los cañeros y de Raúl Sendic. La idea era desembarcar las armas en Rocha con el apoyo de los pescadores de la zona. Sendic sería el encargado de todas las conexiones, y fue presentado como un “líder del PS en el norte”. (12) Finalmente, en octubre, la central del StB informó que no era posible enviar armas. (13) 
Sin embargo, en un documento sin fecha, pero que sospechamos sea de 1965, Trías insiste en la opción violenta como forma de acción política en Uruguay. 
El agente Ríos informó a sus superiores que tenía la posibilidad de incidir en tres organizaciones armadas: dos pertenecían al  PS y la otra eran los Tupamaros. 
Elevó al StB que una de ellas tenía 150 miembros en el interior del país y la otra, 70 en Montevideo. 

Los Tupamaros contaban con 70 integrantes, pero no tenía garantías totales de que los liderados por Sendic cumplieran con las acciones acordadas. 

Ríos los caracterizaba como “miembros de la clase media radicalizada [que] actuaban con convicciones patrióticas”. El StB, en principio, consideró aprovechar a esos grupos en algún momento. (14) A finales de 1965 Trías garantizó a sus superiores que podía inspirar acciones sin riesgo para él, haciendo llegar sus propuestas a las organizaciones armadas por medio de dos integrantes “confiables” del PS, con el objeto de que los miembros de las organizaciones violentas no supieran que la propuesta venía de Ríos. 
Aclaró a sus jefes que respecto de los Tupamaros tenía dos contactos: un médico de Canelones y Raúl Sendic, al que presenta aún como “miembro del Partido Socialista”. (15) Si bien la lucha armada era una opción, Trías, en cierta forma, logró que el StB la tuviera en cuenta en 1965 y 1966, pero sin dejar de lado las posibilidades legales, aunque subordinadas a la voluntad de Praga. En las elecciones de 1966 la situación no se presentaba bien para el PS. 
Debía disputar el lema con Emilio Frugoni, de manera que la Corte Electoral decidió que el pleito se resolviera en la elección. El PS se presentó con dos sublemas: el Movimiento Socialista, liderado por Frugoni, y el Movimiento de la Izquierda Nacional, con Trías como su candidato. Si bien los votos fueron favorables a los socialistas nacionales, el PS no obtuvo representación parlamentaria, en lo que fue la peor votación de su historia. 

En julio de 1966 Trías anunció a sus jefes que había sido nominado como primer candidato a diputado y que esperaba ser electo con la esperanza de que el PS obtuviera, tal vez, dos bancas. 

El candidato informó a sus superiores que no tenía “necesidad” de aceptar la diputación, pues el trabajo que ponía en primer lugar era el de espía del StB, por tanto la decisión de entrar o no en el Parlamento, si era electo, la tomaría de acuerdo a la conveniencia de la inteligencia checa. No le gustaba el tiempo que le restaría al trabajo de espionaje la actividad parlamentaria. 
Las distintas opciones serían evaluadas en Praga. (16) Finalmente no hubo decisión. La magra votación socialista decidió el destino del agente Ríos. Algunas conclusiones El StB tuvo en Trías la llave para poner a la militancia socialista a su servicio y lo hizo. Diversas operaciones planeadas, que no podemos saber si se concretaron o no, muestran cómo el agente Ríos manipuló a sus compañeros y conocidos para acciones o para obtener información. 
Asimismo, el StB esperó y logró de su agente uruguayo la redacción de artículos, panfletos y libros contra “el enemigo principal”. 
Los burócratas comunistas justificaban así desde Montevideo su trabajo ante sus mandos en Praga, además. Trías obtuvo ganancias materiales y políticas de esta relación, y al hacerlo también creó un lazo de dependencia con sus superiores. Si bien es imposible evaluar si tuvo o no un conflicto de conciencia, el hecho de que tanto Trías como sus jefes subrayaran las coincidencias ideológicas, a pesar de los matices y de alguna diferencia circunstancial, muestra que había una casi total sintonía. 

El tercerismo y el socialismo nacional habían dado un giro. Se ha dicho, con buen criterio, (17) que hay una tensión entre el giro ideológico de 1963-1964 al marxismo-leninismo y la continuidad del socialismo nacional. Es cierto. Sucede que en las peripecias de este proceso Vivian Trías enganchó el vagón del socialismo nacional a la locomotora del marxismo-leninismo, y en base a esa mezcla salieron los resultados que aún estamos analizando. 

Cuánto hubo de conveniencia y cuánto de convicción es algo que no está claro y que quizá nunca quede claro del todo. El análisis histórico nos permite visualizar que tanto las opciones políticas como las posibilidades armadas estaban abiertas; Trías pidió una remesa de armamentos y demostró desdén por el Parlamento, al afirmar que priorizaba su papel de espía y hacer a un lado la diputación para la que fue elegido por sus compañeros. 

Al final, la decisión de su integración al Parlamento no la hubiesen tomado el PS ni el puñado de militantes que hizo campaña por un partido en crisis, sino la central del StB en Praga, como muestra del importante papel que tuvo esta relación en la historia del socialismo uruguayo de hace 50 años. 
El PS quedó progresivamente alineado a uno de los campos de la Guerra Fría, en una bolchevización creciente en la que sus militantes de entonces veían a los comunistas como “mencheviques”, según testimonios relevados. No era para menos, si su principal teórico y dirigente había subordinado sus pasos políticos a la conveniencia de un país comunista. 

El desperfilamiento del socialismo uruguayo tiene aquí una de sus explicaciones, pero no la única. La democracia, en todos sus sentidos, era una circunstancia fortuita.
¡Legionarios a luchar, legionarios a morir!
 
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#37
BPS pagó 60 millones de dólares a 5.700 personas afectadas por la dictadura
Las ardorosa discusión entre las diputadas Graciela Bianchi y Manuela Mutti sobre un nuevo proyecto acerca del "pasado reciente"
10 DE MAYO DE 2018 - 08:00




El Banco de Previsión Social pagó 60 millones de dólares a 5.700 personas afectadas por la dictadura, informa Búsqueda.


Los datos son a diciembre de 2016 y fueron obtenidos a raíz de un pedido del diputado Conrado Rodríguez.


"Se abrió la canilla de dar pensiones especiales, algunas de ellas que no tienen asidero y provocaron una agujero negro en el BPS", afirmó el legislador.
La reparación para víctimas de la dictadura fue aprobada en 2006. está orientada a trabajadores del sector privado que hayan sufrido despidos, exilio, clandestinidad , o haber sido detenidos por su actividad sindical entre el 9 de febrero de 1973 y el 28 de febrero de 1985.


En el artículo 8° se estabece la posibilidad de acceder a una jubilación especial a aquellas personas con 60 años cumplidos y al menos 10 años de servicio. ese beneficio fue fijado en unos 15.392 pesos actuales, es decir 5 Bases de Prestaciones y Constribuciones (BPC).
El artículo 11 indica que las personas que fueron detenidas y procesadas por la justicia militar o civil entre el 9 de febrero de 1973 y el 28 de febrero de 1985 tendrán derecho a una pensión especial reparatoria equivalente a 8.5 BPC, es decir 32.708 pesos.
No tienen derecho a esta prestación quienes ya tengan pensión, jubilación, retiro o subsidio transitorio por incapacidad parcial.
En caso de fallecer el titular, recibirá la pensión alguno de sus familiares directos.
El Estado debe hacer frente a los daños que el propio Estado puede causar. El BPS ha pagado también 1,5 millones de dólares a victimas de violencia.
Unos 973.953 dólares fueron a personas que sufrieron delitos violentos y 574.563 a quienes sufrieron violencia doméstica. este dato surgió del mismo pedido del diputado Conrado Rodríguez.
El pago de las pensiones especiales se hace a partir de la ley 19.039. El beneficio es de seis Bases de Contribuciones y Prestaciones, es decir 23.088 pesos al valor actual.
JUSTO AHORA
La información se conoce justo cuando el Parlamento debate sobre un proyecto de ley de sitios de memoria del pasado reciente.
La discusión terminó a los gritos entre las diputadas Graciela Bianchi (Partido Nacional) y Manuela Mutti (MPP).
El proyecto del Ejecutivo fue aprobado por unanimidad en el Senado, pero encuentra oposición en Diputados.
El proyecto de ley reconoce a las víctimas de terrorismo o accionar ilegítimo del Estado que sufrieron violaciones a sus derechos humanos por motivos políticos, ideológicos o gremiales desde 1968 hasta el 28 de febrero de 1985.
Blancos y colorados plantearon dos modificaciones: incluir en el memorial a las víctimas abatidas por los tupamaros, como civiles, policías y militares, y cambiar la fecha de 1968 a 1973 por considerar que entre esos años había un gobierno democrático.
Para la oposición, por ejemplo, los tupamaros deben pedir perdón por la muerte del peón rural Pascasio Báez en 1971. Ese trágico episodio ocurrió antes del período histórico convenido por el oficialismo.
La diputada nacionalusta Graciela Bianchi pidió "incluir a todas las víctimas del terrorismo de Estado" dentro del proyecto.
Mutti se enojó con Bianchi porque la legisladora opositora afirmó que tupamaros habían torturado y no solo los militares.
La discusión es reconstruida este jueves por El País.
"¡No hay fundamentos para decir eso. Es mentira!", respondió Mutti visiblemente afectada.
La diputada del MPP integra el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros y su padre fue preso político por 13 años
Bianchi acotó que "hay una biblioteca entera de pruebas"

"Dormía y soñaba que la vida era alegria, desperté y vi que la vida era servicio, serví y vi que el servicio era alegria."
Rabindranath Tagore
 
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#38
Faltan las personas afectadas por los Tupamaros (seamos justos y parejos)

De eso nadie se acuerda ?
 
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#39
(05-11-2018, 05:44 PM)Krody escribió: Faltan las personas afectadas por los Tupamaros  (seamos justos y parejos)

De eso nadie se acuerda ?

Desde el gobierno nadie, según parece, y desde la oposición, no demasiado.
 
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#40
A 45 años del golpe de Estado
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Sr. Director:
La semana pasada con motivo de cumplirse 45 años del golpe de Estado, hemos leído una carta en el correo de los lectores de quien en su momento fuese un destacado dirigente del Partido Comunista, haciendo un llamado vivo a la defensa de la democracia y los DDHH y todos esos lugares comunes a los cuales después de tantos años de discursos huecos nos hemos acostumbrado. Una “fecha fatídica” nos dice. Después de tantos años, quienes conspiraban contra la Constitución desde hacía muchos años, ¡reivindican la Constitución “burguesa”! Es asombroso.

Pasaron los años. Muchos años. Hasta el día de hoy no se ha escuchado autocrítica alguna. La pregunta que se impone es: ¿cuánto contribuyó el PCU en la caída de las instituciones? ¿Tuvieron alguna responsabilidad? ¿Y el resto de los partidos políticos, gremios y organizaciones sociales? 

El “relato” nos dice del “pachecato”, de los militares “fachos”, de la oligarquía y de la crisis de la década del 60 como razones fundamentales de todo lo sucedido. Esta explicación infantil y surrealista es a la que estamos expuestos un día sí y otro también, hasta el mismo día de hoy, cuando como ocupación importante del Parlamento está “seguir señalando los lugares de la memoria” y reivindicar a guerrilleros y delincuentes como “luchadores por la libertad”. Uno se pregunta: Lugares de la memoria... ¿qué memoria? ¿Luchadores por la libertad? ¿Plaquetas y monumentos en homenaje a guerrilleros? 

La idea es reescribir los hechos a como dé lugar, tergirversando todo y dejando una confusión mental para las nuevas generaciones que sirva a sus intereses, en una aplicación al detalle de la “hegemonía cultural” de Gramsci: “Habrá incluso que (...) enarbolar las banderas de las libertades burguesas, de la democracia, como brechas para penetrar en la sociedad civil. Habrá que presentarse maquiavélicamente como defensor de esas libertades democráticas, pero sabiendo muy bien que se las considera tan solo como un instrumento para la marxistización general del sentido común del pueblo”.

Se trata de plantear el accionar de la guerrilla y la violencia como una “reacción popular” contra un régimen autoritario... Hay que decirlo sin eufemismos. Existían elecciones libérrimas. Los luchadores por el pueblo, los defensores de los pobres, los luchadores antiimperialistas y antioligárquicos, como suelen autocalificarse, no eran en el Uruguay de la década de los años 60 el 3% de la población. 

Según surge de los datos de las elecciones de 1962, la izquierda toda era el 8% de la población y lo que podría ser el ala más combativa, Fidel, fue el 3,4%. Del mismo modo, en las elecciones de 1966 el Fidel pasa al 5% y en las elecciones de 1971 todo el Frente Amplio es el 18% y los sectores más radicales el 5%. Según la teoría que se intenta imponer, Uruguay estaría conformado por un 90% de oligarcas, que además votaban en contra de sus intereses.

El Partido Comunista a fines de la década del 50 ya estaba enviando cuadros a instruirse en guerra de guerrillas, explosivos, atentados y armas en Moscú. Una vez que triunfa el castrismo en 1959, pasan a diversificar los lugares de instrucción. Estamos hablando de varios años antes de cualquier “pachecato”. Decía Ernesto Guevara el 17 de agosto de 1961 en el Paraninfo de la Universidad: “Conozco América y puedo decirles que en las condiciones actuales, no se da un país donde, como en el Uruguay, se permitan las manifestaciones de ideas”. Y dando además consejos para conservar la democracia y las libertades uruguayas.

Hay que decirlo claramente, a fines de los 60 y comienzos de los 70 no se podía vivir en Uruguay, especialmente en Montevideo. Asonadas, atentados y secuestros y ocupaciones un día sí y otro también . El plan establecido en la OLAS funcionando a pleno. No se podía salir a trabajar tranquilo (hoy tampoco), los centros de estudio eran unas cuevas destinadas al adoctrinamiento y no a la labor académica. 

En la carta se menciona la intervención de la Universidad de la República. Una Universidad donde el propio Paraninfo fue transformado en un berretín, donde se ocultaban armas y explosivos para cometer atentados. La intervención fue producto de la muerte de un estudiante que confeccionaba explosivos en los laboratorios destinados supuestamente a la labor académica. Aquí cabría algún comentario, alguna autocrítica de la Universidad, pero creo que si en 45 años no se hizo, seguramente no se hará.

Si los inicios del movimiento tupamaro datan de 1962, está claro que nada tiene que ver la dictadura ni el “pachecato”. La idea en boga, a partir de la Revolución cubana, era la instalación de un régimen marxista, el “hombre nuevo”, “la toma del poder mediante la destrucción del aparato armado del Estado y su reemplazo por el pueblo armado para cambiar el régimen social y económico existente: dicho objetivo solo alcanzable a través de la lucha armada”. 

Esto es establecido en la conferencia de la OLAS en La Habana el 31 de julio de 1967 con varios compatriotas como protagonistas: Rodney Arismendi (PCU) como vicepresidente y una serie de políticos del Partido Socialista, PCU, del MRO, MPU. Figuran jóvenes que posteriormente fueron muy conocidos, como los exministros José Díaz y Reinaldo Gargano. “A las vanguardias revolucionarias les corresponde la obligación de llevar adelante la revolución” y “todas las formas de lucha deben servir y no retrasar el desarrollo de la línea fundamental que es la lucha armada”. Eso lo llevaron adelante al pie de la letra. “En Uruguay debe descartarse la posibilidad de un tránsito pacífico al poder. La única vía para la liberación nacional y al revolución socialista “es la vía armada, dice un manifiesto tupamaro de 1966. 

La democracia en ese entonces era calificada como “burguesa” y responsable del mantenimiento de la explotación de los trabajadores por parte de la oligarquía. En su momento, febrero de 1973, tanto el PCU como la central sindical apoyaron el manifiesto militar de febrero; “los militares progresistas con el pueblo”, decían en ese entonces los editoriales de El Popular. Pasados tantos años, en un giro copernicano, hoy solemnemente reivindican la democracia burguesa. Si era tan buena la democracia burguesa, ¿para qué se jugaron por la lucha armada como forma de imponer sus ideas? 

Cuántos problemas y tragedias podrían haberse evitado. Todas las explicaciones ensayadas suponen un desprecio absoluto del sentimiento y la acción de cerca del 95% de los compatriotas que no los votaron y que, mayoritariamente, una y otra vez, optaban por quienes estaban en las antípodas. Voluntarismo sesentista, soberbia intelectual y certezas irrefutables de la ideología, como dice Heber Gatto. Explicaciones, muchas. Justificaciones, ninguna. Todo el tiempo dicen representaban al pueblo, ¿qué pueblo?

Evidentemente, no solo quienes aplicaron la violencia mesiánica fueron responsables de aquellos episodios y ese período dramático de la República (“La noche sombría”). Políticos que prohijaron y alentaron y convalidaron la violencia, y que muchos años después volvieron para presentarse como víctimas y luchadores de las causas de los DDHH.

Quienes han generado la violencia política han sido buenos para lograr jugosas reparaciones que costaron decenas de millones de dólares al Estado, en realidad, a los contribuyentes.

Buenos hasta para lograr jubilaciones de privilegio que ningún trabajador de a pie, cumplidor y respetuoso de la ley obtiene. Hoy tiene este país bizarro “jubilación de guerrillero”.

Afortunadamente, en su carta se nos llama a “construir democracia”. Pero cuando uno ve que entrados los años 90 cuadros del MPP-Tupamaros fueron a adiestrarse en armas y explosivos a la Libia de Khadaffy y que el señor Mujica dijo reiteradas veces que “participar de la democracia burguesa no necesariamente es estar de acuerdo con ella”, a uno le da la impresión de que esos deseos son simplemente circunstanciales.

Guillermo Hernández
CI 1.417.266-1

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"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".
 
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