Solo 55 minutos bastaron para que un grupo de chilenos hiciera historia. El 7 de junio se conmemoró el Asalto y Toma del Morro de Arica en 1880, durante la Guerra del Pacífico. Proeza recordada hasta hoy. 

Rindiendo tributo a su memoria y fortaleza es que los infantes del Ejército, en todas sus divisiones, realizaron distintas actividades que replican esa gallardía y abnegación, como la Competencia de Patrullas de Infantería en Arica. En el otro extremo del país, los centinelas australes ejecutaron un ejercicio de entrenamiento militar de alta exigencia física. 

Se trata de una marcha de 253 kilómetros en la que participaron 77 integrantes de la V División de Ejército, entre el Destacamento Acorazado N° 5 “Lanceros”, en Puerto Natales, hasta la 4ta. Brigada Acorazada “Chorrillos”, en Punta Arenas. Sumando al personal de apoyo logístico, fueron más de 100 militares los que en 11 días marcharon y por sobre todo generaron camaradería y espíritu de cuerpo. 

Esta prueba al temple militar recuerda a los chilenos que nunca se rindieron y dieron su vida durante la Guerra del Pacífico.  

“Me siento tremendamente orgulloso de poder servir en esta unidad, y liderar a estos hombres y mujeres que estamos enfrentando este objetivo de entrenamiento, con una marcha que ha significado un esfuerzo de todo el Destacamento, tanto de la unidad que marcha como, una unidad potente de apoyo logístico y una Guarnición que nos cuida las espaldas. Qué mejor que en una nueva conmemoración del Asalto y Toma del Morro de Arica y Día de las glorias de Infantería. Estoy muy orgulloso de la unidad”, dijo el Coronel Carlos Osses S., Comandante del Destacamento “Lanceros”, cuando ya se llevaba la mitad del camino recorrido. 

Iván Badilla I. y Ángela Antipán B., ambos con el grado de Cabo 2°, llevan varios años de matrimonio. Esta marcha les permitió participar de la misma marcha militar, algo que pocas parejas militares pueden contar. "Nos encontramos muy orgullosos de realizar esta marcha juntos. Es un nuevo desafío que hemos tomado”, dijo ella con emoción. 

Para enfrentar este desafío, se desarrolló un proceso de preparación de 45 días, entre un periodo de entrenamiento de marcha y planificación, incluyendo una unidad de apoyo de la Compañía Logística y Administrativa, encargada de desplegar áreas de apoyo al término de cada jornada de marcha. Con este personal, son más de 100 integrantes del Ejército los que participaron de la marcha, en distintas instancias.  

Tras 10 días de extenuante marcha, que puso a prueba su fortaleza y abnegación, los hombres y mujeres fueron recibidos por la ciudad de Punta Arenas en su punto de destino, donde autoridades civiles y militares alentaron con orgullo a quienes han jurado dar la vida por la Patria si fuese necesario, en tierra, mar o en cualquier lugar.  

“Debo decir que me siento tremendamente orgulloso de lo que estamos haciendo y me encantaría aprovechar de agradecer a toda la gente que pasa por la carretera, nos toca la bocina y nos apoya con sus saludos, muchas gracias por acompañarnos y al Ejército de Chile”, dijo en el último día de marcha el Capitán Sebastián Suazo, del Destacamento “Lanceros”. 

El Destacamento N° 4 “Cochrane” de la Armada fue parte de este ejercicio. “Es un tremendo orgullo acompañarlos, ya que somos camaradas de armas y el día de mañana, si nos encontramos en combate es importante generar lazos de camaradería y fraternidad. Les agradezco la invitación y siempre es bueno trabajar en conjunto”, dijo el Teniente 1° Infante de Marina, Gustavo Amaro Pestán. 

"En lo personal es un desafío poder hacer la marcha junto a mis camaradas y, en especial, de mi hermano Miguel. Es un profundo orgullo hacerlo junto a él, ya que hemos hecho toda nuestra carrera juntos en Lanceros. Salimos juntos de la Escuela y hasta el día de hoy seguimos combatiendo juntos”, dijo el Sargento 1° Óscar Caro, acompañado de su hermano Sargento 1° Miguel Caro. 

Tras enfrentar nevadas, frío y fuertes ráfagas de viento, el apoyo de la ciudadanía en la carretera fue un valor importante, demostrando que la cercanía con la Institución siempre está presente. Y en su llegada a su destinado, luego de diez días de marcha, el Coronel Osses reflexiona: “Solo tengo sentimientos de orgullo y agradecimiento a toda la gente que participó”.