01-19-2021, 08:38 PM
Diario de un soldado
Una bandera roja
Toledo, septiembre de 1936, cuatro mil doscientos hombres atacan la fortaleza tras el estallido de una potente mina, ya van cuatro, y de momento, no han conseguido doblegar al coloso toledano.
Los asaltantes se lanzan al asalto cantando La Internacional lanzando granadas de mano, la explosión ha cambiado el aspecto de la Academia, han desaparecido la fachada oeste y las galerías, el primer piso y el patio comunican ahora con la calle, el fuego de fusileria es muy intenso.
Los defensores salen cegados por el polvo de la enorme explosión, pero no hay tiempo que perder, hay que asentar las ametralladoras y situar tiradores
Los milicianos y guardias de asalto acceden a la primera galería por las ruinas del torreón y por la explanada, clavan una bandera roja en la galería:
-¡Victoria!
Los defensores ven la bandera y se lanzan a por ella, desde dentro es imposible acceder a esta galería ya que las escaleras han desaparecido, los tenientes Cirujano, Oliveros, Trovo y Castro intentan acceder con escalas del gimnasio al lugar; pero es imposible.
Recurren a tres escaleras unidas con cuerdas con las que si trepan al sitio, se entabla una fiera pelea con los atacantes y en combate cuerpo a cuerpo obligan a estos a retroceder, el teniente Oliveros arranca la bandera roja marxista y la lanza al patio.
Al lugar acceden guardias civiles y otros defensores para apoyar a los tenientes, el enemigo se retira , nadie acude en su ayuda y cogidos en una trampa caen sesgados por las armas automáticas del túnel del Simplón, Museo Romero Ortiz y demás huecos de las ruinas.
Muy pocos logran escapar.
Esperaban encontrar cadáveres y al final les esperaba una sorpresa.