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Versión completa: El Robo al Tiro Suizo (1963)
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El robo al Tiro Suizo
31 julio 1963
(Comenzado el 20 agosto 2016)
 
I. De la Suiza de América al Caos
 
            A comienzos de la década de 1950, Uruguay era considerado «la Suiza de América», un país de opulencia en el cual su población creía vivir en una potencia mundial.
           
            Su democracia era sólida; se respetaban todas las libertades; la prensa se expresaba con plena independencia; los partidos políticos tradicionales -Nacional y Colorado- se hacían cargo del gobierno mediante elecciones nacionales con todas las garantías, en las cuales la población participaba asiduamente: en el año 1958, votó el 71% de los habilitados para hacerlo, pese a que el voto entonces no era obligatorio. En el año 1962, ese porcentaje subió al 76%.
            Hasta 1966 el Gobierno Nacional fue ejercido por un Consejo Nacional de Gobierno, un órgano colegiado de nueve miembros, seis pertenecientes al partido político vencedor en las elecciones y tres al segundo más votado.
            Hasta las Elecciones de 1966, cerca del 90% de los votantes lo hacen por el Partido Nacional y el Partido Colorado.
 
            Las condiciones de vida eran superiores a las del resto de América Latina. 90% de los niños en edad escolar asistían a clases en Primaria; los estudiantes de Secundaria llegaban a 57.000 en el año 1960. Desde 1949 se había desarrollado un programa de Escuelas Rurales y de Educación Especial. La alfabetización de adultos en 1960,era del 90,3%.
            La actividad cultural era intensa: entre 1950 y 1955 se publicaron más revistas culturales uruguayos que nunca. También existían numerosos centros culturales.
            En la década de 1950 existían 3 y 4 cines por barrio, dando un total de 105 salas cinematográficas para Montevideo, con un total de 826.000 habitantes.  En el año 1953 concurrieron a esos cines 19 millones de espectadores, un récord absoluto. También en esa época se llevaban a cabo en Punta del Este Festivales Internacionales de Cine, a los que concurrían actores de fama mundial. En 1955, al cumplirse los 125 años de Punta del Este, los festivales incluyeron también: Festival Internacional de Tenis, Campeonatos Sudamericanos de Yachting, Natación, Esquí Acuático, Pesca, Remo, Ciclismo, Pelota  y Mundial de Polo. Y todo esto pese a que la concurrencia de turistas argentinos venía decayendo -155.000 en 1940; 10.000 en 1953- 1954, debido a la tensión con el vecino país (1).
 
            En 1955, el ingreso per cápita del Uruguay era similar al de Italia, Francia y España.
            La esperanza de vida era estable, en unos 68 años, entre 1956 y 1970.
 
            Sin embargo, en 1960 comenzaron a estallar conflictos laborales en el transporte, los bancos, el puerto, el Frigorífico Nacional, los Entes Autónomos y la Administración Central.
            En 1963, el gobierno nacionalista debió implantar las Medidas Prontas de Seguridad, como respuesta a la huelga decretada por los trabajadores de UTE y que amenazaba dejar el país sin electricidad.
            En el período que va desde enero de 1964 hasta marzo de 1965 hubo más de 650 movilizaciones, huelgas, paros y ocupaciones.
            ¿Qué estaba ocurriendo?
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Citas

 (1) Datos de María Elisa Fernández Delgado;  Fomento del Turismo a través del cine; La Serena del Oeste; 2014.
http://laserenadeloeste.blogspot.com.uy/...-cine.html
II.        Breve cronología del período 1947- 1963.  
 
            2 agosto 1947- Muere el Presidente Tomás Berreta y asume el Vicepresidente Luis Batlle Berres.
            Las nuevas propuestas políticas de Batlle - industrialización, proteccionismo, estatización- fueron bien recibidas por empresarios, obreros y empleados públicos.
            En esta época se nacionalizaron los tranvías -Administración Municipal de Trolebuses, AMDET- los ferrocarriles -Administración de Ferrocarriles del Estado, AFE- y el agua corriente -Obras Sanitarias del Estado, OSE. En realidad, tales nacionalizaciones se trataron de un canje de empresas descapitalizadas por deuda con el Reino Unido.
            El empleo público se desarrolló para compensar la desocupación, aunque fomentando el clientelismo político.
            Las leyes sociales del Neobatllismo y los incrementos salariales -obtenidos en los Consejos de Salarios- obligaron a los industriales a mantener altos los precios de la industria nacional y, como consecuencia, a perder competitividad.  
            Para proteger a la producción nacional, el Gobierno brindaba a los productores una divisa preferencial para la importación de la materia prima, reteniendo un porcentaje del valor real de lo obtenido mediante las exportaciones y afectando a los productores rurales.
            La sociedad uruguaya, entretanto, se iba envejeciendo. Mientras en el año 1908 los mayores de 65 años eran el 2,5% de la población, en 1963 era el 7,6%. En 1908, los menores de 15 años eran un 40%; en 1963, solamente el 28,4%, y la emigración se había transformado en un fenómeno crónico. Los jubilados entre 1958 y 1962 crecieron un 45% y las Cajas de Asignaciones comenzaban a desfinanciarse.
 
            En un corto plazo, este sistema terminó por provocar una profunda crisis estructural en el Uruguay. Terminadas la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea,  la economía en el resto del mundo era floreciente, caían los precios de los productos agropecuarios y aumentaba la productividad de los países competidores. Esto significó un rudo golpe para los exportadores nacionales, quienes en lugar de mejorar su eficiencia y diversificarse, recurrieron al Estado para que aumentase el proteccionismo comercial y los subsidios. La cantidad de personal de la industria manufacturera creció un 28% entre 1955 y 1960, pero el volumen de la producción solamente creció un 7%.
            En 1963, Uruguay solamente conseguía exportar el 10% de su producción industrial; el resto se volcaba al mercado interno.
            Entretanto, la cantidad de empleados públicos creció de 166.000 en 1955 a 194.000 en 1959, es decir un 17%.            Como consecuencia de estos hechos, se produjo un desequilibrio de la balanza comercial, y se disparó la inflación,  que pasó de un 10% en 1963 a un 88% en 1965 y a 135% en 1967.
            En mayo de 1963 el peso uruguayo -antes una moneda sólida con respaldo oro- se devaluó un 50%, y en 1965 aún más. Entre 1955 y 1960, el producto per cápita se redujo un 1,5% y el país se empobreció.
            Confundida por años de estatismo y subvenciones la población uruguaya -que había disfrutado durante años de unos beneficios ilusorios- comenzó a demandar al Gobierno dinero que éste ya no tenía. Nadie se hizo responsable para hallar una salida de esta crisis, una salida que necesariamente iba a implicar sacrificios.
            Así comenzaron los conflictos sociales.        
 
            Las críticas a nivel rural arreciaron, en especial a través de la Liga de Acción Ruralista de Benito Nardone, que defendía los intereses de los pequeños y medianos productores rurales.
            La crisis económica terminó por costarle el gobierno a Luis Batlle y al Partido Colorado. En 1958, el Partido Nacional resultó ampliamente ganador, con el 49,7% de los sufragios.
 
            1 marzo 1959- Asume el primer Colegiado blanco, gobernando sucesivamente Martín Echegoyen (1959), Benito Nardone (1960), Eduardo Víctor Haedo (1961) y Faustino Harrison (1962). El resto de los consejeros nacionalistas eran Justo Alonso y Pedro Zabalza Arrospide.
            El nuevo gobierno aplicó un modelo económico liberal, suprimiendo el sistema de cambios múltiples, y los tratamientos cambiarios preferenciales. A la vez, se permitió la libre importación de productos, eliminando los subsidios a la producción y disminuyendo la cantidad de oro del peso uruguayo.
            Aunque la libre importación permitió superar algunas carencias de productos, las industrias nacionales ya no pudieron competir con la producción extranjera, que era mucho más barata. Se mantuvo el déficit de la balanza comercial y aumentó la deuda externa de US$ 201: en 1958 a US$ 433: en 1962 y a US$ 486: en 1966. Mientras hasta 1959 Uruguay había subsistido gracias a las reservas acumuladas durante los conflictos mundiales, ahora el Gobierno debió recurrir entonces a préstamos del Exterior.
 
            En 1959 se suceden las huelgas. En enero el transporte, los bancos, el puerto, UTE (Usinas y Teléfonos del Estado), ANCAP (Administración Nacional de Combustible, Alcohol y Portland). En febrero, los abastecedores y fleteros de papas y de leche. En junio, los obreros del Frigorífico Nacional, los empleados de la Administración Central y de los Entes Autónomos. En julio, los almaceneros minoristas y baristas. En octubre, ocurren disturbios en la planta de FUNSA (Fábrica Uruguaya de Neumáticos, Sociedad Anónima). En noviembre, la agitación es en la construcción, ferroviarios y artes gráficas. A fin de año, otro conflicto en el transporte.
 
            15 abril 1959- Se producen grandes inundaciones en el territorio nacional. Ante la emergencia, se implementan Medidas Prontas de Seguridad y se crea la Comisión Nacional de Apoyo a los Damnificados, presidida por el General ® Óscar Gestido. Las Medidas fueron levantadas el 8 de octubre de ese mismo año.
 
            12 agosto 1959- Efectivos de las Fuerzas Armadas ocupan la planta generadora de UTE para restablecer los servicios cortados por la huelga de sus trabajadores.
 
            17 diciembre 1959- Se aprueba la Reforma Cambiaria y Monetaria.
 
            7 enero 1960- Destitución del Ministro de Industrias y Trabajo, Enrique Erro, por sus discrepancias con la mayoría del Consejo de Gobierno.
 
            Siguen las huelgas. En enero, los molinos dejan de entregar harina a los panaderos y Montevideo tiene falta de pan. El mismo mes, conflicto de los empleados municipales de Montevideo. El Gobierno amenaza con despedir a los huelguistas y la movilización se extiende al resto del país.
 
            5 agosto 1960- Conferencia de Punta del Este, con la presencia de Ernesto «Che» Guevara como delegado del gobierno cubano. Comienzan luego los reclamos de gráficos y periodistas y de los funcionarios de Salud Pública. En marzo, paros en el Consejo del Niño y en las Fábricas Nacionales de Cerveza. En abril, septiembre y diciembre, paros en la construcción. El 28 de julio cierra el Frigorífico «Swift» y comienzan paros en la industria frigorífica. Gran conflicto de los textiles entre enero y noviembre. El 8 de noviembre, los trabajadores tabacaleros entran en huelga y ocupan las fábricas.
 
            17 agosto 1960- Conferencia de Guevara en la Universidad de la República y asesinato del profesor Arbelio Ramírez.
 
            10 enero 1961- Se lleva a cabo una concentración de trabajadores demócratas en Plaza Independencia. Luego, los manifestantes de desplazan a través de la Avenida 18 de Julio y gritan consignas frente a la Universidad de la República. Finalmente, algunas personas se dirigen hacia la sede del Partido Comunista en la calle Sierra (hoy Fernández Crespo) y entonan el Himno Nacional. 100 comunistas que se hallaban dentro de la sede responden entonando la «Internacional». Se produce un enfrentamiento, en el cual Serafín Billoto Tamaneo (50 años) es rodeado por un grupo de unos 50 comunistas que lo golpean con puños, palos y cachiporras, provocándole serias heridas en el cráneo. Billoto fallece unas horas después en el Hospital Maciel. Otro de los manifestantes, Basilio Trifón Larrosa, es agredido y lesionado gravemente.
            La Policía debe intervenir para dar fin a la pelea, usando camiones lanza agua.
            Son procesadas varias personas, entre otras Jaime Gerschuni Pérez.
 
            Siguen los paros y huelgas. En febrero, los bancarios. En marzo, los conflictos recrudecen: huelga ferroviaria, que dura varios meses; los frigoríficos y la Federación de la Carne van a la huelga general, que se extiende hasta diciembre. En abril, PLUNA suspende sus vuelos, a causa del deterioro de sus aviones y de una huelga de pilotos. En noviembre, cierran muchas salas de cine y los empleados se declaran en huelga.
 
            26 enero 1962- La Conferencia de Cancilleres de la OEA decide la expulsión de Cuba de la organización. Se produce una marcha de protesta en Montevideo.
 
            Agosto 1962- Se crea el FIDEL (Frente Izquierda de Liberación), formado fundamentalmente por el Partido Comunista y el Movimiento Revolucionario Oriental.
            Erro crea la UP (Unión Popular).
 
            25 noviembre 1962- Elecciones Nacionales: triunfo de la Unión Blanca Democrática (UBD) de Daniel Fernández Crespo, en alianza con el Herrerismo. El Partido Nacional obtiene el 46,5% de los votos; el Partido Colorado el 44,5%. Los partidos de izquierda son una minoría: el Partido Comunista con el FIDEL obtienen 3,49% de los votos; el Partido Demócrata Cristiano, el 3,05% y la Unión Popular de Erro, un 2,31%.
 
            22 febrero 1963- Huelga de empleados de la UTE. Al día siguiente, las Fuerzas Armadas ocupan las centrales eléctricas. El día 26 se implantan nuevamente las Medidas Prontas de Seguridad.
 
            1 marzo 1963- Asume el segundo Colegiado blanco. Se alternan en el poder Daniel Fernández Crespo (1963), Luis Gianannattasio (1964), Washington Beltrán (1965) y Alberto Héber Usher (1966).
III. Los «Peludos» y Raúl Sendic (1958- 1963).

[Imagen: RaulSendic_2_zpstvggumpm.jpg]
 
Raúl Sendic Antonaccio (1925- 1989) nació en Chamangá, una localidad rural al sur del Departamento de Flores, aunque en 1935 su familia se trasladaría a Trinidad. En 1944 se trasladó a Montevideo, donde en 1947 comenzó sus estudios universitarios de Abogacía y a trabajar en un estudio jurídico. Aunque no completó los 6 años de la carrera de Abogado, cursó 5, recibiendo el título de Procurador (Licenciado en Derecho).
 
    En su etapa universitaria, Sendic se unió a la Juventud del Partido Socialista.
    También fue miembro de la Federación de Estudiantes del Interior y de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU)
    En 1957, Sendic fue parte del Congreso Mundial de las Juventudes Socialistas, en Roma como representante del Partido Socialista Uruguayo. Luego, permaneció en Cuba tras la victoria de Fidel Castro. De aquí proviene su orientación foquista revolucionaria.
 
            En 1958, Sendic fue enviado a Paysandú por el Comité Ejecutivo del Partido Socialista, para terminar con una célula trotskista que actuaba en esa zona. Sendic, sin embargo, decidió quedarse allí para desempeñarse como Procurador.
            Aducía que en el norte azucarero no existía democracia representativa ni modernismo batllista, sino "miseria, explotación, hambre, ignorancia y violencia" (2).
            Sendic consideraba que los trabajadores del norte uruguayo -los "peludos" o "cañeros"- constituían "un ejército" (3).
 
            Realmente, al parecer, no se respetaban los derechos laborales básicos: los patrones de las compañías azucareras no llevaban a cabo los aportes sociales; los salarios eran bajos y se pagaban con vales que se intercambiaban por productos adquiridos en las cantinas de la propia empresa; la jornada laboral duraba 10 o 12 horas; no se respetaban los descansos semanales y no pagaban licencias.
 
            En 1961, Raúl Sendic fue detenido en la ciudad de Belén portando una pistola automática. Había comenzado a ir armado, pues estaba convencido de que era necesario usar armas para defender los reclamos de los trabajadores.
Esta arma la habría robado de un juzgado. Cuenta su biógrafo Daniel Chavarría que Sendic "se escondió en un juzgado donde sabía que se guardaba un arma depositada en custodia, y cuando ya era de noche cerrada, se la llevó" (4).            
            Por esa época, Sendic escribió a Rodríguez Belleti:
            "Tiene más poder un revólver 38 con seis balas que la Constitución de la República" (5).
 
            Para llevar a cabo su proyecto sindical, Sendic buscó la amistad de los cañeros Julio Vique, Nelson Ariel Santana Pérez y Ataliva Castillo Lima (6), tres cortadores de caña y dirigentes sindicales del complejo El Espinillar.
            El 3 de septiembre de 1961, Sendic y Vique, junto con 32 asistentes, fundaron la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), durante el período en que se hallaban vigentes las Medidas Prontas de Seguridad.
            El 3 de enero de 1962 comenzó una huelga en el ingenio azucarero CALPICA (7) y la UTAA estableció un "campamento obrero"  cerca a CAINSA (8), en un monte próximo al Arroyo Itacumbú.
            Pronto, las autoridades desalojaron a los «peludos» de su campamento, pero durante dos meses los cañeros enfrentaron a la Policía, tomando inclusive algunas personas como rehenes. Finalmente, la empresa cedió y concedió algunas ventajas a los trabajadores, aunque un mes después procedió a despidos masivos de huelguistas, afirmando que había actuado bajo coacción.
 
            Pero quizás el papel más importante que jugarían los «cañeros» fueron las cinco marchas organizadas por la UTAA desde Bella Unión (Departamento de Artigas) hasta Montevideo. Esas Marchas de los Cañeros, como serían conocidas, mostraron a la sociedad urbana uruguaya un mundo rural completamente diferente del que conocían, generando bastante simpatías por ellos.
            La extrema izquierda urbana, sin embargo, quedó deslumbrada pensando que aquello podría constituir una herramienta con "capacidad  de acumulación de fuerzas" (9) y para la lucha de clases.
 
            Después de los despidos de trabajadores, Sendic y el resto de los dirigentes de la UTAA organizaron una caravana que salió en camiones hacia Montevideo, a fines del mes de abril de 1962, con unos 200 cañeros, sus mujeres y sus hijos. Además de hacer conocer públicamente las precarias condiciones de vida y de trabajo existente en los campos de caña de azúcar, la UTAA reclamaba la expropiación de 300.000 hectáreas de tierra.
            La Primera Marcha de los Cañeros (10) llegó a Montevideo el 1 de mayo, creando un clima de agitación en la capital.  A la UTAA se oponía la Confederación Sindical del Uruguay (CSU), que unos meses antes había suscripto un convenio colectivo con los patronos.
            Cuatro días más tarde, el 5 de mayo, unos 100 cañeros conducidos por Raúl Sendic, irrumpieron en una conferencia de prensa que se llevaba a cabo en la CSU, pretextando que esta era una organización sindical amarillista que "llevaba adelante una campaña de desinformación" (11). Dando rienda suelta a su furia, los «peludos» destrozaron e incendiaron el lugar. Se produjo un enfrentamiento y desde la ventana del local sindical alguien efectuó un disparo de arma de fuego, que hirió mortalmente a la estudiante de enfermería Dora Isabel López de Oricchio, totalmente ajena a los hechos.  
            86 manifestantes fueron detenidos y 36 procesados, aunque no estuvieron más de 8 días en prisión.
            El 11 de mayo, Sendic era detenido en Paysandú y trasladado a la Jefatura de Policía de Montevideo por estos hechos, siendo puesto en libertad algunos días después.
 
            Todos estos hechos fueron seguidos con gran entusiasmo por la izquierda montevideana, que buscó capitalizar los reclamos de los cañeros para su propio beneficio electoral.
            Entre ellos se hallaba un grupo de la Juventud del MRO -formado, entre otros, por Eleuterio Fernández Huidobro y Jorge Abellá, de la Base «Grito de Asencio»- que se comprometió a ocupar tierras para apoyar a los cañeros. Concretamente, planeaban ocupar una estancia de 25.000 hectáreas cercana a Colonia Palma, en el norte del país, y entregársela a los «peludos» para que estos la explotaran. Aquel grupo soñaba con unirse a la revolución castrista expropiadora.
            Pero la inminente campaña electoral de 1962 y sus compromisos separó a los militantes de su sueño cañero, fracturando aún más -si cabe- a la izquierda radical de cualquier libre juego democrático y republicano. Sendic exigía apoyos concretos, no promesas.
            Entonces, los jóvenes que se inclinaban por los «peludos» se unieron en un grupo, que se constituiría en el semillero del Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaros.
            Se lo denominó «Coordinador».
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Citas:

(2), (3) CEDEMA; Sandoval Mercado, Marco Antonio, ¿Desenmascarar la Suiza de América? Inventando a los Tupamaros de los 60 (Tesis); Universidad Nacional Autónoma de México; 2013  Pág. 62.
http://www.cedema.org/uploads/Sandoval_Mercado-2013.pdf        
 
(4) Daniel Chavarría; Don Sendic de Chamangá; Editorial Aguilar; Uruguay; 2013.
 
(5) CEDEMA; Sandoval Mercado, Marco Antonio; Op. Cit.; Pág. 64.
 
(6)  Vique, Santana y Castillo participarían en el robo de armas de la Aduana de Bella Unión.
El 11 de junio de 1964, tras de un tiroteo, Vique, Santana y Castillo serían detenidos por la Policía, después de asaltar la Sucursal Buceo de del Banco de Cobranzas. La izquierda local se embanderaría con ellos, apodándolos "luchadores sociales". Los tres se unirían posteriormente al MLN-T.
 
(7) Cooperativa Agropecuaria Limitada de Producción e Industrialización de la Caña de Azúcar, creada en la década de 1940 por el ingeniero agrónomo uruguayo Alfredo Mones Quintela, luego adquirida por CALNU.
 
(8) Compañía Agrícola e Industrial del Norte, Sociedad Anónima. Otro ingenio azucarero, construido en 1950.
Por información acerca de los ingenios azucareros, ver: Diario El Pueblo de Salto; De CAASA en 1941 a esta realidad que significa ALUR; 17 octubre 2012.
http://www.diarioelpueblo.com.uy/interio...-alur.html
 
(9) Sandoval Mercado, Marco Antonio; Op. Cit.; Pág. 67.
 
(10) Habría otras 4 Marchas, en 1964, 1965, 1968 y 1971.
 
(11) Sandoval Mercado, Marco Antonio; Op. Cit.; Pág. 68.
IV. El Coordinador.

Poco después de la Primera Marcha de los Cañeros, un grupo del MRO -formado, entre otros, por Eleuterio Fernández Huidobro, Carlos Rivera Yic y Eduardo Pinela Acosta- se trasladó a Bella Unión para entrevistarse con Sendic y confesarle que no podrían apoyarlos en la ocupación de tierras, por mandato de sus grupos políticos. Al volver a Montevideo, a fines de agosto o principios de septiembre de 1962, fueron interpelados por la Junta Directiva del MRO, que los calificó de trotzkystas y traidores, por ponerse a las órdenes de otra organización (el Partido Socialista). El grupo de jóvenes de La Teja, con Eduardo Pinela Acosta a la cabeza, finalmente abandonó el MRO. Lo abandonaron no para defender las "libertades de la democracia burguesa", como se argumenta en algunas ocasiones, sino para tomar el poder por la fuerza de las armas e imponer la revolución socialista.

El Coordinador nació entre fines de 1962 y comienzos de 1963, como un grupo de apoyo a los «peludos», pero las cosas evolucionarían de otra manera, con el pasar de los años.
El grupo comenzó a reunirse en un rancho en la zona de «Cachimba del Piojo» (La Teja), propiedad de Carlos Rivera Yic. Al principio eran unas 10 personas. El grupo, entonces conocido como Comunidad Juvenil "Venceremos",  se reunía también en el sótano de la peluquería "El Rulo Lacio", propiedad de Carlos Rivera Yic. En este grupo se conocerían Rivera Yic, Jorge Manera Lluveras, Leonel Vidal, Eduardo Pinela, Eleuterio Fernández Huidobro, Luis Omar Puime, Jorge Abellá, Graciela Jorge, Lauro Wilman, Nelson Gadea, Carlos Mejías Collazo.
Al grupo se fueron agregando, a comienzos de 1963, anarquistas, maoístas alejados del Partido Comunista, cañeros e independientes.
La siguiente es una lista de sus miembros, elaborada por Marco Sandoval Mercado:

Arizaga da Silva; Julio- Proveniente de la UJC. Prochino, se separó del Partido Comunista para formar el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Ingeniero de OSE.

Duarte Luján; León Gualberto-  Sindicalista de FUNSA. Fundador de la Resistencia Obrero Estudiantil (ROE) y más tarde, del Partido por laVictoria del Pueblo (PVP).

Echenique; Mario- Proveniente de la UJC. También prochino. Abandonó el PCU para unirse al MIR. Estudiante de Derecho.

Elena; Ricardo- Proveniente de la Juventud Libertaria. Más tarde se unió al MLN-T. Doctor en Medicina.

Estévez Fernández; Nicolas Antonio-Proveniente de los grupos de «autodefensa» del Partido Socialista. En 1963 se fue con Sendic a la UTAA y terminó uniéndose al MLN.

Fernández Huidobro; Eleuterio- Proveniente del MRO y del grupo de Pinela. Más tarde,uno de los dirigentes y fundadores del MLN. Bancario en la Unión Banco Popular.

Gatti Antuña; Gerardo Francisco- Presidente del Sindicato de Artes Gráficas, dirigente de la Federación Anarquista del Uruguay (FAU) y más tarde fundador del PVP. Estudiante de Derecho, empleado de la Dirección General Impositiva y linotipista.

Gatti Antuña; Mauricio- Dirigente de la FAU y fundador del PVP.

Lerena Martínez; Pedro Ricardo- Proveniente de los grupos de «autodefensa» del PS. Más tarde miembro del MLN. Estudiante. Empleado de la Caja Rural.

Magallanes; Luis- Dirigente sindical y compañero de Sendic. Uno de los fundadores del MIR.

Manera Lluveras; Jorge Amílcar-Proveniente de los «grupos de autodefensa» del PS. Más tarde miembro del MLN. Ingeniero civil de la UTE.

Mechoso Méndez; Juan Carlos- Proveniente de La Teja. Sindicalista de la Federación de la Carne y. Miembro de la FAU. Más tarde, miembro del OPR-33 y del PVP.

Navillat Odriozola; Ruben Mario- Anarquista. Doctor en Medicina. Nacido en Nueva Helvecia (Colonia).

Pinela Acosta; Eduardo- Proveniente de La Teja. Militante del MRO. Ladrillero y pintor.

Puime; Luis Omar- Proveniente de La Teja, actuaba también en El Cerro. Pertenecía al grupo de Pinela. Estudiante de Medicina.

Rivera Yic; Carlos- Proveniente de La Teja, perteneciente al grupo de Pinela. Vendedor y peluquero.

Rodríguez Belleti; Washington Antiguo miembro de la UJ, pasó luego al PCR y al MLN. Colaborador de  Sendic en Bella Unión.

Rodríguez Da Silva; Héctor- Proveniente de la UJC. Fundador de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), del Frente Amplio y de la Izquierda Democrática Independiente (IDI). Vendedor.

Sánchez; Artigas- Dirigente sindical de la Federación de la Carne. Proveniente de la Unión Popular. Más tarde se desvinculó del Coordinador.

Sendic Antonaccio; Raúl- Proveniente del PS. Fundador de la UTAA y del MLN. Procurador.

Torres Pérez; Jorge- Proveniente del PCU. Maoísta y uno de los fundadores del MIR. Empleado del Ministerio de Instrucción Pública.

Vidal Novoa; Germán- MIR. Uno de los fundadores del MLN.

Fuente: ¿Desenmascarar la Suiza de América? Inventando a los Tupamaros de los 60.

Eleuterio Fernández Huidobro -uno de los miembros del grupo- fue muy preciso al hablar del Coordinador, indicando las siguientes reglas de funcionamiento:
"1) Cada grupo mantiene su plena independencia en todo aquello que no haya resuelto coordinar con los demás; 2) Los grupos pueden coordinar entre todos o hacer coordinaciones parciales entre dos o tres de ellos sin implicar al resto; 3) Cada cual mantiene el secreto en todo lo referente a recursos, miembros, etcétera, 4) Es obligatorio compartir las informaciones referentes a la seguridad; 5) No es obligatorio compartir otras cosas; 6) Cada grupo mantiene su propia línea política y su adhesión disciplinaria a la organización política o sindical de origen, lo cual implica dos disciplinas, siendo obligatoria y preferente la del Coordinador sólo en los casos de acciones o coordinaciones acordadas; 7) Es condición indispensable para aprobar el ingreso de nuevos grupos al Coordinador la unanimidad y que el nuevo grupo haya realizado, por lo menos, una acción militar" (12).

El objetivo del Coordinador era planificar acciones armadas e intercambiar conocimientos. El material básico en discusión eran las dos Declaraciones de La Habana.
Y fue en el Coordinador donde se decidió lo que se considera la primera acción militar de los Tupamaros: el robo al Tiro Suizo.
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Citas

(12) Eleuterio Fernández Huidobro; Historia de los Tupamaros; Ediciones de la Banda Oriental; Montevideo; 2006; Pág. 75.
V. El robo al Tiro Suizo.
 
            El intento del Partido Comunista por unificar las distintas tendencias de izquierda en un solo frente en 1961, resultó un completo fracaso. En las Elecciones Nacionales de 1962 el FIDEL solamente obtuvo el 3,49% de los votos. Ni al Partido Demócrata Cristiano ni a la Unión Popular les fue mejor, pues obtuvieron 3,05% y 2,31% de votos respectivamente, contra el 46,5% del Partido Nacional y el 44,5% del Partido Colorado.
            La frustración aumentó en una juventud izquierdista deslumbrada por la revolución cubana, hasta que finalmente esa frustración hizo explosión en minorías que consideraron que el poder no se podía obtener por la vía pacífica sino por la fuerza de las armas.
 
            Sin duda, como dicen Da Silveira, Faig, Luna y Mena Segarra, a ello contribuyó  "una cultura que se había acostumbrado a la abundancia y la veía como un derecho que sólo había que reclamar (en lugar de verla como un objetivo a construir), pero al mismo tiempo sentía cierto hastío hacia el funcionamiento rutinario de las instituciones democráticas y hacia la vida del ciudadano normal, que se ocupa de sus asuntos privados y vota cada algunos año...
"La creciente frustración de expectativas, las dificultades de los políticos tradicionales para encontrar soluciones y el aumento de los problemas sociales los fueron convenciendo de que solo un cambio profundo permitirí­a mejorar las cosas. Estimulados por una generación de intelectuales que no querí­an entender ni aportar soluciones al paí­s que habí­an heredado de sus padres, sino solamente romper con él, se embarcaron en el ejercicio de la utopí­a y del voluntarismo (....)
"Pensando de este modo, en ruptura con su propio pasado y en conflicto con las dirigencias tradicionales del paí­s, la generación "sesentista" terminó enamorándose del poder: no habrí­a ninguna solución para el paí­s hasta que ellos mismos estuvieran al mando. La tarea inmediata era derribar lo anterior " (13).
Y para derribar lo anterior, se necesitaban armas.

¿Qué es el Tiro Suizo?

[Imagen: TiroSuizo_HOY-googleMaps_zpsfgswhuvv.jpg]

La Sociedad Tiro Suizo Nueva Helvecia fue fundada el 19 de abril de 1874.

Esta Sociedad está íntimamente ligada con los inmigrantes suizos, alemanes, austríacos y franceses que llegaron al Uruguay entre 1861 y 1862, debido a la grave crisis que enfrentaban en sus países. Los inmigrantes trajeron consigo algunas armas de fuego, rifles Fetterri y Martini, que emplearon para defender sus vidas, propiedades, cultivos y animales, en un medio salvaje.
Ya en 1862 surgió una asociación de tiro a la que pertenecían todos los hombres de entre 18 y 50 años, quienes realizaban prácticas de tiro los domingos por la tarde.
En 1874 surgió la iniciativa de formar un club de tiro, para fomentar este deporte, que recibió el nombre de Sociedad Tiro Suizo Nueva Helvecia (Schweizerischer Schützenverein Neu Helvecia), siendo su primer Presidente el Cónsul Suizo, Sr. G. Chapalay.

[Imagen: TiroSuizoFotoAerea_zpsoaf3gmyx.jpg]

La sede original de la Sociedad se hallaba dentro de la propiedad del Hotel Suizo, propiedad de Federico Fischer, quien se encargaba de mantenerla. En la década de 1940, la Sociedad se trasladó a su sede actual, en la calle Federico Fischer, esquina Christian Hugo (14).

 
   La fotografía aérea adjunta permite apreciar la ubicación de la Sociedad y sus polígonos de tiro.
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Citas:

(13) Pablo Da Silveira; Francisco Faig; Félix Luna; Enrique Mena Segarra; Martín Peixoto; El nacimiento de la izquierda radical en el Uruguay; Historia reciente; Nº 19; Ediciones de El País.

 

(14) Fuente: Página web de la Sociedad Tiro Suizo Nueva Helvecia
http://www.sociedadtirosuizo.com.uy/inicio
Los orígenes de la Operación del Tiro Suizo.
 
Existen varias versiones de cómo surgió la operación, inclusive entre sus propios protagonistas.
 
(i) La Versión del Diputado Ariel Collazo
 
            "Unas declaraciones del diputado Homero Viera sobre el asalto al Tiro Suizo, el 1º de agosto de 1963,... me han obligado a referirme al tema, ya que Colonia Suiza es mi lugar de nacimiento.
            "En mi libro «Historia de una pasión política», en la página 61, explicamos que el que organizó esa acción fue el doctor Mario Naviliat Odriozola, médico traumatólogo alumno del doctor Bado, que ya en 1945 participó desde la FEUU en la lucha contra el Servicio Militar, cuando se logró que no fuera obligatorio, [sino] voluntario.
            "Mario era también de Nueva Helvecia, primo de mi madre, y su padre Alfredo era en ese tiempo presidente del Tiro Suizo.
            "En 1963, en nuestro Estudio Jurídico de la Plaza Zabala, se reunía un Comité Coordinador de varios grupos de izquierda, que discutía sobre la lucha armada y sobre Cuba, hasta que un día, cansado de las discusiones, Mario llegó a la reunión y dijo: «Vamos a dejarnos de joder, que aquí ya se ha hablado demasiado, así que les traigo el siguiente plan». Mario contaba que no precisaban llaves para entrar, porque él sabía que con una ligera patada la puerta se abría. El inconveniente fue que desde la guerra mundial, como en Colonia Suiza había simpatizantes nazis, los cerrojos de los máuseres se llevaban a la comisaría, pero después se admitió que en fechas especiales como el 1º de agosto, que es la fecha de Suiza, se devolvieran los cerrojos, y por eso el asalto fue el 31 de julio.
            "Pero como no se podía encender la luz, se creyó que no los habían traído, y estaban en un rincón" (15).
 
(ii) La Versión de Eleuterio Fernández Huidobro.

[Imagen: Fernandez_Huidobro_1968_zpseisywqff.jpg] 
En su libro «Tupamaros» (1986- 1987), Fernández Huidobro -que participó en la operación- menciona el Tiro Suizo en dos momentos:
    "Un día alguien mencionó, al pasar, las armas del Tiro Suizo. Pero por el momento no pasó de eso, de una mención"(16).
 
    Y después, relata:
    "... la coordinación con los cañeros de la UTAA se mantenía firmemente. El proyecto de ocupación de tierras, frustrado en 1962, había quedado para 1963.
    "El intento de [robar armas] del juzgado se había enmarcado dentro de los compromisos que para tal proyecto habíamos contraído. Al fallarnos, fue que se nos ocurrió ir a reconocer el Tiro Suizo. Las noticias que los compañeros encargados de tal tarea trajeron, fueron inmejorables. Lo único preocupante era la distancia a Montevideo. Evidentemente, sería más fácil llevar las armas al Interior que traerlas acá a través de una frontera siempre vigilada.
    "Nos pusimos en contacto Raúl y lo invitamos a visitar el lugar. Así fue que una mañana, bien temprano, salimos en su moto con rumbo a Colonia... Y una vez visto el "objetivo" nos pusimos de acuerdo en coordinar la acción: nosotros nos encargaríamos de conseguir las armas, Raúl de llevarlas junto a dos compañeros nuestros" (17).
 
            Este relato coincide bien con el que brinda Daniel Chavarría, aunque aquí aparecen nuevos elementos:
            "De sus amigos de La Teja y el Cerro, el Bebe [Sendic] necesitaba apoyo para iniciar cuanto antes una intensa divulgación sobre la abusiva tenencia de la tierra por un puñado de familias monopolistas.
            (...)
            "Pero además, con gran reserva, Sendic pidió ayuda para otra tarea:
            "- «Y esta tiene que ser con un nudo marinero en la lengua, para no levantar la perdiz».
            "El puñado de hombres que se reunió esa tarde, leales todos a Eduardo Pinela, en quien el Bebe tenía confianza absoluta, lo oyeron con cierto pasmo confesar su necesidad de conseguir unos 20 o 30 fusiles, para el inevitable enfrentamiento de los peludos con la milicada, cuando fueran a desalojarlos.
            "Muy poco  después, Eleuterio Fernández Huidobro, el Ñato, un pibe de 21 años cuando el Bebe tenía ya treinta y ocho, fue quien logró la primera información sobre la existencia de un polígono deportivo, situado entre Nueva Helvecia y la Colonia Valdense.
            "Sendic averiguó con Pinela la índole política del informante y supo que era hijo de emigrados de la Guerra Civil Española, educado en colegios católicos de Montevideo. Tras una militancia ingenua y muy emocional en la juventud del herrerismo, se retiró decepcionado y recaló en el MRO; pero en 1961 y 62... Eleuterio se integró a grupos de autodefensa. [?]
            "[Más tarde] el pibe terminó por arrimarse al grupo de La Teja, donde Pinela lo valoraba como muy honesto, inteligente y responsable.
            "Aquel respaldo de Pinela le bastó al Bebe.
            [...]
            "El Bebe pensó que si Eduardo Pinela recomendaba al joven Eleuterio, y lo apoyaba en su seguridad de poder expropiar en Nueva Helvecia las armas para los peludos de Bella Unión, el asunto merecía su tiempo. Y a los pocos días inició los preparativos de un plan táctico en el departamento de Colonia, para la necesaria expropiación de un amplio territorio que circundaba el polígono" (18).
 
            Fernández Huidobro también confirmó que la información provenía de Navillat (o Naviliat):
            "En estos días, cuando hablamos con el «Loco» Carlos Rivera Yic en su casa de Pajas Blancas, descubrimos que el dato lo había aportado un hombre que dominaba los temas teóricos pero nunca se vinculó formalmente a organización alguna. «La información nos la dio un loco que..., loco no, loco le decíamos nosotros, Mario Naviliat, que era un doctor de Colonia Suiza. O sea que había nacido ahí y nos dio los datos de que había armas. Y él todavía nos hizo de campana en el pueblo, andando en su auto, vichando. Nos trajimos todos los fierros y las balas que había. La mitad las llevó Raúl para Artigas y la otra mitad las trajimos nosotros para aquí», recordó Rivera Yic, uno de los protagonistas del singular robo. El dato lo confirmamos con el senador Eleuterio Fernández Huidobro, ante la imposibilidad de hablar con Naviliat, quien falleció hace algún tiempo" (19).
            Otro tanto indica Walter Pernas, en base a declaraciones de José Mujica Cordano:
            “En las tertulias del grupo de Pinela –y en la peluquería del «Loco» Rivera Yic– se mencionó un par de veces que la Sociedad Tiro Suizo de Nueva Helvecia, en el departamento de Colonia, guardaba una buena cantidad de armas en su local… El dato certero pertenecía al médico Mario Naviliat… cuyo padre había sido presidente del Tiro Suizo … En uno de esos encuentros, se le planteó a Sendic el asunto del Tiro Suizo, que ya había sido estudiado a fondo -con viajes al lugar, mapeo, horarios, rutinas-… 
            "Poco después, el Ñato Huidobro y Sendic viajaban rumbo a Colonia…" (20).

(iii) La Versión de Fernando Rodríguez.
 
La versión más cercana al hecho data de 1971, y se halla en «Actas Tupamaras» -que hoy sabemos fue escrito por Fernando Rodríguez, con prólogo de Fernández Huidobro-  y coincide con la segunda versión, aportando también datos acerca del comienzo del Coordinador
"Enero 1963. Un grupo de gente, organizativamente muy borroso, andaba necesitando justamente, una acción, un hecho que los uniera. Pero no un hecho cualquiera, porque en el fondo, una misma inquietud, una serie de conceptos e incluso, una cierta práctica, ya los venía uniendo.
"Lo que necesitaban era una acción militar, o que se le pareciese.
"Una acción de riesgo, que definiera sus vidas como individuos y como organización. Que fuera a la vez, un reto, una prueba y un rompimiento con el pasado y con el régimen.
(...)
"Era aquel un tiempo de charlas, reuniones, mateadas, entre gente inquieta y más o menos concordantes. Unos asistían a título personal, otros como miembros de tal o cual organización o tendencia y otros, como integrantes de pequeños grupos ya clandestinos.
(...)
"Tal el origen y los balbuceos de lo que es hoy el MLN (Tupamaros). Algunos se marcharon, tomaron otros rumbos.
"En una de esas tantas charlas se habló de las armas del Tiro Suizo; luego en alguna otra, quizás se mencionó de nuevo el tema, aunque tampoco surgió ningún propósito de realizar la acción. Pero ello sirvió para que un grupo tomara nota del dato, y más tarde, cuando esas armas se consideraron necesarias según cálculos realizados con terceros, se decidió ejecutar la acción de tomarlas.
"El estudio, la ejecución y el traslado, correría por cuenta de un grupo. La recepción, tenencia y custodia, por cuenta de otro.
"Posteriormente, y ya sobre la fecha de la realización  se unió un tercer grupo, que participó aportando un vehículo" (21).
 
            Después de analizadas las tres versiones anteriores, y en tanto no aparezcan otros testimonios, podemos sacar en conclusión:
 
            (a) Que la información acerca de las armas, sin dudas, fue aportada por Ruben Mario Navillat Odriozola (22).
 
            (b) Que la versión de Collazo acerca de reuniones del Coordinador en un «Estudio Jurídico de la Plaza Zabala» no condice con la verdad. Primero, el Coordinador se reunían en La Teja; segundo: el Coordinador surgió después de la separación del grupo de Pinela del MRO, en agosto o septiembre de 1962. Parece entonces imposible que Collazo se hubiera reunido con él en 1963.
 
            © Que la decisión de llevar la acción a cabo fue del Coordinador, aunque el ideólogo habría sido Raúl Sendic, posiblemente en 1962.
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Citas:

(15) Declaraciones de Ariel Collazo; La Red 21; 8 octubre 2006;
 http://www.lr21.com.uy/editorial/225830-...re-a-votar
 
(16) Eleuterio Fernández Huidobro; Tupamaros; Ediciones de la Banda Oriental; Montevideo; 1986-87; Pág. 47.
 
(17) Ídem; Pág. 55 y 56.
 
(18) Daniel Chavarría; Don Sendic de Chamangá; Parte IV; Capítulo 1; Editorial Aguilar; Uruguay; 2013.
 
(19) Rolando Sasso, Tupamaros: los comienzos; Editorial Fin de Siglo; Montevideo; 2010.
 
(20) Walter Pernas; Comandante Facundo. El revolucionario Pepe Mujica, Prisa Ediciones, Montevideo; 2013;  Pág. 253-257.
(21) MLN Tupamaros; Actas Tupamaras; Schapire Editor; Buenos Aires; 1971; Pág. 55 y 56.    
 
(22)  Navillat Odriozola era un médico traumatólogo. Anarquista; en 1966 o 1967 ya estaba fichado por la DNII como sedicioso. Según el Libro de las Fuerzas Armadas, Navillat dirigió más tarde un pequeño grupo sedicioso llamado «La Guerrilla», junto con el también anarquista Fernando O'Neill.
            Ese grupo, dice el texto "Intenta integrarse en el MLN-T pero es rechazado en razón de considerársele constituido por «delincuentes comunes». Realiza toda clase rapiñas, entre otras, una contra un puesto de Subsistencias en Montevideo, en la calle Joaquín Requena, contra el Sanatorio de IMPASA, en la Avda. Larrañaga y contra una escribanía en la Ciudad Vieja" (Pág. 350).
            Pese a que reconoció el papel de Navillat en el Tiro Suizo, Fernández Huidobro no tenía una buena opinión de él. Esta fue la opinión que en 1977 dió a las Fuerzas Armadas, acerca de Navillat: 
            "Navillat Odriozola, Ruben Mario: No es del M.L.N. Estuvo vinculado al principio pero siempre en una relación accidentada, llena de choques. Al final, estaba radicalmente en contra del M.L.N. Difícil: la policía lo ficha como el jefe máximo del M.L.N. Él está peleado con el M.L.N. y con casi todas las organizaciones. Se va: es un teórico puro. Pero por encima de todo es una personalidad difícil de encuadrar. Vive soñando. En las nubes. Es incapaz de organizar algo, y de organizarse en algo. No puede pasar de la teoría a la práctica. Anarquista por naturaleza (no ideológico), no admite disciplina de ningún tipo. Variable, inventa una teoría distinta cada semana y vive contradiciéndose. Cae en la esterilidad absoluta. Es agudo en sus análisis críticos, pero no va más allá. A lo último estaba creando una organización (eso es habitual en él, aunque la mayoría quedan en el papel). No tiene capacidad militar ni organizativa ni práctica en ningún aspecto. Tiene sí capacidad teórica. No era, ni creo que pueda ser jamás, del M.L.N. porque sus choques con él llegaron a niveles que hacen imposible un acercamiento. Le gusta su profesión –médico- tanto como la política y parece que tenía futuro científico en ella. Por lo que si encuentra un ‘habitat’ donde pueda ejercer su profesión a fondo se va a entregar a ella totalmente".
            (Conceptos emitidos por el detenido en Medidas Especiales Eleuterio Fernandez Huidobro, acerca de actuales integrantes del M.L.N., mencionado en documento del Departamento II del E.M.E. de fecha 16 de Junio de 1977)
Participantes
 
            La primera mención de los participantes en el robo del Tiro Suizo aparece en Actas Tupamaras, por supuesto con seudónimos:
            "En ese momento, el MLN contaba en Montevideo con 9 compañeros: Gitano, obrero de la construcción; Gallego, estudiante y empleado; Zurdo, estudiante y empleado; Facundo, trabajador independiente; Ojito, desocupado; Judas, desocupado; Sonrisa, empleado; Petiso, obrero; Pocholo, obrero especializado, desocupado" (23).
            En cierta parte del relato además, aparecen mencionados "Favio" (24) y "el Loco" (25).
 
            Hoy sabemos que los participantes eran -casi todos- integrantes del Grupo de Pinela:
            Gitano es el propio Eduardo Pinela Acosta (27 años).
            Gallego es Eleuterio Fernández Huidobro (21 años).
            Facundo es Carlos Rivera Yic (36 años).
            Ojito es Leonel Vidal.
            Sonrisa es Jorge Abellá Grancha.
            Pocholo o El Porteño podría ser el argentino José Joe Baxter Denaro (23 años) (26).
            Favio es Raúl Sendic Antonaccio (38 años).
            El Loco es Mario Navillat Odriozola.
 
            No se sabe exactamente quiénes son Judas, el Zurdo y Petiso, pero uno de ellos -quizás Zurdo- es Luis Omar Puime (29 años), que era estudiante de Medicina.
            Julio Arizaga da Silva (33 años, miembro del MIR) y Jorge Torres Pérez (26 años) participaron dando apoyo a la operación.
             Los sediciosos se desplazaban en tres vehículos: un VW «Fusca», un Renault y una camioneta, esta última propiedad de Lucía Stoppa, compañera de Julio Arizaga.
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Citas:

(23) MLN Tupamaros; Op. Cit.; Pág. 56.
 
(24), (25) Ídem; Pag. 58.
 
(26) Según relata Walter Pernas, intervino en el robo del Tiro Suizo "un argentino que ha llegado a Uruguay hace un par de meses, huyendo de la policía por sus andanzas con el grupo Tacuara. Su nombre es Joe Baxter [José Baxter Denaro] y ha dejado de lado el antisemitismo original de su organización y creado, junto con otros compañeros de su país, un ala de izquierda: el Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara, que se asume como parte de la resistencia peronista. Usa el nombre falso Salvador Ballesteros y vive en la casa de los Pérez Iriarte -familia amiga del representante de Perón en Uruguay, Albertos Campos- ubicada en 26 de marzo y Buxareo, en el elegante barrio Pocitos, muy cerca del Buceo, donde el argentino frecuenta un bar con aire de barrio, al que también concurre Huidobro" . Walter Pernas; Comandante Facundo; OP. Cit.
Sin embargo, algunas fuentes indican que Baxter se habría trasladado a Uruguay en abril de 1964, no en 1963, lo que pone en duda su participación.
Los hechos
 
Junio- Julio 1963
 
            Antes del robo, Fernández Huidobro y Sendic visitan el lugar del Tiro Suizo, desplazándose en una moto Harley Davidson perteneciente al segundo.
            Luego de la inspección, se acordó coordinar una acción: los grupos de Pinela y Abellá robarían las armas; Sendic las llevaría a Paysandú. Finalmente, la necesidad de obtener vehículos para transportar los equipos y las armas, así como llevar a cabo las tareas de vigilancia sin llamar la atención, hizo que terminaran interviniendo cuatro grupos de sediciosos.
 
            Se decidió llevar adelante la acción en la noche del miércoles 31 de julio, por dos razones:
            (a) Porque las prácticas de tiro de la Sociedad se llevaban a cabo los días domingo.
            (b) Porque el 1 de agosto sería festivo, ya que se celebra el establecimiento de la Confederación Suiza o Día Nacional de Suiza. Se descontaba entonces que los responsables del lugar tardarían al menos un día en descubrir el robo, dando más tiempo a los sediciosos para trasladar las armas.
 
            Se hicieron varias guardias del Tiro Suizo durante el invierno, para inspeccionar las aberturas.
 
31 julio- 1 agosto 1963
 
            19:00hs- Zurdo, Leonel Vidal y Judas se ubican cerca de la Sociedad de Tiro Suiza, para asegurarse de que no quede nadie en su interior.
            Unas horas después parten de Montevideo tres vehículos: en el Renault viajan Eleuterio Fernández Huidobro como conductor, Carlos Rivera Yic y el Porteño José Baxter. En la camioneta, viajan Raúl Sendic y Jorge Abellá. En el VW «Fusca», viaja el Dr. Mario Navillat quien, enterado del plan en el último minuto, se incorpora por su cuenta como reserva.
            En su libro «Sendic», Samuel Blixen indica que "Sendic, Fernández Huidobro y Pinela ocultaron el plan al Coordinador, que por entonces empezaba a discutir el tema de la violencia... Uno de los objetivos del robo [al Tiro Suizo] era obtener armas para los cañeros... pero también, como relata Fernández Huidobro, era una forma de «foguearse en la acción» y profundizar el compromiso»: al parecer, no todos los miembros del Coordinador estaban, entonces, a ese nivel de compromiso" (27).  Seguramente, Navillat era uno de los "no comprometidos", pues nunca llegó a formar parte del MLN.
            En el vehículo de Navillat viajaron Pinela y Petiso.
           
            03:00hs- La camioneta con Abellá y Sendic se estaciona a 4km del Tiro Suizo, para pasar inadvertidos, ya que a ella se van a trasbordar las armas para llevarlas luego a Paysandú, distante 350km de Nueva Helvecia. Mientras se hallan allí, simulan un desperfecto en el vehículo. Con esta precaución, en caso de fracasar la operación, Sendic no podría ser vinculado con el robo de las armas.
            Los otros dos vehículos continúan, pero en cierto punto descienden Pinela y Petiso para encontrarse con el grupo de Leonel Vidal, quien les informa que la situación es adecuada para el robo de las armas, ya que no queda nadie en el edificio.
 
            Los dos vehículos dan una vuelta discreta por la zona. Como no ven a Pinela ni a Petiso, entienden que pueden actuar. Entonces, el auto conducido por Fernández Huidobro, con Rivera Yic y Baxter, entra en un callejón que termina en un monte de eucaliptus, en medio del campo, a unas 12 cuadras del fondo del Tiro Suizo. En ese callejón aguardan Eduardo Pinela, Leonel Vidal, Petiso, Zurdo y Judas.
            El VW de Navillat permanece dando vueltas muy discretas por la zona, para detectar cualquier peligro para los asaltantes. Al tratarse de un vehículo local, se descarta que no llamará la atención.
            Los hombres ingresan por el Polígono de Tiro, ubicado a los fondos del Tiro Suizo, ya que el frente daba a una calle transitada. A un lado -a unos 50m- se halla el Hotel Suizo, muy iluminado.
 
            Al llegar al local, las puertas y ventanas traseras son abiertas con palancas y ganzúas. Entran al edificio Rivera Yic, Baxter y Leonel Vidal; afuera quedan Judas y Pinela. Cerca, tirados en el pasto como vigilantes, quedan Zurdo y Petiso.
            Entretanto, al final del callejón, Fernández Huidobro espera en el auto -armado con un cuchillo-, aparentando estar con una mujer.
 
            Los muebles donde se hallan las armas se abren usando ganzúas y barretas. El mueble donde se guardaban los cerrojos, de madera sólida, debió hacerse pedazos. Las armas se van atando en paquetes, que se sacan por la ventana trasera. Primero van las municiones -3700 balas- luego los fusiles y algunas escopetas. Entre los fusiles van los  Máuser - 20 de ellos Modelo Checo 1934 y 5 Modelo 1908- 2 rifles calibre 22,  un fusil de colección Martini y otros dos fusiles antiguos. De los fusiles solo 10 tienen cerrojos -ya que éstos, por seguridad, se guardaban en la Comisaría.
            En total son 7 pesados paquetes -uno para cada uno de los asaltantes-.
 
            Los hombres se van retirando a rastras, en grupos de a dos hacia el automóvil Renault de Fernández Huidobro, excepto José Baxter, que se pierde en el campo, completamente a oscuras, Los paquetes se colocan en el auto: casi no hay espacio para tantas armas y municiones. Las balas se colocan en la valija, el piso y el asiento. Los fusiles van al techo, tapados con una lona, y encima de ellos se colocan 5 sediciosos.
            A Baxter lo esperan 15 minutos, como se había establecido de antemano: el plan indicaba que si alguno no aparecía, debería ocultar las armas entre los árboles, llegar hasta la carretera y caminar hacia Montevideo. Finalmente, Pinela sale a buscar a Baxter y lo encuentra, exhausto, debajo de un árbol. Pinela carga las armas y sale hacia la carretera con Baxter apoyado en su hombro. Por suerte, el VW de Navillat encuentra a los dos y los lleva hasta Montevideo.
 
            Entretanto, el Renault ha llegado hasta la camioneta de Sendic y Abellá, y después de trasbordar las armas, Sendic, Abellá y Leonel Vidal parten hacia el norte del país.
            Fernández Huidobro, Rivera Yic, Petiso, Zurdo y Judas, parten hacia Montevideo, después de ver pasar el auto de Navillat. En el Renault de Fernández Huidobro van 10 fusiles, con sus caños asomando por la ventanilla. Como no podían ingresar de esa manera a Montevideo, las armas se dejaron en un caño en un pastizal cercano a la banquina, para volver más tarde por ellas.
 
            Fernández Huidobro -y Fernando Rodríguez antes que él- no otorgaron ningún valor militar al. Escribe Fernández Huidobro:
            "No hay mucho más que contar en torno a la operación propiamente dicha del Tiro Suizo. Su valor, no sería militar; desde ese punto de vista no pasaba, como ya dijimos, de un vulgar «scruche», de esos que cualquier ladrón realiza todos los días" (28).
            Y tendría razón quizás, ya que la prensa simplemente catalogó aquello como un hurto raro, llevado a cabo quizás por delincuentes comunes, para vender las armas en el exterior, posiblemente en Paraguay. Nadie podía imaginarse -en el Uruguay de aquellos años- la existencia de grupos armados revolucionarios.
            Pero aún falta la segunda parte de esta historia.
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Citas:

(27) Samuel Blixen; Sendic; Ediciones Trilce; Montevideo; 2000; Pág.82.
 
(28) Eleuterio Fernández Huidobro; Op. Cit.; Pág. 58.
Escruche es un término del lunfardo para indicar el robo con fractura, mediante el uso de llaves apropiadas, en ausencia de sus moradores, rompiendo puertas y ventanas.
VI. Después del Tiro Suizo.
 
            Tras cargar las armas, la camioneta con Sendic, Abellá y Vidal cruzó Nueva Helvecia, alcanzó la Ruta 23 a la altura de Mal Abrigo (Departamento de San José), pasó por Ismael Cortinas e ingresando al Departamento de Flores, cruzó Trinidad.
            Por la Ruta 3, la camioneta se dirigió hacia los puentes del Río Negro, cuando al llegar al kilómetro 234 el vehículo -que tenía sus ruedas casi lisas por el desgaste, cosa que había sido advertida por Jorge Torres- sufrió el reventón de un neumático, volcó y se fue hacia la banquina, dando varias vueltas sobre sí mismo. Los fusiles recién robados y las municiones volaron en todas direcciones.
            Jorge Abellá y Leonel Vidal sufrieron algunos golpes y Raúl Sendic cayó encima de un cardo, pero ninguno sufrió lesiones importantes. Como aún era noche cerrada, la carretera estaba desierta. Lo mejor que pudieron, los tres hombres recogieron las armas y las balas, las envolvieron en unas frazadas y las escondieron entre unos arbustos.
 
            Sendic había vivido durante su juventud en Trinidad y conocía la zona. Por eso, luego de caminar un kilómetro y medio, llegó hasta el almacén del comerciante Hassan Amir Pérez -que tenía teléfono-, donde le explicó al hombre que había sufrido un desperfecto en su automóvil y que necesitaba llamar a un amigo en Paysandú. Sendic llamó -a través de la operadora-al número 517 y se comunicó con Héctor Ferrari, pidiéndole que ubicase al Odontólogo Humberto González Perla -un antiguo amigo socialista, de Montevideo- para que viniese a buscarlo en su viejo Buick.
 
            Cuando regresó al lugar del accidente, Sendic decidió que Abellá y Vidal regresaran a Montevideo para avisarle a la dueña de la camioneta, la que sería retirada algunos días después.
            Estando aún en el lugar del accidente, unos obreros de Vialidad que se dirigían a Río Negro le ofrecieron ayuda a Sendic, que él rechazó con cortesía, pero sin dejar que nadie se acercase al vehículo. Los obreros sospecharon que algo raro estaba pasando.
            Ya era de día cuando apareció González Perla. Entre los dos, y ante la vista de los obreros de Vialidad,  subieron las armas en el automóvil y Sendic inventó una historia diciendo que éstas eran para hacer "una revolución en el norte, en combinación con Brizola" (29), entonces Gobernador del Estado de Río Grande do Sur.
[Imagen: Buick_Sendic_1963_zpsxltsg1yq.jpg]
Al llegar a Paysandú, las armas fueron depositadas en el local del Partido Socialista, en la calle 19 de Abril.
    En la tarde, Sendic, ayudado por sus amigos Ricardo Volpe Ayres y Raúl Cabillón Stefani, se encargaron de llevar las armas a un lugar seguro. Pero pudieron conseguir el vehículo que necesitaban, recién 3 días más tarde. Entonces, simulando que iban de cacería, se trasladaron hasta el límite con el Departamento de Río Negro y enterraron 10 fusiles con sus cerrojos y municiones -envueltos prolijamente en nailon- en las cercanías de La Balsa, en la confluencia del Arroyo Negro y el Río Uruguay, frente a la estancia Santa Elisa.
    Posteriormente, Sendic volvería a sus rutinas en Paysandú.
 
    Inicialmente, la Policía Nacional pensó que el robo de armas del Tiro Suizo había sido una cuestión de ladrones, pero dio aviso al Ejército acerca de la pérdida de los Máuser.
    Entonces, por vía de la casualidad, comenzó a develarse lo que realmente había ocurrido

El cabo Carlos Emilio Martínez, de la Seccional 5a  de Nueva Helvecia, aunque natural de Flores, estaba de licencia en las afueras de Trinidad, cuando unos obreros de Vialidad le comentaron acerca del extraño accidente de una camioneta, la cual -según sus dichos- estuvo varios días volcada junto a la carretera.

            A Martínez le llamó la atención que este accidente ocurriese justo el mismo día del robo del Tiro Suizo. Cuando le señalaron el lugar del accidente, Martínez fue a inspeccionar y encontró un cerrojo de fusil y una bala. Investigando con mayor cuidado, el cabo de Policía descubrió la llamada telefónica desde el almacén de Amir, así como el número de teléfono al que se había llamado, y que la operadora recordaba perfectamente. Amir, además, fue capaz de dar una buena descripción de hombre que lo despertó para pedirle el teléfono Después, Martínez comunicó sus investigaciones a sus superiores.

            El 4 de septiembre de 1963, cuatro Policías de Colonia llegaron a Paysandú. Las primeras investigaciones se dirigieron hacia los dos vehículos: el Buick y la camioneta volcada. Al día siguiente, se produjeron cinco arrestos. El primer detenido fue Humberto González Perla, que tras algunas evasivas terminó por admitir su participación en los hechos, así como la de Raúl Sendic.

            Poco después, fue detenido Fermín Ramos Silveira, un albañil de Paysandú, quien declaró cómo habían sido envueltas las armas en nailon y posteriormente enterradas. Ramos Silveira involucró a Volpe Ayres, a Cabillón Stefani y a Ruben Méndez Martínez, quien condujo el vehículo hasta el Río Negro.

            Poco después, 25 de los 33 rifles robados al Tiro Suizo eran descubiertos enterrados en un monte, junto con 2210 balas. Faltaban 8 carabinas con sus cerrojos. Poco después, Cabillón Stefani proporcionó el dato de dónde se hallaban escondidos cuatro cerrojos de fusil Máuser Modelo 1908, que faltaban en las armas recuperadas.
            Los cinco detenidos serían procesados y encarcelados durante treinta días.
            Poco después, también era detenido Ariel Ozer Ami Molina, quien había envuelto en nailon las carabinas antes de enterrarlas.

             Enseguida, las autoridades fueron por Sendic, pero este consiguió escapar hacia Argentina, pasando a la clandestinidad. 
            La camioneta usada por Sendic, entretanto, estaba detenida y empezaban las averiguaciones en Montevideo.
            Un telegrama enviado desde Paysandú puso en alerta a Eleuterio Fernández Huidobro y a todos los participantes en el robo. Jorge Abellá, Leonel Vidal, José Baxter y Julio Arizaga pasaron también a la clandestinidad, pero Fernández Huidobro fue detenido por la Policía y llevado a Colonia.

            El Coordinador se encargó de dar asilo a los sediciosos requeridos.

            Sale a luz el plan de Sendic.

            Pronto, el diario El Día informó que el robo de armas del Tiro Suizo había sido llevado a cabo por

            "una organización extremista que pretendía realizar una serie de actos subversivos, el primero de los cuales... consistía en el apoderamiento de tierras de productores de Bella Unión con la colaboración de UTAA (Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas) con la intención de ocupar la refinería de azúcar y hacerse fuertes en esas instalaciones, merced a las armas que obrarían en su poder" (30).
       
            El diario El Día también marcó con notable precisión al responsable de aquellos hechos:

            "Pese a la reserva policial, hemos podido establecer que de las declaraciones de los detenidos ha surgido el nombre del principal cabecilla de la organización, un extremista de gran influencia entre los obreros y trabajadores de las zonas norteñas del país.
            "Raúl Sendic, que así se llama el dirigente terrorista, se encuentra prófugo y en estos momentos se procura su captura.
            "También trascendió que la policía de Colonia ha solicitado a su similar de Paysandú la captura de otro implicado en los hechos, como así también de la policía de Montevideo la localización y detención de dos individuos que serían los que proporcionaron el vehículo en el que fueron trasladadas las armas" (31). 

             En las investigaciones que siguieron intervino una Comisión de los Servicios de Inteligencia del Ejército a las órdenes del titular del organismo, el Coronel Justiniano Carvajal, junto con el Mayor Iván Paulós y el Capitán Ernesto Prósper.

            También prestaron asistencia oficiales del Batallón de Infantería No 4 de Colonia: el Teniente Coronel Alejandro Troncoso y el Capitán Serpa, quienes clasificaron e inspeccionaron el material recuperado. También intervinieron los Sub Comisarios Toribio Chaves y Jaime Jaureguiza del Servicio de Inteligencia y Enlace de la División de Investigaciones de Policía de Montevideo,  los Jefes de Policía de Colonia, Aquino y Ponce de León y otras autoridades.

            El Día cerraba su crónica con estas reflexiones:
            "Las más puras normas democráticas presidieron la labor policial.
            "La incredulidad, la subestimación del peligro a que nos vemos expuestos al pretender restarle importancia e ignorar estos brotes de violencia, pueden llevarnos a casos mucho más graves y de características dramáticas cuando no trágicas.
            "Es imprescindible que la opinión pública comprenda de una vez por todas que el comunismo no es una idea caprichosa de un grupo de inadaptados. Es algo mucho más serio y terriblemente peligroso. Y al peligro hay que conjurarlo antes que tener que lamentarlo cuando ya es demasiado tarde" (32).
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Citas:

(29) Samuel Blixen; Op. Cit.;Pág. 84.

 

(30), (31), (32) Diario El Día; 8 septiembre 1963; Pág. 14. Pasado Reciente.
http://www.pasadoreciente.com/hechos/1963/Recorte%20El%20Dia%20Extremistas%20Planeaban%20Serie%20de%20Actos%20Subversivos.jpg
VII. El Robo de Armas de la Aduana de Bella Unión y otras acciones (1964).
 
            No se habían apagado aún los ecos del  robo de armas del Tiro Suizo, cuando el 1 de enero de 1964 se producía el robo de 11 fusiles Máuser Modelo 1908 y 7 u 8 bayonetas de la Receptoría de Aduanas de Bella Unión (Departamento de Artigas). En esta ocasión, los asaltantes no pudieron robar municiones, por no hallarse éstas en el armero.
            La receptoría era un viejo galpón de AFE, por lo que mediante la rotura de un pequeño candado y la apertura con ganzúas de dos cerraduras, los asaltantes ingresaron al lugar.
            En este robo participaron Raúl Sendic y los cañeros Nelson Santana y Julio Vique, quienes entraron por la parte trasera, robaron las armas y las enterraron cerca del arroyo Itacumbú.
            Los cañeros González, Fontoura y Bandera  habían hecho un estudio del lugar antes del asalto, mientras descargaban un contrabando de café que se guardó en la Receptoría.
 
            El 20 de abril, varias personas robaron 5 rifles alemanes, seis revólveres diversos y 1000 proyectiles -todos calibre 22- del Bazar y Armería  «Casa Ribel S.A.», ubicado en la ciudad de Minas (Departamento de Lavalleja).
 
            El 26 de abril, fueron robados 540 kg de dinamita (cartuchos de 15cm de longitud, en 24 cajones, cada uno con un peso de 22,5 kg) de la cantera Nueva Carrara de la Fábrica Uruguaya de Cemento Portland (Kilómetro 110; Pan de Azúcar; Departamento de Maldonado). Los asaltantes pertenecían al grupo de Tabaré Rivero Cedrés, y comprendían a Rivero, Jorge Manera Lluveras, Héctor Amodio Pérez y Heráclito Jesús Rodríguez Recalde. En esta ocasión, los sediciosos rompieron con una barreta un candado del polvorín de explosivos  que no tenía vigilancia de ninguna clase, cargaron los cajones en un jeep y huyeron.
            El grupo de Manera Lluveras ingresó al Coordinador después de este robo.
 
`           Este robo se complementó el 2 de mayo con el hurto de cien fulminantes y 10m de mecha de un polvorín en la localidad de Cerro Blanco (a 12 km de Minas).
 
            Para quien quisiese darse cuenta de ello, era evidente que un grupo estaba procediendo a armarse. Las Autoridades, sin embargo, reaccionaron muy lentamente ante estas evidencias.
[Imagen: ArmasTupamaras_1941_1_zpsp0ctqkhn.jpg]
Poco después comenzaron los asaltos.
 
    El 12 de junio eran detenidos los cañeros Julio Vique Araújo, Ataliva Castillo Lima y Nelson Santana Pérez, después de asaltar el Banco de Cobranzas, Sucursal Buceo.
 
    El 1 de julio, era detenido José Alberto Mujica Cordano, al intentar robar el dinero de los sueldos a un cobrador de la empresa Sudamtex.
 
    El 15 de octubre fueron detenidos Julio Marenales Sáenz y Óscar Alberto Giménez Andrade, después de asaltar el Banco de Cobranzas, Sucursal Brazo Oriental. Unos días después cayó el ideólogo de este último asalto, el Ingeniero de UTE Jorge Amílcar Manera Lluveras, quien proveyó además las armas para el asalto.
            Manera Lluveras era uno de los primeros miembros del Coordinador. Marenales Sáenz y Giménez Andrade se unieron a él en 1964.
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